miércoles, 17 de noviembre de 2010

Santiago Segurola y "El País" de los 80

(Crónica gastronómica de la Taberna Arzábal)


El otro día me encontré a Santiago Segurola cenando en la Taberna Arzábal de la calle Doctor Castelo de Madrid. Creo que la primera vez que vi a Segurola en la tele fue una noche de hace muchos años hablando de baloncesto con Andrés Montes en Canal Plus, aunque ahora que lo pienso mejor, no fue una noche, no, sino una madrugada, que no es lo mismo. Por las noches hay sobremesa, tele en familia, charla, bienestar y compañía. Hay besos de buenas noches: ¡hasta mañana, cariño, que descanses! Las madrugadas, en cambio, son otra cosa. Las madrugadas de mi juventud eran sinónimo de juergas o de estudios frenéticos, consecuencia lógica de haberlo dejado todo para última hora y tener que preparar deprisa y corriendo algún examen. Aquellas madrugadas olían a colacao, a pastillas estimulantes, a libros jurídicos de la editorial Civitas y a música en la radio. A Ángel Álvarez dándonos la bienvenida a bordo del vuelo seiscientos cinco y a programas musicales de Radio Nacional de España o de Radio Peninsular.

Programas que se interrumpían cada sesenta minutos con las señales horarias, con el himno nacional y con el boletín informativo. Emisoras de radio que, entre himno y boletín, nos ayudaban a evadirnos del rollo del derecho administrativo y de la vulgaridad de un país dominado por la irritante estupidez de un caudillo de los cojones con unos programas en los que los disc-jockeys pinchaban canciones que nos gustaban y que desde entonces no han dejado de acompañarnos.

Programas de jazz en los que se podían escuchar canciones como Georgia on my mind, Summertime, It don’t mean a thing o Potato Head Blues. ¡Qué gran canción, Potato Head Blues! ¡Fantástica! Los tíos que saben de esto dicen que es una de esas canciones que marcó el inicio de una nueva era de la música. Y, aunque esto mismo se ha dicho de otras muchas canciones, esta vez es verdad, os lo juro. Esta canción es un paseo por la historia del jazz, es la historia del jazz. Es la obra maestra de un músico que fue capaz de sintetizar en tres minutos todos aquellos sonidos que iba escuchando de niño por las calles de Nueva Orleans. Sonidos que se pueden encontrar en el llanto de un bebé, en la monotonía de un grifo que gotea, en el ruido del tráfico o en un pájaro cantando mientras los rayos del sol se abren paso a través de las nubes. Ritmo. Ritmo. El sonido de una trompeta. Cosas que no se enseñan en la escuela. Discos de 45 revoluciones por minuto. Joyas. Todas las canciones de Louis Armstrong son buenas, pero ésta es excepcional. Tan excepcional, que Woody Allen considera que es una de las diez cosas por las que vale la pena vivir. ¿Qué cuáles son las otras nueve? A ver si me acuerdo: Groucho Marx, desde luego; el segundo movimiento de la sinfonía Júpiter; La educación sentimental de Flaubert; esas increíbles manzanas y peras de Cezanne; Marlon Brando; Frank Sinatra; los mariscos de Sam Wo; algunas películas suecas y el rostro de Tracy. Tracy es Mariel Hemingway. Woody Allen es Isaac y ahora está tumbado en un sofá hablándole a un magnetófono. De pronto, se escucha la música de George Gershwin (aunque no lo diga Woody, también vale la pena vivir para escuchar la música de Gershwin), y se levanta de un salto para salir corriendo a buscar a Tracy:

- ¿Qué haces aquí?
- Bueno, he corrido. He intentado llamarte por teléfono pero comunicabas, así que lo dejé después de dos horas. Luego no he encontrado taxi y he venido corriendo. ¿A dónde vas?
- A Londres.
- ¿Te vas a Londres ahora? ¿Quieres decir que si tardo dos minutos más estarías camino de Londres?
- Sí.
- Pues deja que vaya derecho al grano. Creo que no deberías ir. Que cometí un grave error y que yo preferiría que no fueras.
- ¡Oh, Isaac!
- Ya sé. Ya sé que he hecho muy mal las cosas, pero escucha: ¿te estás viendo con alguien?, ¿sales con alguien?
- No.
- Pero, ¿tú sigues queriéndome o ya se te ha pasado?
- Dios mío. Surges de pronto. No me telefoneas y de repente apareces. ¿Qué ha pasado con la mujer que conociste?
- Pues, te lo explicaré. Ya no salgo con ella. Digamos que me equivoqué. Qué quieres que te diga. Es así. Creo que no deberías ir a Londres.
- Pero tengo que ir. Ya tengo mis planes hechos. Todo está preparado. Mis padres están allí buscando un lugar donde yo pueda vivir.
- ¡Vaya! Pero ¿tú me sigues queriendo o qué?
- ¿Tú me quieres?
- Sí, claro que sí. De eso se trata precisamente. ¿Comprendes?
- ¿Sabes que cumplí dieciocho años el otro día?
- ¿De veras?
- Soy mayor de edad, pero sigo siendo una cría.
- No eres tan cría. ¡Dieciocho años! Hasta podrías ir al servicio militar. Sí, en algunos países podrías. Oye, estás muy guapa.
- Me hiciste mucho daño.
- No fue a propósito. Verás, yo estaba…. Todo fue por mi estúpida manera de ver las cosas.
- Bueno, volveré dentro de seis meses.
- ¿Seis meses? ¿Estás bromeando? ¿Seis meses vas a estar fuera?
- Hemos esperado hasta ahora. ¿Qué son seis meses si nos seguimos queriendo?
- Oye, no seas tan madura ¿quieres? Seis meses es mucho tiempo. ¡Seis meses! Y tú estarás trabajando en el teatro, entre actores y directores. Irás a los ensayos, tratarás con toda esa gente, almorzarás con ellos y… se van creando afectos. Sin querer te irás metiendo en el ambiente. Cambiarás y dentro de seis meses serás una persona completamente distinta.
- ¿Y ya no quieres que pase por esa experiencia? Hace tan poco que me decías todo lo contrario.
- Si, ya lo sé, pero podrías… Bueno, no sé, no querría que eso que tanto me gusta de ti cambiara.
- Tengo que tomar el avión.
- ¡Ah, vamos!, ¡vamos! No puedes irte, Tracy.
- ¿Por qué no hiciste esta aparición la semana pasada? Seis meses no es tanto. Y no todo el mundo se corrompe. Has de tener un poco de fe en las personas.

Entonces Isaac, la mira y sonríe tristemente. Y con esa sonrisa tan triste, Woody Allen nos dice que su personaje por fin ha comprendido que, efectivamente, hay que tener un poco de fe en las personas. Otros directores necesitarían diez minutos o media hora para explicarte esto. Algunos no lo conseguirían ni en diez horas, ni en diez vidas que tuvieran. A Woody Allen le basta una sonrisa para hacerlo. Pocas veces se ha dicho lo buen actor que es. Él no puede decirlo de sí mismo, claro, pero creo que para muchas personas, las películas de Woody Allen están en la lista de las diez cosas por las que vale la pena vivir.

Al grano. Decía que cuando vi la cara de Segurola por primera vez fue allá por el año 1996, cuando Canal Plus compró los derechos de emisión en España de los partidos de la NBA y contrató a Andrés Montes para que los narrara. Todavía faltaba algún tiempo para que apareciese por ahí un jovencito llamado Daimiel y formara con Montes una pareja que fue capaz de convocar delante del televisor a miles de trasnochadores a unas horas que hasta entonces parecían estar reservadas exclusivamente a los anuncios de Chuck Norris en la teletienda. Cuando aparecían los presentadores suplentes nos íbamos a la cama sin preguntar siquiera quién jugaba esa noche, pero si eran Montes y Daimiel quienes narraban el partido nos quedábamos a ver lo que fuera, y, así, mientras el vuelo número 23 despegaba del aeropuerto de Chicago con destino a un nuevo anillo de la NBA, los espectadores nos los pasábamos pipa oyendo canciones de Van Morrison, como Caravan, incluida en el fabuloso disco It’s too late to stop now, o escuchando a la pareja contar la historia del Calabaza’s club, las crónicas cinematográficas de las películas protagonizadas por ese genio de la sensibilidad llamado Steven Seagal o los comentarios gastronómicos sobre el peor restaurante italiano de la historia, el cual, por cierto, parece ser que se encuentra en la ciudad de Detroit.

Pero antes de que llegara Daimiel, allí estaba Segurola, manteniendo el tipo y poniendo rostro y voz a una visión sensata del deporte. Un tipo inteligente y sereno que escribía en el diario El País y que había sido capaz de llevar a sus páginas deportivas algo tan poco frecuente como la claridad de juicio, acompañada de una prosa creativa y de cierta calidad literaria. Resumiendo, lo nunca visto hasta entonces en la prensa deportiva española. Fueron buenos años los ochenta para el diario El País. Domingo por la mañana. Primero nos toca ordenar un poco los restos de la incruenta batalla de la noche anterior y, después, a la calle, a comprar el periódico, los churros y el pan.

- ¡Qué asco de churros!
- ¡Qué asco de pan!
- ¡Qué asco de noticias!
- Anda, pásame El País.

En la última página escribía Feliciano Fidalgo, brillante entrevistador, en una sección llamada Luz de Gas, como la película de Cukor (esa de Ingrid Bergman y Charles Boyer), y, al igual que en la película, sus preguntas conseguían hacernos dudar de nuestros razonamientos, de nuestras convicciones, de nuestro buen juicio, de nuestra percepción de la realidad. Feliciano solía despachar cada semana una entrevista llena de preguntas directas: pocas palabras, belleza formal y un significado preciso. Encendía su luz de gas y te mostraba una manera diferente de acercarte a las cosas. También me enseñó a comenzar la lectura del periódico por la última página, cosa que hago desde entonces, como si esperara encontrarme otra vez con una entrevista suya. Bueno, esto también me lo enseñó Manuel Vázquez Montalbán, que en la última página de El País lo mismo analizaba la crisis de la izquierda (cuando la izquierda todavía existía y podía, por tanto, permitirse el lujo de tener una crisis), se lamentaba por la marcha de Figo al Madrid o nos daba referencias de una nueva revista policiaca y de misterio llamada Gimlet y, ya de paso, nos revelaba la fórmula secreta del combinado: “Un gimlet no pretende cambiar el mundo; si acaso aspira ayudar a contemplarlo sin prisas pero sin pausas, como contempla Marlowe a las víctimas y los verdugos que le rodean. Amos y esclavos. Víctimas y verdugos. Estas verdades de fondo serán contempladas a través del filtro ocular de una copa de Gimlet: 1/3 de limón, 2/3 de ginebra, 2 gotas de ajenjo, 1/2 cucharada de azúcar, hielo, una rodaja de limón; se sirve en vaso estrecho.” Imprescindible la rodaja de limón.

Si empezabas por la última página, en seguida, en la penúltima, te esperaba Eduardo Haro Tecglen, el niño republicano, hablando de teatro, de televisión o de lo que le apeteciera ese día. Y Ángel Fernández Santos, otro más de esta colección de periodistas sabios, cultos y elegantes, diciéndonos que las películas, a veces, son mucho más que una historia. Que son emociones que sólo se pueden tocar con las yemas de los dedos del corazón, como dirían Joaquín Sabina o Corín Tellado, cualquiera sabe. Los deportes no te los podías saltar, porque allí, además de Segurola, el maestro Julio César Iglesias estaba poniéndole nombre a la Quinta del Buitre. Entonces había magia en las páginas deportivas de El País y magia en el césped del Bernabéu. Como corresponsal en Londres (también pasó por Nueva York y por Roma, donde se hizo amigo de Paloma Gómez Borrero y tifoso del Inter de Milán) estaba un jovencito llamado Enric González.

De la crónica parlamentaria se ocupaba Luis Carandell, autor de Celtiberia Show y hombre capaz de iniciar un telediario recitando un soneto de Lope de Vega. De toros escribía Joaquín Vidal, un escritor maravilloso que consiguió que leyéramos con interés sus crónicas incluso aquellos que mantenemos una actitud manifiestamente hostil hacia la fiesta. Joaquín Vidal fue otro columnista genial de la última página, pero, de pronto, un día empezó a escribir de toros y aquello fue la de dios. Para que sirva de ejemplo, vamos a transcribir un fragmento de una de sus crónicas. Se refiere a un acontecimiento que tuvo lugar en la Plaza de Almería, el día 24 de agosto de 1979. Fueron lidiados toros de la ganadería de don Felipe Bartolomé por los diestros Ruiz Miguel, Dámaso González y Macandro.

La crónica decía así: “Pilar Agriada de Lora preparó un guiso de patatas y carne, tantico picante a gusto del abuelo. Encarnación Ramonera, para ella y sus tres hermanas, aguja palá, que aprendieron a hacerlo en otras tierras costeras de esta Andalucía, donde tan bien se fríe. Antonio Llorca le pidió a su señora que simplemente le dorara unos salmonetes a la plancha, con bien de sal, que él se encargaría de darle una sorpresa, y llevó a los toros, en una bolsa de plástico que no quiso abrir hasta que fuera la hora, medio de gambas y tres cuartos de cigalas, que le costaron un dineral, pero merecía la pena.

Los postres no faltaron, ni en estas familias ni en ninguna. En la barrera, Juan Arqueros, de Roquetas, desempaquetó una cajita con delicias de aquí – lo más solicitado eran unos tocinitos de cielo – e hizo las convenientes pasadas a la parienta y a la cuñada, que guluzmearon a placer. A su lado, un apaño de italianos que estaban por Almería y aprovecharon para ir a los toros, miraban con envidia los dulces, pero sus vecinos de localidad, tan generosos como son, no debieron darse cuenta, porque no les ofrecieron. También es verdad que los italianos no ofrecieron a Juan puros toscani, largos, negros, retorcidillos y sabrosos, de los que tenían provisión, según observamos.

La media hora de la merienda fue lo mejor de la corrida. Por el graderío, empinaban botas, amorosamente tentadas, y todo el mundo comía a dos carrillos. A quien está metido en cosas de organización del espectáculo le pregunté si siempre dura media hora la pausa gastronómica, y me contestó que no, que puede ser más o puede ser menos, depende de lo que tarde en comerse la merienda el presidente. Y, en efecto, el presidente merienda como hijo de Dios que es y heredero de su gloria. Lo que siento es no poder informar qué comió ayer y cuanto, pues, sencillamente, no lo vi. Sin embargo, sí pude apreciar que retornaba al palco muy satisfecho y valiente, para encarar lo que quedaba de corrida. Lo mismo el público. Y si autoridad y espectadores durante la primera parte habían mostrado su generosidad y entusiasmo, en la segunda, con el estómago lleno, el optimismo aún era mayor.

Gran fiesta, en fin, la de la plaza de Almería, ayer y todos los días alegría desbordada en los tendidos, y así hay que reseñarlo antes de analizar lo que sucedió en el ruedo. Porque lo que sucedió fue de pena. Es decir, que antes y después de la merienda, no hubo nada.”

Maravilloso. Me gustaría reproducir algún otro artículo de don Joaquín, pero por razones de espacio, dejamos para otro día la historia del cabestro rijoso y el caso del toro asesinadito. Santiago Amón era el crítico de arte y reflexionaba sobre el papel de los críticos: “¿A quién se dirige el «crítico de arte»? ¿A los propios artistas?, ¿A un sector minoritario, en posesión de las claves del enigma? ¿Acaso se dirige a sí mismo?Fernando Lázaro Carreter ponía el dardo en la palabra para alertarnos de los petardos que continuamente ponemos en los cimientos de nuestro idioma: “oiga usted, después del descanso el partido no se reinicia, sino que se reanuda”. Firmas ocasionales: García Márquez, Vargas Llosa, Savater, Muñoz Molina… Ha pasado ya mucho tiempo. Muchos han muerto. Otros han dejado el periódico. Escribo deprisa y me olvido de unos cuantos. Segurola está ahora en el Marca

No sé lo que pidió Segurola en Arzábal, ni si le gustó el sitio. Nosotros tomamos unas anchoas, alcachofas fritas, croquetas, huevos fritos con trufa, cocochas de merluza, un guiso de paloma con salsa de vino, quesos y dulces. Y nos gustó mucho todo. Se come muy bien en la Taberna Arzábal.

303 comentarios:

«El más antiguo   ‹Más antiguo   201 – 303 de 303
Carlos dijo...

Y esta noche, la Michelín. A ver si pegan algún petardazo importante, que siempre le da vidilla a esto.

juanjo dijo...

Va a estar gracioso el día con las estrellitas de marras.

Rumores hay para todos los gustos como todos los años.

Podríamos hacer un copio-pego con los comentarios del año pasado y seguro que no desentonarían :-)

Carlos dijo...

Los mismos, Juanjo. Básicamente el subconjunto de restaurantes que ha estado en el Gastronomika. Cada vez veo más claro que en este negocio hay que estar a bien con las agencias de marketing y comunicación o no estás.

Fartón dijo...

Sobre el tema de los desayunos, hace unos años trabajaba con un señor importante que a las vistas, con el café, ponía galletas Chiquilín porque eran sus favoritas. Y las mojaba a pares en la taza.

Para celebrar las estrellitas de esta noche o el pase a octavos del Valencia o que hay luna llena he reservado para el puente en Arrop.

kalakahua dijo...

Fartón, ojo con las Chiquilín, que son cojonudas.

txangu dijo...

Con las Chiquilín pasa como con los huevos fritos: no hay dos personas que se las coman igual.
En Bélgica este año, sorpresas las justas, aunque se ha incrementado ligeramente el número de estrellas.

almoraima dijo...

Buenas. Hacía timepo que no os visitaba y para una vez que lo hago vengo a pedir, para no variar, jejeje. Voy a ir a comprar chantarella, boletus y amanitas caesarea para una comida que vamos el preparar el sábado. A ver si me contais de qué manera es mejor cocinarlas cada una de ellas y ya de paso unas recetillas. Gracias de antemano. Un beso.

Carlos dijo...

Almoraima, me alegro de volver a saber de ti. Yo te daré mi versión de la amanita caesarea, creo que la mejor manera es en carpaccio, con un poco de buen aceite por encima, un poco de sal en escamas y, simplemente, un golpe de calor en el horno con el grill. Verás que suelta un poco de liquidillo y queda de lujo.

Los boletus siempre me parecieron ricos en guiso.

emiliano dijo...

Me dice mi pescadero que le van a dar las estrellas Michelin a Estado Puro y a La Cesta. Viridiana y Sacha tendrán que esperar al año que viene.

Carlos dijo...

Parece que el Gago III se ha quedado sin opciones. Al parecer la oreja a la plancha no fue del gusto del inspector y el vaso de la caña estaba sucio.

almoraima dijo...

Gracias, Carlos. Las amanitas fijo que caen en carpaccio ya que quería hacerlo pero no sabía qué setas eran las más apropiadas. Luego había pensado a la plancha y con ajitos y otras con una carne o un rissoto, o algo así.

txangu dijo...

Mira que pedir oreja a la plancha en el Gago III, cuando todos sabemos que allí lo que manejan bien es la ensaladilla...
¿Y no llamó al espichero para preguntarle por la supuesta suciedad del vaso de la caña? Él le podría haber explicado que es un toque vintage deliberado, que se vea que es artesanal y que la hacemos con productos y manos de aquí...

Carlos dijo...

Para el Atrapallada suenan dos de golpe, como paso con Arola.

txangu dijo...

Un escándalo, Carlos. Si A Trapallada se merece 2, ¿qué decir del gran olvidado, Los Chavales? ¿y la freiduría de gallinejas? Estos señores no saben entender nuestra gastronomía.

Numeritos dijo...

Creo que al Rincón de Esteban, alta cocina parlamentaria, le quitan la segunda estrella. Al parecer se les ocurrió desgrasar el cocido justo el día que fue el inspector. Al de la Michelín le gustaba ir antes de salir de copas porque con toda esa grasa aguanta mucho más el alcohol.

angel dijo...

Almoraima,
los boletus los puedes hacer también carpaccio con un poco de aceite, rúcola y unas láminas de parmesano o en un risotto, de las dos formas te van a quedar de lujo.

Numeritos dijo...

Los boletus salteados a la plancha quedan ricos. Bien hechos saben más. Si al sacarlos de la sarten le pones una yema de huevo cruda encima y revuelves, pues mejor todavía.

Carlos dijo...

Las chantarellas asadas y con unas uvas guisaditas en un poco de oporto o px, salen ricas. Con un poco de confit de pato queda un plato resulton.

Carlos dijo...

Y el Px reducido en el fondo del plato.

Es irónico, todo el chiringuito a punto de caerse, y el gastromundo pendiente de la estrella, como si fuera la solución; van a flipar con el 2011. Cosas.

Carlos dijo...

Si son ciertos los rumores, que lo son, se confirma que los de la michelín no tienen ni puta idea.

Bueno, espera, que yo defendía que tenían derecho a no tenerla.

almoraima dijo...

Mi gozo en un pozo, sólo hay chantarella, así que hemos comprado dos kilos. El problema es que les dije que les iba a hacer un risotto de boletus con carne de toro. Y claro, ya quieren risotto a toda costa. El rabo de toro me ha sido imposible esta tarde en los hiper, así que probaré mañana en el mercado que siempre lo suele tener. si no hay he pensado hacerlo con carrillada. ¿Saldrá bien un risotto con las chantarellas y rabo de toro o carrillada? Otras las pondremos con un poquito de ajo, aceite, la mitad con huevo o sin él.

Holden dijo...

¿Y cuáles son esos rumores?

kalakahua dijo...

Ahora se lleva decir que el boletus está sobrevalorado.

Ya a ese risotto de chantarella le ponía pluma ibérica y un vasito de oloroso.

almoraima dijo...

Kala, gracias por la recomendación, si hay pluma ibérica la compraré. Ya puesto voy a abusar de tu confianza y te pido la receta, jejeje.

Por cierto, acepto todo tipo de propuestas para el risotto ;)

emiliano dijo...

Holden, los rumores apuntan a que el Madrid tiene atado Ujfalusi para la temporada que viene. Numeritos está en un sinvivir constante.

Holden dijo...

No manches, buey.

Yerga dijo...

Yo lo montaría de la siguiente manera Almoraima, escabecharía muy suavemente las setas (1 de vinagre por 6 de agua), doraría un conejo de monte a lo bestia y luego unas verduras en brunoisse,vino blanco , reducción , bouquet garni, pimienta,agua y a hervor suave.
El rissotto, doramos en 1/2 mantequilla y 1/2 aove el arroz, vamos cociendo con el fondo del conejo caliente, cuando falten 5 minutos incorporamos el conejo desmigado,a los dos minutos las setas escabechadas y rematamos ligando con un manchego(oveja rallado.
Me ha inspirado el borsch con conejo que me he zampado en Piñera, muy bueno.....y la perdiz , tremenda, los raviolis de ternera,¡que fondo! las mollejas de cordero con crema de chalota,fabulosas, las crepes ,gomositas, y el estupendo servicio.
Muy bueno el Piñera, con Viavelez mi prefe actualmente

Licenciado Vladimiro dijo...

Paso a relatar una cena en Estrasburgo anoche para que podáis haceros una idea del panorama por aquí.

Íbamos a cenar a un sitio que me gusta llamado La Vignette. El modelo es el habitual por aquí: cocinero ya maduro con larga experiencia como segundón en grandes cocinas (en este caso con los Haeberlin y Eckart Witzigmann) que monta un pequeño negocio íntimo, generalmente al alimón con su mujer, donde sirve cocina razonable y modesta a precios sensatos. Este La Vignette está francamente bien, con un menú de 4 platos a 45 euros muy logrado.

Se nos fue la mano con el aperitivo (un malta en un bar de raperos (!!!) que por afición del dueño tiene algún whisky decente, algo único en esta ciudad) y llegamos en taxi (está a desmano) a las 21:15 de reloj. Sólo una mesa cenando, cocina cerrada. Bienvenidos a Europa.

Para abreviar (...) nos recomendaron finalmente y a desgana un negocio competidor a escasos metros. Curioso, dado lo depauperado de la zona.

LA HACIENDA
http://www.hacienda-strasbourg.com/

Finca rústica, sitio bonito, lleno hasta reventar. Mesas pequeñas e incómodas, servicio amable y expédito, pero con pocas luces y mundo, y carta en grandes pizarras, y la carta de vinos un pelín menos ridícula de lo habitual.

Tomamos:

"Sopa de la abuela" - una abuela un poco más sofisticada que la mía. Una crema de hongos bastante lograda, con un capuchino de avellanas. Sobraban unos picatostes reblandecidos. Me gusta el nombre del plato, muy lejos de la ampulosidad pretenciosa a la que son tan aficionados aquí, donde a menudo hasta el hierbajo de decoración tiene provenencia geográfica.
- "Tataki de atún con salsa de yuzu y no sé que más" (a compartir) - suicida pedir esto en plena Alsacia, pero se me antojó y además iba vien con el vino. No muy allá, con una salsa confusa e insidiosa.

- Steak tartare - buen corte, carne agradable, pero faltaba mucha potencia y alegría en la sazón. Creemos quizás que por confusión del servicio, que debió de entendernos lo contrario. Venía con ensalada y unas guarniciones absurdas (patatas rehogadas y ratatouille (???)). Había hambre.

- Carpaccio de piña marinada con albahaca y sorbete de coco // crema catalana con haba tonka (dos postres a compartir).

El vino, un Gewürztraminer que por mucho que me esfuerzo no logro recordar, y mira que me fastidia porque estaba cojonudo y no era caro (32).

Todo eso, con agua, cafés y dos armagnacs sencillos, exactamente 140euros. Y un detalle muy feo del servicio al final que no puedo contar aquí, y que nos tomamos a guasa por ir ya perjudicados.

Bien, pero me paro a pensar lo que podíamos haber comido en Madrid por eso o poco más y se me cae la lagrimilla.

Licenciado Vladimiro dijo...

Paso a relatar una cena en Estrasburgo anoche para que podáis haceros una idea del panorama por aquí.

Íbamos a cenar a un sitio que me gusta llamado La Vignette. El modelo es el habitual por aquí: cocinero ya maduro con larga experiencia como segundón en grandes cocinas (en este caso con los Haeberlin y Eckart Witzigmann) que monta un pequeño negocio íntimo, generalmente al alimón con su mujer, donde sirve cocina razonable y modesta a precios sensatos. Este La Vignette está francamente bien, con un menú de 4 platos a 45 euros muy logrado.

Se nos fue la mano con el aperitivo (un malta en un bar de raperos (!!!) que por afición del dueño tiene algún whisky decente, algo único en esta ciudad) y llegamos en taxi (está a desmano) a las 21:15 de reloj. Sólo una mesa cenando, cocina cerrada. Bienvenidos a Europa.

Para abreviar (...) nos recomendaron finalmente y a desgana un negocio competidor a escasos metros. Curioso, dado lo depauperado de la zona.

LA HACIENDA
http://www.hacienda-strasbourg.com/

Finca rústica, sitio bonito, lleno hasta reventar. Mesas pequeñas e incómodas, servicio amable y expédito, pero con pocas luces y mundo, y carta en grandes pizarras, y la carta de vinos un pelín menos ridícula de lo habitual.

Tomamos:

"Sopa de la abuela" - una abuela un poco más sofisticada que la mía. Una crema de hongos bastante lograda, con un capuchino de avellanas. Sobraban unos picatostes reblandecidos. Me gusta el nombre del plato, muy lejos de la ampulosidad pretenciosa a la que son tan aficionados aquí, donde a menudo hasta el hierbajo de decoración tiene provenencia geográfica.
- "Tataki de atún con salsa de yuzu y no sé que más" (a compartir) - suicida pedir esto en plena Alsacia, pero se me antojó y además iba vien con el vino. No muy allá, con una salsa confusa e insidiosa.

- Steak tartare - buen corte, carne agradable, pero faltaba mucha potencia y alegría en la sazón. Creemos quizás que por confusión del servicio, que debió de entendernos lo contrario. Venía con ensalada y unas guarniciones absurdas (patatas rehogadas y ratatouille (???)). Había hambre.

- Carpaccio de piña marinada con albahaca y sorbete de coco // crema catalana con haba tonka (dos postres a compartir).

El vino, un Gewürztraminer que por mucho que me esfuerzo no logro recordar, y mira que me fastidia porque estaba cojonudo y no era caro (32).

Todo eso, con agua, cafés y dos armagnacs sencillos, exactamente 140euros. Y un detalle muy feo del servicio al final que no puedo contar aquí, y que nos tomamos a guasa por ir ya perjudicados.

Bien, pero me paro a pensar lo que podíamos haber comido en Madrid por eso o poco más y se me cae la lagrimilla.

Licenciado Vladimiro dijo...

Siento de veras la que he armado...se me volvió loco el explorador.

Carlos dijo...

Se confirma que la miche es territorio Anson, Holden.

Carlos dijo...

Al contrario, Licenciado, gracias por compartir tu experiencia.

Voy a ver si plagio la pizza de mojo de Cesar.

Yerga dijo...

Debo reconocer que iba muy bien asesorado en la comanda de Piñera.
Se confirma, Los Chicos de Guzmán el Bueno logran su primera estrella, entiendo que las bravas del siglo XX les ha dado ese pequeño empujón que necesitaban.

almoraima dijo...

Yerga, gracias, el conejo lo dejaré para otro día ya que a mis amigos no les gusta. Una pena porque a mí me encanta y el martes me comí un platazo de arroz guisado con conejo de campo que hizo mi mami que estaba de muerte. El arroz con conejo me vuelve loca. Pero estos ni probarlo :(

almoraima dijo...

Mientras decido que hago el sábado estoy preparando una lengua en salsa. Es la primera vez que la hago, pero seguro que sale rico :P.

Carlos dijo...

Cuatro nuevos dos estrellas, 17 nuevas estrellas, ningún nuevo tres estrellas.

Carlos dijo...

El Maruja Limón, una estrella michelín. Cómo me alegro por Rafael Centeno.

Carlos dijo...

Freixa la segunda.

Carlos dijo...

Casa Marcelo y El Rincon de Antonio la pierden.

Holden dijo...

Pues Aduriz podrá seguir meditando sobre la vida y el discurrir del tiempo.

Carlos dijo...

Freixa Azurmendi, Miramar y Calima, suben a dos estrellas.

Suben a una: Caelis, Dos cielos, Moments, Hisop, Alborada, Arrop, Kabuki Carmona, Ferrero, Gadus, Zaranda, Aponiente, Santo, Capritx, Ikea y Maruja Limón.

Les cae la estrella: Abac, Hispania, El Ermitaño, Casa Pardo, Casa Marcelo, Tapies, El Rincon de Antonio, El Cingle, Tragabuches, Plat D'Or, Cenador de Salvador, Vivaldi, Freixa Tradicion.

Nominaciones para el 2012: Solla, R. de la Calle, y Club Allard.

Carlos dijo...

En general, bien tirado por la miche.

Holden dijo...

¿Zaranda? ¿pero no había cerrado?

Carlos dijo...

Esta en el Hilton de Mallorca. Si han conseguido que no se fastidie en sala lo que salía en el plato, seguro que se cine bien, Holden.

Carlos dijo...

Come bien.

Yerga dijo...

Estoy viendo Cuentame , Juanillo ya va caliente e Imanol se está cagando en Merche y dimite.

Yerga dijo...

Bueno , se caga en la leche pero se lo dice a Merche.

Yerga dijo...

Tienen una buena cocina los Alcantara Desde la última vez que los vi(primer capítulo) han medrado,se nota que el se dedica a la política.

emiliano dijo...

¿Y esta noche toca capítulo de "un país..." o lo han suspendido por lo de la Michelín?

emiliano dijo...

Yo la última vez que vi a los Alcántara será la próxima vez que los vea.

Yerga dijo...

No me arrepiento de haber visto solo un capítulo,lo de Pamplona es surrealista y el resto mejor no hablar.

Yerga dijo...

Me voy a dormir.

Yerga dijo...

Atentos al gorro de Juanillo.

Yerga dijo...

¡No le quites la telita por Dios!

Yerga dijo...

El cabra con las cabras

Yerga dijo...

La verdad es que las yemas de Santa Teresa nunca me han gustado, no soy goloso.Se las dejo a Emiliano

Yerga dijo...

Las judias del Barco del bar Paco no me merecen mucho, pero las garbanzeras son de respetar.

Yerga dijo...

En la Venta del Obispo, buena carne,se van a poner morados

Yerga dijo...

La verdad es que hoy les tenemos muy contenidos a todos, la mística castellana es contagiosa.
Y el hornazo tambien.

Yerga dijo...

En Chamartin se cogen buenas setas, esperemos que Tonino trinque una phaloides.

Yerga dijo...

La phaloide no , pero un psylocibe si se han tomado los arqueologos.

Yerga dijo...

Ya está , alguien tenía que decir lo de que el amor es "descubrirnos a nosotros mismo",solo falta lo de "yo no creo en Dios , pero creo que hay algo mas"

Yerga dijo...

Imanol maneja la copa como una maraca

Yerga dijo...

Pues me ha gustado, me siento otro,mas elevado, menos materialista ,mañana pienso ayunar hasta la hora de comer.
Emiliano, a por ellos,hoy va de bodas

emiliano dijo...

No puedo, Yerga. He visto a Camila Parker Bowles y me ha dado un soponcio

Carlos dijo...

Hoy todo es muy michelinesco, como resumen y dado que viene el clásico, Madrid sale muy malparada de la lista, si la comparamos con Barcelona.

Carlos dijo...

Y buen palo para Castilla-Leon, Zamora, León y Benavente sin estrella.

En fin, la vida sigue y ahí está The Economist para recordárnoslo, hoy sale nuestro presidente en portada.

Yo hoy me voy a dar a un gastrobar para cenar e igual me animo a escribir del tema, a ver si consigo que me eliminen como amigo del feisbuk un par de más de personas.

Yerga dijo...

En verdad os digo que la vida mística es dura y la carne muy debil.He parado en un bareto y me he tomado dos porras,se acabó mi duro ayuno..
Mea culpa.

Fartón dijo...

Precisamente ayer estuve yo en un gastrobar. se llama La Taberna de Laredo, no sé si os suena. El caso es que quería yo trincar los garbanzos con morcilla y níscalos que recomendó Ángel y no los tenían. Ya que estaba allí me comí un arrocito caldoso de alcachofas y carabineros la mar de rico. Me quemé la lengua un poco.

kalakahua dijo...

Yerga, disfruta del desayuno de las porras ahora que es un acto voluntario. En poco tiempo lo único que podrás elegir es el orificio de introducción. Susto o muerte.

Carlos dijo...

Hace unos días comentaba lo triste que es la realidad gastronómica mejicana en Madrid. Bien, Medina en el Metrópoli apuesta hoy por Tepic. A mí no me gustó demasiado la única vez que he ido, pero creo que volveré, puede merecer la pena.

angel dijo...

Pues aparte de la Michelín, otra lista curiosa es la de los 100 mejores vinos de Wine Spectator

angel dijo...

Bueno, en realidad no son los "100 mejores vinos", son los "100 vinos más excitantes"

kalakahua dijo...

A mí cualquier vino, a partir de los dos litros, me excita bastante.

kalakahua dijo...

Descubrimiento gastronómico. La dieta a base de coco y gaviota cruda te transforma en un mes de adolescente a estibador de puerto jubilado.

Numeritos dijo...

A mi me excita Tepic.

Carlos dijo...

Pues a mí, ni el Resalte, ni el Beronia ni, desde luego, el Bouza de Rei me excitan demasiado. La parte francesa de la lista tiene algunos vinos que me excitan bastante más.

Espeto dijo...

A mí también me llegó ese listado de "vinos excitantes" de la Wine Spectator. Ya hay que ser un degenerado para excitarse con un Beronia, un Resalte o un Viña Nora. Todavía con un Concha y Toro...

Yo ayer probe con un Dehesa de Los Canónigos Roble 2009 y no me puso nada de nada. Con el whisky de después sí que noté algo más.

Como todos los años, este tampoco estoy de acuerdo con la Michelín. Aunque ahora lo que se lleva es decir que han acertado.

Espeto dijo...

Vaya, me había saltado el Bouza do Rei. Claro que si a los de la revista les excita un Koutsoyiannopoulos de Santorini (un griego) de 19 dólares puesto en Estados Unidos, deben ser unos salidos.

Enrique dijo...

Carlos, ¿Ikea..?, ¿una estrella?

Carlos dijo...

Me permito atribuirme esa tendencia, Espeto. Pienso que es imposible que se equivoquen, porque, ¿cuál el criterio bueno?

Sin ir más lejos, yo, la mayor decepción que me he llevado este año ha sido en un nuevo estrellado y en otro que aumentó la cuenta de estrellas el año pasado. Pero si los de la miche les cascan una estrella es porque han comido bien o muy bien. Quién soy yo para decirles lo que han disfrutado.

Aquí lo que importa es que Lamas toca los bongos y el resto baila.

Un detalle que ayer no mencioné: los "nominados" para las estrellas el año que viene pueden tomar nota de que tanto Maruja Limón como Aponiente han triunfado y estaban nominados el año pasado. No conviene dejarlo caer en saco roto.

Carlos dijo...

Enrique, es que ahora hacen buenos muebles, Enrique.

No, en serio, no tengo ni idea de quiénes son; sé que son vascos y poco más.

txangu dijo...

Ikea es un restaurante de Vitoria que lleva ya unos años abierto: www.restauranteikea.com

Espeto dijo...

No, Carlos, si a mí me parece muy bien que utilicen el criterio que más les convenga. La misma libertad tengo yo para acordarme de su padre. Quiero decir que es un problema de criterios. Nosotros tenemos uno, acertado o no, pero ellos no parecen tenerlo muy claro.

¿Habrán dejado de saltear bien las habitas con butifarra en el Hispania o de aliñar correctamente la ensalada de bogavante en Casa Pardo?

Carlos dijo...

Yo más bien tiendo a pensar que han movido su criterio de elección hacia restaurantes con cocina moderna y creativa.

Es realmente lo que llama la atención de los últimos años, el desprecio por la cocina tradicional. Sitios como Aldaba o Zalacaín que estarían muy valorados en NY, no tienen sitio en la versión española de la guía.

Es más, no busques una sola buena casa de comidas en la guía, que no la hay.

Pero vamos, vuelvo a decir que ni uno solo de los restaurantes que tienen michelín en Madrid son parte del circuito de mis restaurantes habituales y, me atrevo a decir, que ni siquiera de los excepcionales.

kalakahua dijo...

No puede ser casualidad que los restaurantes en los que uno se siente más a gusto no tengan ni una sola estrella.

Carlos dijo...

No lo es, Ka. Además, la estrella no está garantizando la viabilidad del restaurante. En Madrid la pasta la dan los clientes habituales, no los turistas. Que se lo digan a Arola.

Numeritos dijo...

Bonito patinazo de la Michelín.

Licenciado Vladimiro dijo...

Para mí en una guía es fundamental algo que evidentemente no tiene mucha importancia para el restaurador / la visibilidad / y toda la pesca, pero que para el aficionado es ineludible, y es que la guía no se limite a poner puntuaciones, sino que haga crítica gastronómica.

Porque a mí me gusta la crítica, más allá de la gilipollez de poner dos estrellas o 17 puntos como en el cole.

Críticas largas y elaboradas, con visión personalísima (no lugares comunes desprovistos de alma) y escritas con pasión gracejo. Y eso la Michelin y su mierda de web no lo tiene.

En cambio veo la web de Gault-Millau Francia o (es incluso mejor) la de Alemania y me encuentro con, además de los puntos, una columna escrita con cabeza.

Una guía que sólo sea puntaje, dirección, teléfono y una frase es una guía muerta y aburrida. Uno tiene que abrirla y disfrutar leyendo sobre restaurantes, aunque no los vaya a pisar en su puta vida.

No sé si me explico.

Espeto dijo...

Ya me gustaria contar con una Gault Millau en Espana.

"En cuanto a Josean, no encuentro otra explicación para esta injusticia que la de un inspector que haya pedido un plato de pasta Casarecce particularmente “al dente “ ese día y se haya roto un diente."

Philippe Regol comentando la jugada.

Genial.

txangu dijo...

Te explicas, licenciado.
A mi me gusta mucho la revista de los de la Michelin, "L'étoile", en la que a veces deslizan historias de cómo fulanito ha obtenido las 3ª estrella este año y no el pasado (el pobre hombre sólo se ausentó un día del restaurante, que coincidió con una de las visitas de uno de los distintos inspectores que tenía que validar si si o si no la 3ª)...
Numeritos, ése enlace...

kalakahua dijo...

gran link, Numeritos

emiliano dijo...

Bonito patinazo, Numeritos.

P.D. Yo a Josean le daba dos hostias michelín.

Ainur dijo...

Carlos, a mi Tepic me gusta, no se si es alta cocina o si es mexicana ya que no he estado en Mexico, pero se come razonablemente y a precios sensatos.
De la Michelin me da pereza opinar, si fuera propietario seria una putada y como cliente me ahorro el precio de la guia.

Espeto dijo...

Han dicho en el telediario que Gadus, el flamante nuevo estrellado mallorquín, cerró el pasado Agosto. Una falta de rigor más.

Miguel dijo...

De acuerdo con el comentario de los a-estrellados Mr. Ka.

He estado en las jornadas de casquería del Meson de Doña Filo que terminan este domingo. Este fue el menú:

- Gachas con morro y huevas de anchoa
- Ensalada de careta de cerdo y encurtidos
- Sesos de cerdo con carabinero en consomé
- Alubias rojas con oreja y morro
- Bacalao sobre callos de cordero
- Hamburguesa de corazón de ternera
- Lengua estofada

Dos postres y un rioja clasico.

Cada año sales con la impresión de que es insuperable pero al año siguiente te das cuenta de que te equivocas.

Carlos dijo...

Bonita tarde en la plaza de la Moraleja. Nos hemos acercado al Enrich, al Atelier, a tomar unas tapitas.

Media entrada, servicio a veces eficiente y comprometido -como la señora que nos recibió, muy amable-, a veces displicente y sin implicación. Hemos pedido raciones pequeñas para poder probar un poco de todo.

Espantosas las bravas "a lo Tomás", o bien recalentadas, o bien fritas en aceite sin temperatura, blandas, dejaron un buen fondo de aceite en el cuenco -me pregunto si venía de las patatas o de la mayonesa que la acompañaba-; en cualquier caso prefritas de calidad media. Sin gracia la coca de anchoa, con un pan brioche industrial asado con un poco de tomate y tres anchoas.

Muy flojos los callos, con una cocción disforme -algunos duros, otros de textura gelatinosa-, salsa melosa y ligeramente dulce. Mucho mejor la textura de la oreja, aunque el fondo también era igualmente dulce.

Correctas las albóndigas -ración de cuatro-, otra vez la salsa ligeramente dulce y la hamburguesa de rabo de toro, quizá el único plato de interés que comimos.

Entorno bonito, cazuelitas de Staub, manteles de papel, servicio de puesta y recogida de los platos. En lo que respecta a la cocina, fondos sin profundidad de sabor más allá del dulzor y excesivos fallos en cocina. Con una botella de Gago -veinte euros-, una cerveza y una botella de agua, 80 euros. Pan ligeramente reseco y carta de vinos extraña, tarifada con dureza.

Ainur dijo...

Pensando un poco, a los inspectores de la michelin, ¿a que les saben los raviolis o la perdiz de Piñera, las croquetas de Arzabal o Viavelez, las setas, el tuetano, las anchoas o el resto de la carta de Sacha, las genialidades de DiverXo o tantos otros platos que a mi me hacen levitar?
Yo que de pequeño quise ser inspector de la michelin, ahora no lo tengo claro, a lo peor me pierdo muchisimas cosas.
Casi que preferire ser como Emiliano, y disfrutar de las peliculas de Billy Wilder.

emiliano dijo...

Los inspectores de la Michelín tendrán su criterio, pero yo también tengo el mío. Por ejemplo, hace poco estuve en un famoso restaurante madrileño y le quité medio punto en la valoración de sus aseos al comprobar, compungido, que habían sustituido una colonia de intenso aroma floral por un bálsamo apestoso.

emiliano dijo...

Y Billy Wilder es Dios, Ainur. Cuando Fernando Trueba fue a recoger el Oscar por Belle Époque dijo: “Me gustaría creer en Dios para agradecérselo, pero no creo en Dios, sólo creo en Billy Wilder”

Carlos dijo...

En efecto, Emiliano, fiarse del criterio de una guía, o de un crítico, en una ciudad como Madrid, que conocemos perfectamente, es tontería. Otra cosa es cuando viajamos y como una aproximación.

Pero vamos, ya lo dice Adriá, al que no le guste que se haga otra. RGS intentó ese modelo que dice Vladimiro y que levante la mano el que la compre cada año. Yo tengo un LMG de hace tres años y porque me lo regalaron. Ese tipo de guías, son personalistas, en este caso -el de RGS- defiende un tipo de cocina intelectual -sí, la del Guggen-, como el tope culinario, que no es la mía.

Es imposible ponerse un guante que no es el de uno y que le siente estupendamente.

Carlos dijo...

La física cuántica puede explicarse a través de la cocina.

La física cuántica, ¿de qué iba?

Numeritos dijo...

El patinazo que he puesto mal era el que comenta Espeto, estrella a restaurante cerrado

En el mismo medio salen Emiliano y Kalakahua. Se les fue la mano celebrando la estrella de Aponiente

«El más antiguo ‹Más antiguo   201 – 303 de 303   Más reciente› El más reciente»