jueves, 5 de agosto de 2010

Washington

Es posible que los habitantes de Washington D. C. consideren que su ciudad es acogedora, entrañable o excitante. Seguro que tienen sus razones para hacerlo así, pero a un visitante ocasional, como yo, en un principio le puede resultar difícil incluso calificarla como ciudad, y la percibe, más bien, como un insulso escenario en el que dar cabida a la grandeza de sus monumentos, alguno de ellos, eso sí, bellísimos. ¿Cómo darle categoría de ciudad a un lugar llamado Distrito de Columbia y al que sus habitantes llaman Di Si? Washington es la capital de los Estados Unidos, y tal y como ocurre con Brasilia, parece que acoger al gobierno del país ha sido el único motivo por el que se decidiera levantar una ciudad a la orilla del río Potomac y en medio de ningún sitio.

Llegar a Washington D. C. desde un país extranjero no es fácil, en la misma medida en la que no lo es llegar a ninguna ciudad de los Estados Unidos. Desde Europa siempre hemos percibido a los norteamericanos como gente un poco exagerada en materia de seguridad, demasiado aficionada a establecer controles en todas partes y con cierta tendencia teatral a la hora de ponerlos en práctica. Posiblemente recordarán ustedes la película “En la línea de fuego”, estupendo thriller político ambientado en Washington que, además de ofrecer un maravilloso duelo interpretativo entre un sobrio Clint Eastwood y un desmedido John Malkovich, ironizaba sobre la excesiva representación que suele acompañar a las salidas en coche del presidente, rodeado siempre por motoristas y agentes con el pelo cortado a cepillo, que corren rodeando al coche, llevando gafas de sol y vistiendo trajes grises, camisas blancas y corbatas finas de color negro. Pero esa tendencia a la exageración de la que hablábamos antes, se ha convertido desde el desgraciado atentado terrorista del 11 de septiembre en una sucesión de medidas que rayan en lo paranoico. Me refiero en primer lugar a los controles en los aeropuertos, claro. Es cierto que se trata de unos controles que todos percibimos como necesarios y que en todas partes existen, aunque también lo es que en otras partes se ponen en práctica sin necesidad de motivar tantas molestias y vejaciones a los pasajeros ni de provocar el retraso en la salida de la mayoría de los vuelos. Los norteamericanos han conseguido que sus aeropuertos recuerden a “Blade Runner”, a “1984”, a “Fahrenheit 451”, o a cualquier película de ciencia ficción en la que el gobierno democrático ha caído en manos de tropas militares: policías desafiantes cacheando a personas con aspecto asustado que avanzan hacía ellos con los zapatos en un mano y con bolsas de plástico transparente llenas de cosas en la otra. Detesto los aeropuertos norteamericanos. Lo que esta gente se atreve a hacer con los ciudadanos en nombre de la seguridad, me hace pensar que nuestros principios morales ya no son lo que eran. Y que hay métodos de comportamiento que nos deberían parecer inaceptables, pero que poco a poco se están instalando en nuestras vidas.

Los controles fronterizos también se las traen. Si usted tiene la desgracia de tener rasgos árabes, o de ser excesivamente moreno, o de que su apellido coincida con el de algún narcotraficante hispano (algo nada difícil llamándose García, Rodríguez o López) o si aparece en la foto del pasaporte con barba o bigote y ahora luce un perfecto rasurado, o si ha engordado desde el día en que se hizo la foto, o si ha adelgazado, o si se ha quitado ese molesto lobanillo que afeaba su mejilla, o si yo qué sé, tendrá todas las papeletas para que lo saquen de la fila y ser retenido durante horas en unas salas custodiadas por decenas de policías que mantendrán hacia usted una actitud tan hospitalaria como la que mantiene el sheriff de Maricopa con los inmigrantes mexicanos. Pongamos algún ejemplo concreto. Imagínese que está usted visitando las Cataratas del Niágara acompañado, no sé…., digamos que por su mujer y su hija. Viste usted unas zapatillas deportivas de color negro, unos pantalones cortos del Coronel Tapioca de esos que están llenos de bolsillos por todas partes, una camiseta con el logotipo de los Yankees, comprada en una tienda del South Street Seaport, y una gorra en la que puede leerse “I love New York”. La imagen se antoja horrorosa, de acuerdo, pero resulta necesaria la descripción detallada para ambientar correctamente la escena. En la mano una botella de agua y, como todo equipaje, una cámara de fotos colgada al cuello y una pequeña mochila cargada con mapas, guías turísticas, teléfono móvil, crema de protección solar y alguna prenda de abrigo que le permita sobrevivir al aire acondicionado de las cafeterías y los restaurantes americanos. Cruza usted el Puente Rainbow en dirección a Canadá y un amable policía le saluda, le pide el pasaporte y, entre sonrisas, le franquea el paso a territorio canadiense, desde donde podrá gozar de una maravillosa vista frontal de las cataratas y hartarse de hacer fotos del lugar por el que se cayó George Loomis después de matar a Marilyn, el muy cabrón. Pero antes o después le tocará a usted volver a los Estados Unidos. Volverá con la misma compañía, el mismo equipaje y el mismo aspecto (quizás un poco más sudoroso y cansado) con el que abandonó el país, pero ahora, en el puesto fronterizo estadounidense, tendrá que olvidarse de la simpatía y de las sonrisas y disponerse a esperar más o menos una hora antes de rellenar un formulario, contestar una batería de preguntas absurdas sobre las razones de su entrada en el país, descalzarse, quitarse el cinturón, vaciar sus bolsillos y ver como el agente Matute de turno le confisca el bote de crema protectora y la botella de agua.

Decía que llegar a Washington no es fácil, pero, una vez en la ciudad, tampoco le resultará fácil ejercer de turista. Lógicamente preocupados ante las amenazas terroristas, los americanos han reaccionado declarando como posibles objetivos de los fanáticos y merecedores por tanto de protección especial (ya sabe: colas, gritos, escáner, registros, confiscación de objetos...), una serie de monumentos o edificios de acceso público. En Washington, cualquier edificio que se le ocurra será objeto de protección especial. Si el lugar ya estaba protegido, se incrementa la protección y a otra cosa. Por ejemplo, la Casa Blanca. No hablamos de visitar el interior del edifico (algo prácticamente imposible a no ser que usted sea presidente de gobierno, ministro de asuntos exteriores o embajador) sino simplemente de acercarse a él. Hasta la Segunda Guerra Mundial se podía llegar hasta la puerta y dejar una tarjeta de visita. Posteriormente se prohibió el acceso a los jardines. Desde 1995, el tramo de la Avenida Pensilvania frente al edificio está cerrado y a partir del 2001 se ha alejado una manzana la verja que limita los jardines. Y la cosa va subiendo o, mejor dicho, alejándose. Si no cuenta usted con un buen teleobjetivo, sólo conseguirá fotografiar una mancha blanca en el horizonte que le recordará vagamente a una casa con columnas en el porche. Junto a la verja se podrá encontrar usted cualquier cosa, como, por ejemplo, un desfile de boy scouts (ya conoce su definición: unos niños vestidos de gilipollas mandados por unos gilipollas vestidos de niños) o una concentración de republicanos pidiéndole al presidente Obama que tenga coraje para atreverse a proteger de verdad el sagrado suelo norteamericano frente a las amenazas externas. Mientras miro a la cara a los manifestantes, pienso que quizás lo que en realidad estén pidiendo sea recibir a los turistas con un lanzallamas, porque otra cosa, la verdad, ya no se me ocurre.

En el Capitolio se mantiene el control de acceso al edificio y además se incorporan nuevos controles en el interior: en total, uno por cada dependencia que se quiera visitar, por lo que no será extraño que después de una espera de un par de horas, se encuentre usted todavía en el recibidor principal dispuesto (o no) a iniciar una nueva cola en la que podrá entretenerse leyendo instrucciones como ésta: “está prohibido usar cualquier tipo de sombrero salvo que sea por motivos religiosos”. Además, para facilitarle las cosas, le ofrecerán las instrucciones traducidas a su idioma: “Favor de preocuparse por si todos en sus bolsas están permitidas. No es permitido acceso de pilas en las bolsas al edificio para ser protegido de activación accidental” (bueno, no se debería ironizar sobre su don de lenguas, y menos yo que cuando pregunté en el MOMA de Nueva York por el Bar Room, me mandaron al cuarto de baño del museo.) La realidad es que Estados Unidos no ha recuperado la normalidad tras los atentados. Tal vez no la recupere nunca, así que desistiremos de visitar el lugar en el que el líder de la mayoría (Walter Pidgeon) debate con el ilustre senador de Carolina del Sur (Charles Laughton) sobre la candidatura de Robert Leffingwell (Henry Fonda) como Secretario de Estado, antes de acudir a una fiesta para tomar un cóctel con los bellísimos pómulos de Gene Tierney. Todo ello ocurre en la película “Tempestad sobre Washington”, de Otto Preminger, ejemplo de cine político del bueno. Pero como la realidad política de hoy no es cine del bueno, ni mucho menos, nos olvidaremos de visitar la sala del Senado. Mejor saldremos a la calle a lucir despreocupadamente en Washington la gorra de “I love New York.”

Al acercarnos a la ciudad desde el aeropuerto de Washington Dulles, ya percibimos que aquí las cosas son como en cualquier otra parte pero un poco más a lo bestia: coches más grandes, autopistas con más carriles, ríos más anchos, bosques más verdes, vasos de café con leche de tres cuartos de litro…., y el Mall, una enorme avenida de césped rodeada de árboles que reúne la mayor concentración de museos y monumentos del país. No voy a citar la relación completa, que para eso ya hay muchas guías, pero sí querría detenerme un momento en un monumento que me parece magnífico: el Lincoln Memorial, el lugar desde el que Martin Luther King le dijo a la multitud que le acompañaba y al mundo entero que había tenido un sueño, y donde un ingenuo senador, interpretado por James Stewart, reflexionó sobre la corrupción política ante la estatua de Lincoln en “Caballero sin espada”. Es también el lugar en el que Clint Eastwood coquetea con Rene Russo: “échame una miradita, nena”, y al que Kevin Costner le pide que se dirija al chofer de una limusina alquilada, mientras él le hace el amor en el asiento trasero a Sean Young, la preciosa replicante de “Blade Runner”, en “No hay salida”. Como aquí nos gusta hablar de los placeres de la vida, les diré que es un placer sentarse en las escaleras del Lincoln Memorial y ver como la luz del atardecer va volviendo poco a poco de color rosa el Washington Monument, la cúpula del monumento a Jefferson y el agua del río Potomac. Y para que la felicidad sea completa les diré que el acceso es gratuito y sin medidas de seguridad, confirmando el dicho de que las mejores cosas de la vida no tienen precio, al que le añado yo la coletilla de que en Washington las mejores cosas de la vida no tienen tampoco controles policiales.

Si cruzamos el Arlington Memorial Bridge, nos encontraremos con el Pentágono, el Marine Corps War Memorial (es decir, el monumento que inmortalizó la famosísima imagen de de los soldados americanos colocando en Iwo Jima las banderas de nuestros padres) y el Cementerio de Arlington. Conviene visitar el cementerio un poco a tu aire, deteniéndote en los puntos de mayor interés, como la casa del General Lee, desde donde se tiene una bonita vista de la ciudad, o la tumba de la familia Kennedy. Aunque no suelo sentir mucho interés por las tumbas, he de reconocer que me detuve un momento delante de la de Robert Kennedy, quizás porque la imagen de este hombre agonizando con la camisa abierta después de recibir un disparo en un hotel de Los Ángeles, me impacto de tal modo que parecía como si el proyectil me hubiese alcanzado también a mí y, desde entonces, permanece grabada en mi cerebro, igual que la de aquella niña que corre desnuda con la piel quemada huyendo de las bombas en Vietnam, la de la parada de Gordon Banks al cabezazo de Pelé en el mundial de México o la de una rubia, muy guapa, tocando el ukelele en el pasillo de un tren camino de Florida. La tumba está rodeada por miles de lápidas blancas que forman sobre el césped figuras geométricas y que guardan los restos de miles de chavales de veinte años a los que les robaron la vida en alguna guerra cuando estaban empezando a vivirla. Ya ven que el lugar invita a ponerse solemne, pero si no es usted de aquellos que sienten hacia los cadáveres esa mezcla de gravedad y de temor reverencial propio de casi todas las religiones, encontrará en el cementerio de Arlington un lugar magnífico para relajarse y pasear. Y si lo es, seguramente, también.

Cruzando de nuevo el río, nos dirigimos al barrio de Georgetown, sede de la Universidad, para dar un paseo por sus calles adoquinadas llenas de árboles y de edificios antiguos, entre ellos la casa de soltero de John Kennedy y aquella en la que vivía Regan MacNeil cuando fue poseída por el demonio. También hay un mercado del siglo XVIII que hoy acoge a una sucursal de la conocida tienda de alimentación Dean & Deluca, y muy cerca de allí, en la orilla del río, se encuentra un puerto, el Washington Harbour, donde está el Tony & Joe y otros muchos restaurantes en los que sirven tomates verdes fritos, sopas de pescado, sándwiches de pollo, pasteles de cangrejo de Maryland y trozos de key lime pie, y desde el que se divisa el edificio Watergate, aquel en el que una lejana noche de 1972 la policía descubrió a cinco hombres robando documentos en la sede del Partido Demócrata, lo que dio lugar a que Dustin Hoffman y Robert Redford (que trabajaban entonces para el Washington Post) se pusieran a investigar con la ayuda de “Garganta Profunda”. Me contó un camarero del Tony & Joe que este restaurante fue el favorito de Michael Jordan en los dos años que vivió en la ciudad mientras jugó con los Wizards. Si la historia es cierta, podrá usted afirmar sin temor a equivocarse que Jordan es mejor jugador de baloncesto que gourmet.

Nos quedan por visitar otros barrios de Washington, como el Adams Morgan, el antiguo barrio hispano que, desde los años ochenta, se ha convertido en residencia de artistas y centro de la vida bohemia, despreocupada y alegre, y que parece un islote de frescura en medio una ciudad tan formal y tan seria. El barrio está plagado de restaurantes de cocina etiope y caribeña, y de clubes de jazz donde, de vez en cuando, Chuck Brown, una auténtica leyenda local, todavía toca en directo maravillosas canciones como “It Don’t Mean a Thing If It Ain’t Got That Swing”. Cuando yo estuve, no le tocaba tocar. Lástima. Hubiera dado cualquier cosa por oírle, como hubiera dado cualquier cosa por oír a Ella Fitzgerald cantar viejas canciones del sur acompañada por Duke Ellington, otro ilustre ciudadano de Washington, que comenzó actuando en el viejo Howard Theatre de la T Street, antes de dar el salto a las salas de big band de Nueva York y a los salones de las casas de todos los buenos aficionados al jazz del mundo. En cualquier caso, el Adams Morgan es un barrio bonito por el que merece la pena darse un paseo antes de continuar hacia el barrio de Shaw, el “Broadway negro”, y buscar en la U Street otro pequeño pedazo de la historia americana: el Ben’s Chili Bowl, puesto de hamburguesas y perritos calientes al que Bill Cosby acudía a diario y que se hizo famoso en las revueltas que siguieron al asesinato de Martin Luther King, cuando los manifestantes, resueltos a defender el pacifismo a hostia limpia, pidieron que permaneciera abierto el local para poder comer algo entre carga y carga policial. Se cuenta que los policías también secundaron la moción, y que, de este modo, todos aceptaron el lugar como si fuera un rincón neutral al que acudir a reponer fuerzas en mitad de la pelea. Las salchichas están muy ricas, por cierto, y, hace poco, Obama las ha vuelto a poner de moda acudiendo allí a comer la Chili Half Smoke (salchicha ahumada de carne de cerdo y vaca) junto con el alcalde de la ciudad. Siempre me han gustado estas pequeñas historias locales que hacen que uno, casi sin darse cuenta, comience a sentir complicidad con una ciudad y comience a quererla un poco.

Ahora creo recordar que al principio del artículo he dicho que Washington no me parece más que un escenario insulso en el que dar cabida a unos cuantos monumentos. Si es así, lo retiro. Me he equivocado.

143 comentarios:

Carlos dijo...

Igual ya lo he dicho, pero el Algueira básico está muy bueno.

Cada vez que visito a mi familia me tomaría una o dos botellas para celebrarlo.

También está la opción de ver Patito feo, pero eso ya me parece chungo.

kalakahua dijo...

Te hacía en España, Numeritos

kalakahua dijo...

Hablando de Washington, la Casa Blanca afirma que la señora Obama está visitando España como una turista más. Hay que reconocer que estos norteamericanos tienen una retranca similar a la de los gaditanos.

Carlos dijo...

Deben invitarla al gin tonic y al café, Ka.

De ahí lo de "como a una más".

Carlos dijo...

Y ahora que Emiliano ha vuelto, se tercia un debate trascendental sobre Crepúsculo. No acabo de ver clara la dicotomía lobo-vampiro. Y a pesar de los cincuenta diálogos de las dos primeras partes -que sí he visto- del tipo:

- "Hazme vampira blanquitorrrr"
- "No, que la vampirez es muy chunga".

No acabo de verlo claro. ¿Debo ir a verla maestro Emiliano?

Quizá con una botella de Algueira...

Numeritos dijo...

Hoy, aunque en el post anterior, recomendaba el Tanta. Ahora voy y recomiendo evitar el Astrid y Gastón. Es curiosa la evolución del servicio de ese sitio. Pasaron de voluntariosos a eficientes y, ahora, a sobrados. Prefiero ir a Tanta, que por lo menos me ahorro unos euros.

Palayas, Ambrosio, claro que sí, eso me pusieron en el Faralló. Pero no me salía el nombre. Es lo que tiene no ser un friki como todos vosotros. En verdad os digo que El Faralló es un restaurante de producto como hay pocos.

Parece que este fin de semana torea Morante de la Puebla en El Puerto. Voy a estar por ahí. ¿Creéis que merece la pena que me saque una entradita?

Numeritos dijo...

By the way. Yo soy medio washingtoniano. Porque he pasado tiempo ahí y porque he vivido como si fuera en carne propia The Wire que, al fin y al cabo, está en los alrededores.

Así que alabo el artículo pero me reservo el derecho a rectificación y réplica.

emiliano dijo...

Me han dicho que en Washington hace un calor de cojones.

Anónimo dijo...

Hola!
Soy Tenazitas.

Teneis alguna buena recomendación para San Juan de Luz o algún pueblo de los alrededores? Hemos improvisado un viaje relámpago a San Sebastián y vamos a pasar a Francia uno de los días.

Gracias!

numeritos dijo...

Emiliano, bienvenido al blog. Tienes razón. De hecho Barak Obama era tirando a blanco antes de mudarse a la residencia presidencial.

emiliano dijo...

Cuando tenga tiempo y ganas, os tengo que contar los sitios a los que me mandó Holden en Nueva York. Menudo crack y menuda mano tiene. Baste decir que en la puerta de la Minetta Tavern me encontré con un caballero que me resultaba levemente conocido:
- “Soy Harrison Ford”, dijo el caballero.
- “Soy amigo de Holden Caulfield”, dije yo.
- “Pase usted, Emiliano. Lo siento señor Ford”, dijo el camarero.

Histórico.

emiliano dijo...

¿Y tú qué tienes que rectificar, Numeritos? Si el post lo has escrito tú.

Carlos dijo...

Estoy haciendo cola para entrar en el bar Pitillo en Pontevedra. El sector pontevedres me entenderá.

Esto solo puede mejorar.

kalakahua dijo...

Buen post, Numeritos

kalakahua dijo...

Lo que no puedo entender es que aún haya alguno que no haya visto Band of Brothers y se permita el lujo de hablar de cine, de series, de comidas o de nada. Sigo siendo partidario de la pena de muerte en estos casos.

emiliano dijo...

Band of Brothers?

kalakahua dijo...

Sï, Emiliano. Band of Brothers

Vete ahora mismo a una tienda del ramo y te compras la cajita con los 10 capítulos y luego me cuentas.

kalakahua dijo...

Por cierto, luego algunos dudaban de la existencia del bloguero-piraña (serrasalmus aureus)

Tras leer ésto yo lo tengo claro. Independientemente de consideraciones taxonómicas tan sólo queda felicitar a Espeto por su recopilación, un trabajo tan completo como útil.

juanjo dijo...

buenos días

gran post. A esenciales junto a los NYC de Holden.

Toda la razon Ka. Gran serie y si se puede ver en bluray y tienes un buen home cinema en casa, posiblemente algún vecino llame a tu puerta a ver que pasa, pero es puro entretenimiento y espectáculo.

Hablando de series, acabo de terminar SIX FEET UNDER, también muy recomendable. Estos de HBO saben lo que se hacen.

saludos

Espeto dijo...

Veo que, además de compartir gustos con Emiliano en cuanto a restaurante (casi), también comparto disgusto en cuanto a ciudades. A mí Washington no me dice nada. Un calor espantoso en verano y un frío horrible en invierno. Una ciudad fría y sin alma.

Kalakahua, creo que el enlace que quieres poner es
éste


Mala fama me dan ustedes.

Numeritos dijo...

Vaya tela. Menudos artistas poniendo links son ustedes. Yo creo que el que queríais poner los dos es éste

Numeritos dijo...

Estoy con Juanjo. BoB es una magnífica serie, pero hay que verla en condiciones. HD, Dolby Sorround y unos vecinos que aguanten el tirón. No vale verla en la pantalla del ordenador.

kalakahua dijo...

Ese, ese era el enlace.

Menudo sinvergüenza el Numeritos. Ni siquiera ha visto la serie.

Estoy de acuerdo. Un crimen verla en PC. Mi primer pase fue en una pantalla de 2,40m y mis vecinos pasaron a ver si pasaba algo. Cosa realmente meritoria si tenemos en cuenta que son sordos de nacimiento. Acabo de terminar mi tercer pase y he vuelto a emocionarme como buen hombre blandengue que soy.

Como seguro que veo a Emiliano en breve, le pasaré el dvd, que todos sabemos que tiene cocodrilos enanos (Osteolaemus tetraspis) en los bolsillos.

angel dijo...

wabi,
tienes razón, las raciones en Wakathai son tirando a escasas.

numeritos,
tienes razón, el servicio de Astrid&Gastón ha bajado bastantes enteros

ka,
tienes razón, los americanos tienen una retranca similar a los gaditanos.

emiliano,
tienes razón, en Washington hace un calor de cojones

carlos,
tienes razón, no se ve clara la dicotomía lobo-vampiro

espeto,
tienes razón, te dan mala fama

Perece que hoy estáis todos de los más acertados...

angel dijo...

Me encantan los Asturianos. Es uno de los pocos sitios en que te puedes comer una fabada en agosto y salir como un campeón.

Dicho esto: están buenísimos sus berberechos al ajillo (pequeños pero muy buenos), están muy buenas sus anchoas, está muy buena su cecina, estrám muy buenas las fabes con almejas y está muy bueno el flan de queso.

De beber: está muy bueno el Valdesil y está acojonantemente bueno el syrah 2005 de Vallegarcía.

Y como no me déis la razón estoy dispuesto a montar un pollo.

angel dijo...

sa ver esos dedito angel, no se dice "estram muy buenas", se dice "están muy buenas"

kalakahua dijo...

Explosivas declaraciones del bailaor Juan Andrés Maya sobre la señora Obama:

"Palmea muy bien porque, como toda la gente de color, tiene mucho arte".

compangu dijo...

Antes de que esto derive hacia el arte flamenco de Michelle, o venga Ambrosio a mostrar los defectos ocultos de las series de la HBO, quiero decir que estoy totalmente de acuerdo con Numeritos: "Tempestad sobre Washington" me pareció un peliculón.
Tras verla me quedé en el sofá flipando con el hecho de que una película sobre los intestinos de la clase política estadounidense me pareciera tan entretenida.

juanjo dijo...

yo tengo BoB en bluray si algún bloguero de los madriles quiere echar un vistazo, podemos quedar en VIRIDIANA ahora en agosto para la entrega :-)

Carlos dijo...

En Washington esta el chiringo de José Andrés, no? Probablemente lo mas parecido a Acurio que tenemos. Sin salvation army, eso si.

Espeto dijo...

Ángel, tienes razón: me dan mala fama y hace mucho calor en Washington.En lo del Vallegarcía, un poco menos. :)

kalakahua dijo...

Washington, también llamada Consent. Porque tempestad todos sabemos que se dice Advise.

Carlos dijo...

Qué zampón es el pueblo gallego. Les faltan productos para hacer fiestas, cada día un producto en un pueblo diferente. La afición a la romería, con final en un buen papeo, es tremenda.

Por cierto que ayer no me salió mal del todo un churrasco, pero tras haber comido el mejor del mundo en Solla y tras haber visto cómo queda la falda cocinada durante cuatro horas a baja temperatura al horno, creo que el truco está en un precocinado previo de la carne. Esto es, coger los costillares y cocerlos a unos 80 grados durante cuatro o cinco horas antes de meterlos durante un par de horas a brasas de intensidad media, baja. Yo creo que esto va a funcionar bien.

Espeto dijo...

Tablón de anuncios:

Como estamos mayormente entre amigos, por si a alguien le interesan tengo dos entradas para el ballet El Cascanueces en la Deutsche Oper de Berlin para el lunes 13 de Diciembre, lunes. Las compré por error y no se pueden devolver, por lo que estaré encantado de enviárselas a quien tenga intención de darles uso.

Razón aquí.

Espeto dijo...

También tengo una reserva en Calima para dos para el 19 de Agosto que tengo que cancelar, por si a alguien le hace falta.

Me he levantado espléndido.

emiliano dijo...

Espeto, te cambio las dos entradas para el ballet por un LP de Presuntos Implicados y otro de una Antología de la Zarzuela interpretada por La charanga del Tío Honorio.

Y que sepas que el disco de Presuntos Implicados incluye la bonita canción “Alma de Blues”

(Este mensaje ha sido enviado desde mi iPad)

angel dijo...

espeto,
no sé si serían las botellas que llevaba antes, pero por mis niños que el Vallegarcía estaba espectacular.

kalakahua dijo...

Ángel, vamos a empezar a pensar que se te está maribonizando el paladar.

Holden dijo...

Emiliano:

Bien vendido al blog.

Holden dijo...

Por cierto: conociendo tu aversión a los "Internet Cafés" y a leer a los noticias cuando estás de vacaciones, no sé si sabrás que España ganó el Mundial. Alberto se puso tan contento que se tiró a la Ría a celebrarlo y no se la ha vuelto a ver.

Supongo que cuando viste el Empire State de rojo y gualda, pensaste que lo hacían en tu honor, para celebrar tu llegada a la Gran Manzana. Siento ser yo el que te lo diga, pero era en honor de los Campeones.

angel dijo...

ka,
no me rebajo a contestar a gente que no sabe distinguir una faba de una pocha

emiliano dijo...

Holden, Minetta Tavern es un must de danone. Me pilla un poco lejos de casa pero, aún así, pienso repetir en cuanto se me pase la fobia que le he cogido a los hombres de Harrelson y a los blues de Hill Street. Me metí en el cuerpo el Dry Aged Côte de Boueuf, acompañado de unos huesos que tenían tuétano hasta los huesos. Uno de los mejores trozos de carne que he tomado en la vida, si no el mejor. Mi niña además se pidió una hamburguesa de primera división. Bebimos un vino tinto, no recuerdo si de Oregon o de Dakota del Norte.

Merecen la pena los cócteles. Yo, que soy un clásico, me bebí un Martínez (un martini con naranja amarga) y un Daiquiri. Después, la Bomba Glacée con chocolate, que estaba lujuriosa, y a la salida, a escuchar música en The Bitter End, después de dar un paseo nocturno por Greenwich Village. Como decía Daimiel, la vida a veces puede ser maravillosa.

emiliano dijo...

Y te pongas como te pongas, no me vas a convencer de que la iluminación del Empire no fue en mi honor.

kalakahua dijo...

¿La vida puede ser maravillosa, lujurioso, delicadísimo? ¿era en tu honor o era el día del orgullo gay?

Ya te estoy grabando lo de Band of Brothers, que necesitas una buena dosis de tiros para que recuperes la cordura.

kalakahua dijo...

Vengo de ver Inception. Vayan y comentamos, que no quiero condicionar.

Holden dijo...

Pues yo ya la he visto a principios de semana: una maravilla. Salí impactado del cine. Lo mejor que he visto en muchos años. Para ver de pie. Un guión perfecto, un ritmo perfecto. Creo que el lunes la voy a volver a ver.

No apta para Emilianos.

Espero que Kala la haya visto en el cine, no en la tele, bajada de algún sitio.

kalakahua dijo...

No, estimado Holden. La hemos visto solos en el cine en sesión de 16:00 en los Renoir Narváez, en V.O. y desenfocado, que no me he levantado a darle de hostias al operador del proyector porque eso ya no existe.

kalakahua dijo...

Tengo que verla otra vez. No he entrado mucho en el juego de cajas chinas del compañero.

Holden dijo...

Si es que te sacan de The Wire y Band of Brothers y te pierdes.

kalakahua dijo...

Me estoy haciendo mayor. En cambio vi En un Lugar Solitario y me encantó.

Holden dijo...

¿In a Lonely Place? Vas un poco retrasado.

kalakahua dijo...

La señora Obama va mañana a Tragabuches. Podía acercarse Weirdo a advertirles de que cuando la señora Obama hace presa puede originar grandes desgarros.

kalakahua dijo...

Estoy revisitando a los clásicos, desde que inventaron lo de HBO ya no se hacen películas decentes.

Holden dijo...

Después de leer a Emiliano, me pregunto si Numeritos en verdad fue al Minetta.

emiliano dijo...

Vengo de tomar pescado en el Baby Beef Rubaiyat. Rico el pan de nueces. Agradable la terraza. El agua mineral, muy fresquita. Nada más que destacar.

emiliano dijo...

Kalakahua, a veces se te olvida que soy un hombre blandengue. Pero para que veas que me apunto tus recomendaciones, te diré que mañana pienso ir al cine Narváez a ver “En un lugar solitario” en versión original.

Y diga lo que diga Numeritos, la Minetta Tavern es de lo last.

pisto dijo...

Tenazitas,

no te hacen ni caso. A ver si te echo un mano, aunque sea en Biarritz y no en Saint-Jean de Luz.

Evitar a toda costa:
Chez Albert
http://www.linternaute.com/restaurant/restaurant/22062/chez-albert.shtml

Con un toque canalla, pero sin perder técnica (menc. Michelin):

Chez-Philippe:
http://www.linternaute.com/restaurant/restaurant/71846/chez-philippe.shtml


Les Rosiers:
Una casa en las afueras, un trato excelente, y en la cocina una cocinera joven, de apenas 30 años, quc cocina con una sutileza francamente impresionante, sin renunciar al sabor. Y, además, disfrutando de lo que hace, siempre con una sonrisa en la boca. (* Michelin)


http://www.linternaute.com/restaurant/restaurant/25530/les-rosier.shtml

Anónimo dijo...

Numeritos, se sale Vd. con sus artículos.

Les decía en esl articulo anterior que me he convertido en productor a granel de limonchelo. Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad. Tengo roja la nariz desde que empecé con las pruebas, pero supongo aque será por efecto del sol y no del agua de fuego local.

Si el Cascanueces del que habla Espeto es el protagonizado por Bud Spencer no se lo pierdan.

Saluditos,

Jesusete

(Sended desde mi Spectrum 128)

kalakahua dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
kalakahua dijo...

Vete sacándolas por interné, que está petado. Humphrey Bogart es el must del verano.

Al final, me he resistido mucho tiempo, pero creo que he detectado el problema y tengo el valor de reconocerlo. Que Cristopher Nolan, salvo Batman Begins, de largo su mejor película, el resto de lo que hace me interesa poco.

Desde Memento, película en que no contaba nada, pero al contarlo raro y al revés, parecía otra cosa porque nadie entendía nada, hasta Insomnia, un auténtico petardo contemporáneo.

En Origen ha tratado de aderezar su guirigai habitual con guiños a Matrix y Atraco Perfecto. Él mismo reconoce haberse fijado en la estructura narrativa de estas películas, así como de Heist, un peliculón como una pianola y que no merece estas comparaciones.

Ya reposada la película el problema es como el de Memento. Aunque metas sueños dentro de sueños hasta el infinito no te puedes quedar en un ejercicio formal y en que la explicación del follón sea más protagonista que la historia que se cuenta. Al menos en Inland Empire, película con cierta similitud con Origen, no hay tanto interés por explicarlo todo.

No sé por qué recordé El Juego de Hollywood, cuando los guionistas acudían a contarle al productor en 15 líneas la idea de una nueva película. Lo que hay en Origen era el material de esas 15 líneas y daba para un corto de animación, no para 148 minutos. Una idea bonita, pero...Después de abrir 50 cajas unas dentro de otras te esperas encontrar la llave del BMW, no un vale descuento de Caprabo.

Y además, qué coño, ¿es que no hay más actores que Leonardo di Caprio? Que ya está bien con el niño de Titanic.

De todos modos iré a verla de nuevo, por si me dormí un rato y me perdí cuando sale el BMW.

kalakahua dijo...

Ah, y la gente empalmada con los efectos especiales, recordarles que eso de la habitación que gira ya lo hizo Fred Astaire en Bodas Reales. Con el agravante de que Fred Astaire bailaba de la hostia.

Anónimo dijo...

Nada, Ka, no me vas a desanimar. Yo tengo muchas ganas de ver Origen. Siempre me han gustado las paranoias de Philip K. Dick, y esto parece que va en la onda.
Ando por las Rías Baixas. He pasado por El Culler de Pau y por Pandemonium. Me ha gustado más el primero (esos puntos de cocción perfectos es que me privan), pero, en ambos casos, vaya relación calidad precio! Si en Pandemonium tienes un menú con 9 pases (contando aperitivo) a 41 euros, es que sale a menos de 5 euros el plato. Y, además, unos valientes para hacer esta cocina aquí... y todo el año. Que como nos decían los cocineros, el invierno es muy largo.

Anónimo dijo...

Ah, y además este año he aprovechado para visitar alguna bodeguilla, como la de Forjas del Salnés, los que hacen los Leiranas y los Goliardos. Bodeguilla, nunca mejor dicho. Poco más que el sótano de una casa. Gente majísima, por otro lado. Y me voy a pasar también por las bodegas Eidós, los que hacen el Contraaparede, que probé el otro día en El Culler de Pau.
Enviado desde mi telefonino.
Fartón.

emiliano dijo...

Llevo toda la mañana viendo Band of Brothers en el Plus. Mola cacerola. Voy por la tercera puntata. Cuando acabe, me voy a servir una copa de limoncello bien frappé.

Email sent from my BlackBerry Last Generation y tal y tal.

Carlos dijo...

No podré visitar el Culler de Pau, maldita sea. Hoy le daremos a algún guiso marinero y a un do ferreiro cv en Rotilio.

Enviado desde la playa.

Carlos dijo...

Y para los que vengáis por la zona, el algueira pizarra esta bueno. Muy concentrado pero bien hecho.

Anónimo dijo...

Ici le estoy dando al Le Cloac Gran Pitarra. También mola cacerola (y no da colitis -constiplaision para Holden-).

Sented desde mi Dragon 64.

Jesusete Lanuit

Carlos dijo...

El guiso de patatas, cebolla y pimiento de la caldeirada de rape y rodaballo del Rotilio, patrimonio de la humanidad ya mismo.

Yerga dijo...

Estoy intentando reposar un besugo de tres kgs ,tres, y una botella de no me acuerdo que.A mis amigos les he dejado que rebañen las espinas.
Sent by black hole ultrasónic machine last generation of all.

Carlos dijo...

Black hole, que gran canción, la única que me gusta de estos mendas. INXS negros.

Holden dijo...

Que no Kala, que no te has enterado. Hay cantidad de BMW, de Rolls Royces y hasta de Lamborghinis. Lo que pasa es que le tienes manía a Nolan y ya está. Además, no hay tantas muñecas, solo tres niveles, excepcionalmente explicados y construidos. La película habla de muchas cosas, pero me da la impresión de que te has quedado en el Nivel 1, por decisión propia y pre-existente.

Y sí, tiene cosas de Lynch y de Mamet, por supuesto. Y roza la perfección mezclando lo inexplicable de uno y la estructura del otro.

Holden dijo...

Y además, como dijo tu admirado David Simon:

"Fuck the average reader. He knows nothing and he needs everything explained to him right away, so that exposition becomes this incredible, story-killing burden. Fuck him. Fuck him to hell.

No me seas "Average Reader", Kala, hostias. Ni siquiera para tocar las pelotas.

Carlos dijo...

Lynch es un poco Mugaritz, no?

emiliano dijo...

yes verigüel

Yerga dijo...

Linch es el del Arbol del ahorcado¿no?:::::))))))

emiliano dijo...

En NY me quedé sin visitar Spotted Pig. Por una cosa o por otra, nunca nos vino bien pasarnos por allí, y ya lo siento. De todas las hamburguesas que probé, mi favorita fue la de Minetta, seguida por la de JG Melon, donde pedí que nos dieran la misma mesa en la que Meryl Streep le dijo a Dustin Hoffman que le iba a reclamar la custodia de su hijo (reconoceréis la mesa porque se encuentra justo debajo de una foto de “Kramer contra Kramer”.) Muy rica también la de PJ Clarke, uno de los sitios imprescindibles de la ciudad. Me encantó. Buena, aunque nos la pusieron demasiado hecha, la cheeseburger del Burger Joint, donde comimos en la mesa que está debajo de un cartel que decía: “Tu no pintes las paredes y nosotros a cambio no escupiremos en tu comida”. Como ya teníamos las hamburguesas en la mesa, dibujé un corazón de tiza en la pared. Regularcilla la del Shake Shack, que tomamos a la salida del teatro en la esquina de la 8 th Avenida y la 44 Street. No me pareció nada de particular. Vulgar la de un sitio llamado Virgil’s Barbeque y horrorosa una que me tomé en un local del aeropuerto de La Guardia, minutos antes de que un policía me tocase los huevos, el izquierdo y el derecho, literalmente hablando y con toda minuciosidad.

En cualquier caso, el nivel de las hamburguesas neoyorquinas me pareció que está bastantes peldaños por encima de las madrileñas, incluida la de Alfredo’s Barbacoa.

emiliano dijo...

He consultado con el vidente Kasilosé (el pobre Karamba está internado en un sanatorio psiquiátrico, intentando superar la depresión que le produjo las atinadas predicciones del pulpo Paul) y me ha dicho que Origen no me va a gustar, que no soy más que un vulgar espectador medio y que me follen. ¡Ah! y que 30 €.

Holden dijo...

Mira que no ir al Spotted Pig.

Por cierto ¿Qué tal Mamma Mia?

papito (n) dijo...

Buenas tardes a tod@s:

Voy a estar breves dias en Dublin, y necesito que me ayuden a localizar lugares mágicos, especiales, recónditos, en resumen, aquellos que no aparecen en las guias al uso y que los iniciados conocen y disfrutan.

Gracias, mil.

emiliano dijo...

Holden, no había entradas para Mamma Mia así que nos tuvimos que conformar con ver Memphis. Pensábamos también ir a ver Hair, pero se fueron de gira por el país antes de que llegáramos.

Acércate al blog de Weirdo a preguntar Papito(n). Fernando estuvo viviendo en Dublín una temporada y algo te podrá contar.

Anónimo dijo...

Soy Tenazitas (a ver si me acuerdo de mi contraseña..)

Muchas gracias, Pisto! Ya contaremos qué tal nos ha ido en nuestro periplo francés-vasco-cántabro.

kalakahua dijo...

Para una peli de la que hablo ya estrenada...

Ahora que he sido nombrado por Holden como uno de esos "fucking avenger" me siento agradecido y reconfortado.

(sent from my fucking home)

Holden dijo...

Purdey sí que era una fucking avenger.

Ambrosio dijo...

Compangu, yo me quedé en Deep Throat, Apocalypse Now y La Muerte tenía un precio, eso de Band of Brothers aunque está basado en la idea original de un tal Ambrosio que escribió una pieza literaria de idéntico nombre, pero ese Ambrosio no soy yo.

Esta mañana pasé por Las Mesas, compré un queso tierno y encontré una única botella de Camino tinto. No había blanco ni rosado en la tienda. Hay que catarlo.

Numeritos dijo...

Las cigalas de Casa Flores muy buenas (aunque caras).
El Ventorrillo del Chato un pedazo de restaurante (y muy divertido).
Casa Manteca una taberna como para pensar en empadronarse en Cádiz.
Aponiente, un restaurante tan bueno tan bueno, que hasta no te jode darle la razón a Emiliano.

Pero todo eso es una mierda comparado con lo que hizo ayer Morante en el Puerto.

Palomares dijo...

Ella Fitgerald y Duke Ellington cantando la canción que se cita, It don't mean a thing:
http://goear.com/listen/6eb72c5/it-dont-mean-a-thing-ella-fitzgerald-&-duke-ellington
Mira que hay versiones buenas, pero esta es mi favorita; gran parte de la culpa la tienen los whiskies y los cigarrillos que se adivinan, y la risa de Ella en el segunda 40.

Carlos dijo...

Muy agrable la Taberna de Viavelez. Una versión sencilla del bar de Madrid. Por cierto andaba Paco por la aldea a punto de salir a pescar.

Cruzar desde Galicia hasta Gijon, una odisea.

Carlos dijo...

Veo que NH no pierde comba con los gastrobares en el de Gijon también hay uno, creo que lo lleva la familia Loya.

Carlos dijo...

Se llama Avant Garde.

angel dijo...

Numeritos,
Entiendo poco de toros, pero aparte de dos faenas impresionantes, me ha parecido ver dos animales de los que habría que clonar para tener repuestos

numeritos dijo...

Angel, eran toritos del monoencaste. Esos ya son clones.

El primero fue mejor para el torero.

Espeto dijo...

De acuerdo en todo lo que dice Numeritos salvo en lo del Ventoriillo del Chato. Yo nunca he tenido suerte allí. Salvo las tortillitas (que me parecen enormes) y alguna otra cosa sencillita, el resto de la carta me cansa mucho. Demasiada mezcla imposible y salsa rebuscada. Me sigo quedando con sus "hermanos": El Faro y el Faro del Puerto.

No me gusta El Regajal 2006. Sabe demasiado a todas esas cosas que no busco en un vino. En cambio, el Do Ferreiro Cepas Vellas 2006 está inmenso ahora.

Carlos dijo...

Dios mediante hoy toca pitu con arroz, fabada y cabrito asado. Menú de agosto con un tinto gallego.

Weirdo dijo...

Numeritos, yo estuve en el Puerto viendo a nuestro famigliar Morante. El público tocando las palmas por bulerías, algo que solo le hacían a Paula. Fue algo sublime, estratosférico.

Por otro lado, extraordinaria comida en el restaurante Kokotxa de San Sebastián. Tengo que decir que Daniel López tiene las ideas muy claras en la cocina, le da principal importancia al producto, tratando de que este sea siempre el protagonista del plato y no volviéndose loco con espumas, esferificaciones, gelatinas… y todo este tipo de cosas, que en mi opinión (y en la de un buen amigo mío) tienen los días contados para restaurantes de este tipo. Daniel parte desde la sencillez y hace una cocina basada en los sabores de toda la vida y en la búsqueda de los platos tradicionales donostiarras. Además el gran ritmo de los platos hace que llegues perfecto al final del menú. Mucho sentido común

Esto comimos:

De aperitivo no pusieron un fresquísimo Tataki de bonito con emulsión de tomate y migas crujientes. Sutileza y delicadeza para un gran comienzo. Continuamos con el pulpo asado con velo de tocino Ibérico, mango y ensalada de hierbas, otro gran plato refrescante y ligero. El siguiente fue el de Espárragos blancos y vieiras con emulsión de almendras tiernas y naranjas. Alto nivel también en el huevo a baja temperatura con txipirones y gnoccis de sus tintas. Como pescado del día tenían el rape con zurrukutuna geleé, mejilloncitos al vapor y migas de pastor. Para terminar, un espectacular pichón de Bresee con salteado de ajos tiernos, canela y arena de frutos secos. Creo que el mejor postre que he tomado este año ha sido la crema montada de chocolate blanco y vainilla con tierra de cacao y helado de café. Sabores de infancia. Por último, el tocino de cielo de pasión con crujiente de pan de especies, sorbete de lima, jengibre y frutos rojos.

La sala está dirigida por Estela Velasco y en la carta de vinos se pueden encontrar una gran variedad de Champagnes y de blancos franceses. Nosotros nos llevamos nuestro propio cargamento:

Billiot 2004, un Champagne de Ambonnay que resulta prácticamente inmejorable como aperitivo.

Comte de Vogue Bourgogne Blanc 2000, un Musigny que será uno de los vinos del año)

Chateau Rayas Pignan Réservé 2000, la garnacha que en su desaseo esconde su propia pulcritud.

Baumard Quarts de Chaume 2005, el dulce redondo que no falla.

Weirdo dijo...

Numeritos, yo estuve en el Puerto viendo a nuestro famigliar Morante. El público tocando las palmas por bulerías, algo que solo le hacían a Paula. Fue algo sublime, estratosférico.

Por otro lado, extraordinaria comida en el restaurante Kokotxa de San Sebastián. Tengo que decir que Daniel López tiene las ideas muy claras en la cocina, le da principal importancia al producto, tratando de que este sea siempre el protagonista del plato y no volviéndose loco con espumas, esferificaciones, gelatinas… y todo este tipo de cosas, que en mi opinión (y en la de un buen amigo mío) tienen los días contados para restaurantes de este tipo. Daniel parte desde la sencillez y hace una cocina basada en los sabores de toda la vida y en la búsqueda de los platos tradicionales donostiarras. Además el gran ritmo de los platos hace que llegues perfecto al final del menú. Mucho sentido común

Esto comimos:

De aperitivo no pusieron un fresquísimo Tataki de bonito con emulsión de tomate y migas crujientes. Sutileza y delicadeza para un gran comienzo. Continuamos con el pulpo asado con velo de tocino Ibérico, mango y ensalada de hierbas, otro gran plato refrescante y ligero. El siguiente fue el de Espárragos blancos y vieiras con emulsión de almendras tiernas y naranjas. Alto nivel también en el huevo a baja temperatura con txipirones y gnoccis de sus tintas. Como pescado del día tenían el rape con zurrukutuna geleé, mejilloncitos al vapor y migas de pastor. Para terminar, un espectacular pichón de Bresee con salteado de ajos tiernos, canela y arena de frutos secos. Creo que el mejor postre que he tomado este año ha sido la crema montada de chocolate blanco y vainilla con tierra de cacao y helado de café. Sabores de infancia. Por último, el tocino de cielo de pasión con crujiente de pan de especies, sorbete de lima, jengibre y frutos rojos.

La sala está dirigida por Estela Velasco y en la carta de vinos se pueden encontrar una gran variedad de Champagnes y de blancos franceses. Nosotros nos llevamos nuestro propio cargamento:

Billiot 2004, un Champagne de Ambonnay que resulta prácticamente inmejorable como aperitivo.

Comte de Vogue Bourgogne Blanc 2000, un Musigny que será uno de los vinos del año)

Chateau Rayas Pignan Réservé 2000, la garnacha que en su desaseo esconde su propia pulcritud.

Baumard Quarts de Chaume 2005, el dulce redondo que no falla.

Carlos dijo...

Las espumas y demás suenan ya casi como los teclados casio de los 80. Supongo que tendrán su momento retro, como el aspic.

emiliano dijo...

¿Te acuerdas de lo que comiste (y bebiste) en Aponiente, Numeritos?

emiliano dijo...

El aspic lo ponen mucho en los buffets de los cruceros a los que va Espeto.

Numeritos dijo...

Espeto, en El Ventorrillo la verdad es que tomamos cosas poco elaboradas. Me llamó la atención el atún que usaron para un tartar: galáctico. Las tortillitas de camarones (ahí iba avisado por un comentario tuyo) eran espectaculares. Langostinos llevados esa misma tarde. El resto en esa línea. O sea, que salsas pocas. Y luego copas y risas hasta las tantas. Vamos que a mi sí me gustó.

Weirdo, era la primera vez que iba a los toros al Puerto. No sabía que los de las palmas estaba reservado para Rafael. Vaya pedazo de plaza, me encantó. La pena es que no la llenan ni de coña. El día anterior no había ni media plaza. Por cierto, que Manzanares estuvo muy bien. El día 26 de septiembre hay que ir a Sevilla, que torean Morante y Manzanares juntos.

Numeritos dijo...

Emiliano, el menú. No necesariamente en este orden.

Encurtidos
Embutidos de pescado
Caballas en adobo
Empanadillas de chocos
Sardinas asadas en brasas de huesos de aceitunas
La esencia de un langostino (en mi caso dos, que mi mujer estaba especialita).
Cazón con mayonesa de plasma.
Arroz de placton
Albur al Pilpil
Manzana helada
Pastel de medina Sidonia

Para beber una reserva de familia de manzanilla San León y Leirana 2008 Fermentado en Barrica.

Me jodió, y mucho, no poder tomarme un plato entero de sardinas. Y también no repetir los chocos.

Se me hizo duro el arroz meloso de placton.

emiliano dijo...

A mí el arroz de plancton me gustó una barbaridad.

Una vez, charlando con Ángel León, le pregunté si estaría dispuesto a prepararnos a un montón de amigos (de Ligasalsas) y familiares (famigliari) una cena basada en platos clásicos que ya han salido de la carta: tortillitas de camarones con velo de manzanilla, salmorejo de tomates asados con polvo de jamón y chicharrones de atún rojo, regañá de sardinas, chocos a la cochambrosa, acedías rellenas de jamón, sopa de plancton con gambas y navajas, choco con butifarra y alioli de pera, yema de huevo con tocino ibérico y migas, corvina con pote gitano, pez limón asado en huesos de aceitunas y alguna otra cosa que se nos vaya ocurriendo.

Me dijo que todo era cuestión de hablarlo.

angel dijo...

emiliano, ¿por qué no lo vas hablando?

Numeritos dijo...

(viene de hace unas decenas de comentarios)

Holden, claramente pillé Minetta Tavern en un mal día. Ya te comenté que había salido son esa impresión. La carne no era nada del otro mundo y el servicio fue más bien malo. Es verdad que hicieron todo lo posible porque no pidiéramos la carne. La noche no se les estaba dando bien. De hecho esa noche vi echar a unos clientes (patosos) con una copa a medias porque ya habían consumido el límite de tiempo al que te da derecho una reserva (¿?).

En otro orden de cosas: contesta tu correo de una vez.

kalakahua dijo...

A Numeritos le sacas de arroz tres delicias de El Chino Feliz y no se halla.

A ver si se ponen con el AVE a Cádiz.

Carlos dijo...

Estupenda la fabad de La Salgar en Gijon. Cuando no tengo demasiadas referencias de un plato con tanta historia suelo ser cauto, pero en este caso creo que estaba muy bien hecho. Legumbre mantecosa, la morcilla cremosa y el chorizo magro sin agobiar de pimentón. Magnifico plato y menú gastronómico chollo, que incluía tortos con cebolla y cabrales, arroz con pollo de granja, además de un par de postres. Local agradable y buen servicio, es una buena recomendación en Gijon.

Weirdo dijo...

Numeritos, verdaderamente es una plaza preciosa donde se respira arte y buen toreo, a pesar del retrasado mental que me tocó al lado (que por cierto, poco tenía de portuense). Habrá que ir por Sevilla porque me da a mí que al pobre de Morante lo tiene vetado el nuevo Paquirri, esa gran figura del toreo...

Weirdo dijo...

Papito(n), te contesto aqui también por si alguien tiene interés en ir por Irlanda.

En primer lugar, te recomendaría acercarte por el FALLON & BYRNE en la calle Exchequer St, una tienda de tienda de todo tipo de productos de buena calidad; desde la verdura, diversos tipos de setas, excelentes quesos irlandeses, buenas carnes o un estupendo salmón. Aquí podrás comprar algún queso o embutido y llevártelo abajo donde tienen una especie de Wine-bar que también es una tienda de vinos. Tienen bastantes vinos por copas y además puedes beberte cualquier botella que compres pagando un descorche de 10 euros. Además tienen tapas a precios muy razonables, como por ejemplo las ostras irlandesas que son estupendas. Y en la primera planta, tienes el restaurante, donde se come aceptablemente aunque lo ruidoso del local y sus precios algo subidos, no lo hacen muy aconsejable.
A 5 metros, en el callejón, tienes el ODESSA, muy recomendable para el bruch. En este sentido y para conocer un poco más el carácter y la forma de vida irlandesas, tienes que comenzar el día con un Irish Breakfast. Tienes el del KINGFISHER, un bar bastante cutre y un pelín alejado del centro. De un estilo totalmente diferente, tienes el THE EXCHANGE dentro del hotel Westin. Su brunch de los domingos es una delicia con jazz en directo y una aceptable selección de champagnes bien cobrados.

Si quieres visitar algún restaurante con estrella Michelin, te recomiendo que mires los menús que suelen tener de primero, segundo más postre y que suele costar unos 45 €. Si vas al menú degustación, la cuenta puede alcanzas precios de vértigo y creo que la formula que te comentaba es muy interesante para conocer el restaurante y parte de su cocina. Eso sí, tendrás que reservar con bastante tiempo de antelación para encontrar mesa. Tienes el CHAPTER ONE (18 – 19 Parnell Square Dublin 1, +353 1 8732266) en la zona norte y por el centro THORNSTON, L’ECRIVAIN (109ª Lower Baggot St, Dublin 2) y PATRICK GUILBAUD (Merrion Square 0035316764192). Mejor los dos últimos.

Weirdo dijo...

Sigo...

Para sitios interesantes donde sirven vinos por copas, también tienes el ELY WINE BAR, en Ely Place, cerca de St Stephen Green. Para probar la cocina irlandesa, el AVOCA. Si quieres cocina más afrancesada (muy extendida por Dublín), está bastante bien el DAX, con una interesante carta de vinos. Para cocina tailandesa, tienes el SABA, en Clareson St, donde sirven un menú a 35 y otro a 45 euros. Si se te antoja una hamburguesa, tienes el BÓBÓ’S y algo más alejado del centro, aunque en mi opinión bastante mejor, el JO’BURGER. No vayas al JHONNIE FOX, el que dicen que es el pub más antiguo de Dublín. Ni la comida ni el sitio, justifican el paseo. Evita también el PORT HOUSE, una especie de español bastante surrealista donde una vez para enfriarme el vino, me echaron una hielo en la copa. Por no hablar de las croquetas… algo denunciable.

Si tienes la ocasión de comprar vino hazlo en CORKSCREW WINE MERCHANTS en Chatham St 4, una pequeña tienda que tiene muy buenos precios con un dueño muy amable y muy profesional, deja que te aconseje.

Y de postre, al final de Dame St, muy cerca de Temple bar, tienes el QUEEN OF TARTS, para tomar un café y una tarta tranquilamente sentado en una de las mesas que miran hacia la calle.

Si estás por Temble bar dando un paseo, te aconsejo que hagas una parada en el GRUEL para tomar algo rápido. Evita cuando puedas la Guiness de Temple bar, es infame y no te da una idea de lo que es esta cerveza negra y de como descubrir el gusto de los irlandeses y de la ciudad: la “atmosphere”, que ellos llaman. Vete a MCDAIDS en Harry St (una pequeña calle dentro de Grafton St). Por cierto, justo enfrente tienes el Bruxelles, donde suelen haber conciertos o incluso irlandeses cantando en directo de manera improvisada. Está bien para tomar una Guiness sentado en la puerta.

Para escuchar Jazz, ve al JJSMITHS en Wexford St o el BLEU NOTE en Capel St. Para pop-rock, sin duda al WHELANS.

No obstante, mi recomendación es que una vez que aterrices, te hagas con la guía de bolsillo de The Dubliner ‘100 best restaurants’ (6,99 €), es muy manejable, cómoda y barata y te vienen ordenados todos los tipos de restaurantes según estilos y con una mapa donde se indica perfectamente donde está situado cada uno.

Espeto dijo...

Emiliano, yo pasé de los barcos que servían gelatinas a los que sirven aspics. Ahora estoy ahorrando a ver si la próxima (dentro de mucho, mucho, tiempo) puedo embarcarme en uno que sirva gelées.

Me apunto a lo de Aponiente. El pobre Ángel León no sabe lo que se le viene encima porque no nos relaciona. El día que nos vea las caras a todos juntos allí se dará cuenta del lío en que se ha metido. Voto porque Emiliano siga con la presión para organizar esa cena rivaival.

Ayer nos zumbamos una botella de El Reventón 2008, el vino que hacen en Cebreros Raúl Pérez y los de Jiménez Landi con garnachas viejas. Me entusiasmó aunque, obviamente, le queda mucho recorrido. Como decía un compañero de mesa si cierras los ojos te imaginas un Chateneuf du Pape. Y eso es mucho decir.

Carlos dijo...

Me gusto La Maleta del Loco. Comida sencilla pero bien hecha y buena carta de vinos. Nos zumbamos el Pascal Docquet del 96, con acidez subida, estilo oxidativo. Un Gran champan para aperitivo o para incluso para contrastar con guisotes. Me lo pase pipa.

Espeto dijo...

La Maleta del Loco debe estar entre los diez gastro-lugares del país que más ganas tengo de conocer. Buen champagne, sí señor.

Y, si yo tuviese cerca un sitio como La Salgar, no pasaría un mes sin que comiera allí. De esos sitios que puedes llevar indistintamente a tu novia, a tu socio o a tu abuela. De hecho, supongo que eso es lo mejor que se puede decir de un restaurante.

kalakahua dijo...

Espeto, y a tu mujer, a tu mujer.

Numeritos dijo...

Ayer volví a Tanta y me gustó. Pero me encontré a un ADL que estaba por ahí y le gustó menos.

A ver si alguien adivina en qué restaurante pudo pasar esto:

Un gourmet elegante y morantista reserva mesa en un restaurante que hace cocina típica de una país andino que está en el Paseo de la Castellana a las 15:00 y llega con una puntualidad británica.

El amigo maitre pregunta qué quiere la mesa y la mesa le contesta que el menú degustación tradición (45€). A lo que el maitre responde que a partir de las 15:00 no hay menú degustación.

Así que tras pedirle que la próxima vez avisen al hacer la reserva, el elegante morantista le dice que si puede poner los platos del menú degustación uno detrás de otro, a lo que el amable maitre responde que no problem.

Resultado, 100€ por persona con una botella de vino blanco de 20€ y un postre para tres.

El vino blanco no es el recomendado de la casa. De ese no tienen.

angel dijo...

numeritos,
a mí no me pasó lo mismo pero le faltó poco, eso sí, la factura también estuvo por encima de los 100€

Carlos dijo...

En cuanto vuelva voy al Tanta. Suena a Tantra y da buen rollo.

Luego votamos.

angel dijo...

La gente de Jimenez Landi lo está haciendo muy bien, el Reventón es un vinazo y los que tengáis la oprtunidad de probar un Cantos del Diablo váis a flipar.

En otro orden de cosas, el Carrillon de l'Angelus de 1997 me ha sabido a gloria; ya sé que no es una buena añada en Burdeos (lo sé porque lo he leído, porque se puede escribir una enciclopedia con todo lo que desconozco de Burdeos y de muchas otra zonas) pero me he encontrado con un vino sorprendentemente joven y que parece de libro: la merlot presente desde el primer momento, el chocolate que va evolucionando, los mentolados, etc... (esto también lo he leído) y todo por 35€

kalakahua dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
kalakahua dijo...

Las hamburguesas de NY esas de las que habla Emiliano no lo sé, pero estos Mcnuggets deben de estar de la hostia.

Espeto dijo...

Lo mismo pasó cuando a Emiliano le dijeron en el Guggenheim que ya no les quedaba más pasta casarecce.

kalakahua dijo...

De hecho el edificio era neoclásico antes del incidente.

compangu dijo...

Importante detalle el de la capa de ñorda que adorna la ventana.

El grado de satisfacción de la clientela debe similar al de las sidrerías de la ovetense calle Gascona.

juanjo dijo...

joer está Madrid medio vacío. Eso sí algún restaurante "cool" con lleno hasta la bandera que para si quisieran algunos de los grandes... cosas del marketing bien hecho supongo.

Alquien sabe donde puedo comprar Martin Miller westbourne en tienda en Madrid?

Algún bloguero de Rodríguez en Madrid para un homenaje mañana??? :-) un MCdonalds o burguerking para contrastar con los mcnuggest que dice Ka jajaja

Juan José dijo...

Puuuuahjj desasatre en marbella en el ancla, si me lo tienen dicho que no salga de casa.

Unas tortillitas carbonilazadas y una lubina de quilo cien, que lo sera dentro de 20 anos, porque esta no pesaba mas de seiscientos,eso si bien cobrada.
Lo mejor fue que era la segunda, la primera nos la,presentan, la vimos emplatar, y como se la llevaban a otra mesa. Tan hartos estaban de esperar, esos etiopes reconvertidos en pijos, los primeros platos que la hicieron suya y se la zamparon de aperitivo,!!pero si yo ya la habia bautizado!!!.

En fin, que alguien se apiade de mi ?un sitio en marbella para comer dignamente sin ser saqueado con un palo de 120 eur/pers? (Zona sanpedro- banus).

Por cierto sali bastante contento de la moraga, el cual dentro del caos reinante se puede recomendar para alimentarse y sobre todo con buena rcp

Carlos dijo...

Buen papeo hoy en El Candil, Gijon. Restaurante pequeño sin mas pretensiones que ofrecer un buen producto y no fastidiarlo; de base vasca, el dueño y chef recibe al personal y toma nota. No, la carta no pinta mucho, pero no exagera la postura ni en cantidades ni en precios.

Lo mejor unos chipironea afogados, materia prima espectacular y buena mano con el toque de Jerez. El virrey para dos -palometa roja en otros lares-, al horno también de nota. Algún vino interesante en carta como el irregular pero espléndido, si toca, Pedralonga.

Sitios así debería haber en cualquier ciudad, porque con lo mencionado, media de salpicón y una tarta de manzana se rozan los cien euros.

pisto dijo...

En Asturias es habitual encontrar en las pescaderías tanto Rey/Virrey como Palometa Roja, como si de dos especies se tratara, la primera más noble y cara que la segunda.

Siempre pensé que el Rey/Virrey era beryx splendens y la palometa roja era otra variedad (¿beryx decadactylus?) pero la verdad es que fishbase hay veces que en vez de ayudar, despista.

La palometa roja que compramos por aquí es de un color rojo muy intenso, casi radiactivo. El Virrey es de un color rosa metalizado. Sus carnes no se parecen demasiado y es difícil dar gato por liebre.

Me consta que en El Candil se maneja material de primera calidad (así que te dieron Virrey), y hay pocos sitios donde preparen el pescado con tal sencillez y perfecto resultado.

Para mí, el Virrey es uno de los grandes pescados de Asturias cuando es local y bueno. El problema, como siempre, es su precio, pues no suelen bajar de los 20-25 euros / kilo en la pescadería, y no es infrecuente que ronden los 30.

Yerga dijo...

Me agrada sobremanera que la secta de Aponiente aumente sus miembros y miembras, gran restaurante en mi opinión.A pesar de ser frecuentado por gente de mala calaña y peor vestimenta.
Yo sigo con mi tesis doctoral, "El txipi y el besugo como sintomas de la sublimación y degradación de las especies".
Como añadido estoy trabajando sobre "La sopa de pescado ¿un valor en desuso?"

Yerga dijo...

De fuentes bien informadas el 90% del virrey asturiano viene de Canada,¿porqué no el 100%?, a lo mejor no está tan bien informada. Pero me ha dado tal cantidad de documentación sobre la pesca abisal que me ha dejado con el GT caliente.

emiliano dijo...

Yerga, lo de mala calaña te lo admito, pero mal vestido lo serás tú.

emiliano dijo...

Hoy me he estrenado en el nuevo local de Sudestada. Buen menú degustación que no está mal de precio: sopa fría de pepino, rollitos vietnamitas, dumpling, samosas, brochetas, salsas, arroz frito, ensaladas, más salsas, curry, más curry y un postre húmedo. Para beber, vino.

Después de comer, mis delicados acompañantes me han llevado al Bar Bristol de la calle del Almirante, aunque en la tarjeta que me han dado pone que se llama Gintonize y que es un afterwork y tal y tal. Este bar es un lugar recomendable, si no quieres enterarte de nada de lo que te cuenten tus delicados acompañantes.

(Este mensaje ha sido enviado desde mi ordenador ultraportátil, envidia de mis semejantes por su bajo coste y sus altas prestaciones)

angel dijo...

Al final voy a tener que ir a Aponiente....

(mensaje enviado desde mi iPad 64 Gb con 3G y funda original de Apple cargado con un montón de sw que Emiliano no sabe utilizar)

Espeto dijo...

Juan José, El Ancla es un sitio donde nunca me he encontrado a un malagueño. Su clientela oscila entre el Barrio de Salamanca y la Plaza Roja de Moscú. Con esos datos se puede entender tu experiencia.

Para que te voy a engañar: lo tienes muy difícil en esa zona y en esta época.

En fin, para cumplir tus premisas (que no te saqueen), tienes que salirte un poco del "territorio turista". Vete al Puerto Pesquero de Marbella al mediodía (La Cofradía de Pescadores, La Relojera o La Traíña, enfrente) o a probar frituras al Altamirano o a tapear a El Estrecho, Bartolo o La Niña del Pisto. O a la Sidrería Usategui, cerca de la estación de autobuses. Olvida Puerto Banús y vete, por ejemplo, a Casa Fernando en San Pedro o a Sidrería Manolo en La Campana. O a La Escollera en el puerto de Estepona. Mejor aun, cógete el coche y vete hasta Fuengirola que tiene una rcp bastante mejor. Allí puedes comer en La Salina, Girol o en Tánicos y ahorrarte un montón de pasta. O en el mismo Los Marinos si no te tiras a por marisco. Si necesitas más coordenadas, dímelo.

A mí lo único que no me gusta de Aponiente es la gente que va en bañador y camisa hawaiiana como Emiliano. Chusma.

Yerga, no tienes ni puta idea.

Yerga dijo...

Siento que no hayaiss disfrutado del inmenso placer de compartir mesa y mantel durante dos horas con un personaje que te describe con todo lujo de detalles las artes de pesca,diametros de redes,ángulos de los anzuelos,inclinación de los barcos,calidades de cebos,direcciones de las corrientes, profundidades de pesca según el mar y las especies,capacidades de los sonares y ¡Dios sabe que mas!...eso si , reconoce no haber pisado un barco en su vida y se dedica a vender electrodomésticos.
Lo de mal vestido no iba por ti Emiliano,envidio tu elegancia petronil, iba por Espeto.....por sus camisas y corbatas concretamente.

angel dijo...

yerga,
ya me extrañaba que te metieras con la elegancia de emiliano, es de las pocas personas que conozco que pueden llevan con la misma donosura unos pantalones cortos, que unos vaqueros, que un traje de Armani; es la ventaja de su físico privilegiado.

Dicho esto discrepo de tu valoración acerca del vestuario de espeto que es un "trend setter" de lo más reconocido; de hecho, todo el mundo en Marbella y alrededores está pendiente de ver que traje se pone por la mañana para poder imitarle.

Yerga dijo...

En Marbella si Angel, de hecho creo que compartía estilísta con Jesús Gil.

Yerga dijo...

Hoy es un dia en los que dicen que hace malo por el Norte.
Personalmente me encantan, son los dias en que aprovecho para dar un repaso a los bares de San Sebastian,lista de Weirdo incluida,durante el dia.
Al atardecer lo mejor que puede hacer uno es acercarse al Urberu en Elorrisa (entre Zumaia e Itziar)y pedir un sapito y un chuletón a la brasa.Un sitio de RCP extraordinaria al que mi Santa define como "la osera de este animal".

Espeto dijo...

Personalmente, siempre me he fijado más en el porte de Julián Muñoz. Un hombre tan elegante que nunca ha neceditado que le tomen los bajos del pantalón.

Yerga, la vamos a tener.

Espeto dijo...

¿Neceditado? Ni Yerga lo hubiese escrito tan mal.

Numeritos dijo...

Ojo, Espeto, que llevar el pantalón a la altura de las tetillas es elegante, pero abusar de ello produce un daño irreparable en la producción de espermatozoides sanos.

kalakahua dijo...

Espeto, se empieza con neceditado y se termina en Proyecto Hombre.

Tanto champán no podía ser bueno.

emiliano dijo...

Yo lo que necedito es amor.

Carlos dijo...

Añado pues el Faro al Ventorrillo del Chato y me quedo con Casa Manteca para el aperitivo.

Para despedirme de Gijón, visita al Avant Garde, restaurante autodenominado gastrobar del restaurante NH Gijón, donde los propietarios gestionan, aparte del propio restaurante, la coctelería situada en el ático con buenas vistas a la playa de San Lorenzo.

Si hablamos de la comida y sólo de la comida se trata, en mi opinión, de un restaurante con cierto interés. A buenos platos como la ventresca a la plancha, la costilla de cerdo con chimichurri o el tocinillo de cielo -de postre, claro-, se le añaden algunos flojitos como la ensaladilla rusa o directamente fallidos como la pizzetta de jamón ibérico y rúcula -pan crudo, ibérico corriente-.

Raciones minúsculas y preciadas con dureza -la pizzetta, mínima, 10,20 euros y 100 gramos de ventresca limpia 18 euros-.

Decoración simpática, servicio esforzado y agradable. Sitio pensado para tapear y compartir, tiene, eso sí, una carta de vinos correcta y de precios comedidos.

Dada la interesante oferta en la ciudad, sólo lo contemplaría como opción para clientes del hotel cansados de mucho paseo.

Carlos dijo...

Cristino, "Caius Apicius" y su opinión sobre cómo elegir una guía gastronómica.

No tiene desperdicio, pero creo que se ha quedado anclado en lo de hace dos o tres años. Ahora lo que se lleva es decir que "algunos" anónimos sí que saben.

kalakahua dijo...

En Barcelona se están cepillando a miles de inocentes palomas gaseándolas. ¿qué pasa, que éstas no sufren? ¿donde están los animalistas y los de CIU, ERC y demás gandalla?. Menudos hijosdelagranputa están hechos en algunas partes.