lunes, 20 de diciembre de 2010

Leo, Leo, Barcelona


En el año 2002 o 2003, ya no me acuerdo, Woody Allen dirigió “Melinda y Melinda”, película en la que unos amigos quedan para cenar tras asistir al funeral de un compañero que acaba de morir de un infarto justo después de haberse hecho un electrocardiograma que dio un resultado perfecto. Después de la cena, durante la sobremesa, se ponen a discutir de cuestiones trascendentes y profundas. Discuten sobre si la esencia de la vida es trágica o cómica, sobre si en realidad no hay nada intrínsecamente gracioso en los terribles hechos de la existencia o si, por el contrario, todo es tan absurdo que al final no nos queda más remedio que reírnos de cualquier cosa. Discuten sobre si estamos rodeados de gente graciosa, guapa y divertida que siempre nos ofrece la posibilidad de afrontar los problemas diarios con una sonrisa en los labios, o si solo existen dos categorías de personas: los horribles y los miserables (en palabras de Woody los horribles son los enfermos incurables, los ciegos y los lisiados, mientras que los miserables somos todos los demás). Esa discusión les da pie para contar la misma historia desde dos puntos de vista diferentes: una mujer se presenta de improviso en una cena de amigos y su presencia acaba afectando a la vida de sus anfitriones de un modo trágico o cómico, según se mire, según como se cuente. A mí esta película me gustó mucho. No voy a decir que llegue a la enorme altura de las mejores comedias de Woody, porque entonces estaríamos hablando de que podría compararse con las mejores películas que se han hecho en los últimos cuarenta años y tampoco hay que exagerar, pero sí que me parece una historia original, compleja, ocurrente y divertida. Pero, bueno, si habéis visto la película y no os ha gustado, tampoco vamos a discutir por eso, que bastantes líos han tenido aquí algunos por decir que le gustan las películas de Ginger Rogers y Fred Astaire. Solo la menciono porque fue la última película que Woody realizó en Nueva York antes de irse durante una larga temporada a rodar fuera, primero a Londres y luego a Barcelona con Vicky y con Cristina.

“Vicky, Cristina, Barcelona” no está a la altura, ni de lejos, de las obras maestras del genio neoyorquino. Tampoco está al nivel de sus primeras comedias más despreocupadas y ligeras, películas que a pesar de no prestar demasiada atención a aspectos que se pueden considerar esenciales a la hora de definir un estilo cinematográfico de calidad, al menos sí que se caracterizaban por contener una sucesión de estupendos y divertidos gags que ponían de manifiesto un sentido del humor típico e inconfundible. Resumiendo: si hablamos de cine diremos que “Vicky, Cristina, Barcelona” resulta una película anodina y decepcionante, carente de la extraordinaria lucidez y de la creatividad, íntima y cercana, que Woody Allen saca a relucir cada vez que pasea la cámara por la ciudad de los rascacielos. Si hablamos de otras cosas, como por ejemplo del recorrido que realizan los protagonistas (los de aquí y los de allá) por Barcelona, entonces tendremos que decir que en nuestra opinión la película muestra una visión superficial y frívola de la capital mediterránea, visión más propia de turistas torpes y desinteresados que de observadores inteligentes dotados de la perspectiva avispada y sutil a la que Woody nos ha tenido acostumbrados durante muchos años. Algunos han achacado estos defectos a problemas relacionados con la edad. Es posible y lógico. Otros sostienen que Woody se empequeñece cuando sale de Manhattan (lo cual debe tener algo de cierto también, pues fue suficiente volver a plantar la cámara en las calles de Greenwich Village para que la cosa volviera a funcionar en la espléndida “Si la cosa funciona”, valga la redundancia). A lo mejor se trata simplemente de que no se puede acertar siempre. Pero, bueno, tampoco le demos más vueltas, ya que la única razón de que llevemos dos párrafos hablando de Woody Allen es porque su película “Vicky, Cristina, Barcelona” nos ha servido de inspiración para escoger el título de nuestro artículo de hoy: “Leo, Leo, Barcelona”. Ingenioso, ¿verdad?

Leo

El primer Leo se llama Lionel, se apellida Messi, y juega en el Barça, el muy cabrón. Messi es responsable de muchos de los males que últimamente me aquejan y que me han obligado a acudir otra vez a la consulta del psiquiatra. Ya sé que pensáis que soy del atleti y que por tanto, como buen antimadridista, no habrían de afectarme los éxitos del Barcelona, pero estáis equivocados. En realidad soy un madridista hasta la médula y a muerte con mis colores. Lo que ocurre es que cuando escribo comentarios en el blog suelo sufrir trastornos de personalidad múltiple disociativa, lo que provoca una extraña mutación en mi mente torturada y hace que, sin yo quererlo, me invada momentáneamente el temperamento de un entusiasta colchonero, y como si fuera Tristón (el compañero del león Leoncio, otro Leo) me pase el día repitiendo a quien quiera oírme la aburrida letanía de que yo soy el pupas y tú eres un presumido y un soberbio. Pero decía que soy madridista y que Messi me tiene preocupadísimo. No es que el Barcelona no haya contado antes con jugadores espléndidos, no. A eso ya estamos acostumbrados. Por allí han pasado Cruyff, Maradona y otros futbolistas galardonados con el Balón de Oro, antes de que Cannavaro, este defensa torpón y risueño que no tenía más gracia que la del patadón y tentetieso, recibiera el trofeo de manos de un jurado de ineptos. Es posible que Leo sea el mejor jugador de la historia del fútbol, no lo sé. Creo que a este tipo de jugadores se les debe juzgar solamente por su capacidad para destacar entre los futbolistas de su época y para hacer grandes a los equipos en los que juegan. Pero lo sea o no, no se trata solo de sobrellevar con cierta envidia el hecho de que un jugador tan maravilloso no juegue en el Real Madrid. El problema es que Messi juega rodeado de un equipo de fábula, mucho mejor que el de la época de Maradona o de Cruyff, y que este equipo parece haber alcanzado hoy la cumbre del fútbol jugando como uno imagina que deben jugar los ángeles en el patio del colegio del cielo a la hora del recreo. El problema es que, lo mismo que hace veinticinco años Dios se puso a jugar al baloncesto disfrazado de un jugador de los Chicago Bulls, hoy la belleza se ha puesto una camiseta azulgrana. Grandes equipos los ha habido siempre, pero es ahora cuando se ha materializado por fin mi ideal del fútbol, mi equipo soñado. Lo que me disgusta, lo que me tiene en un sinvivir es que ese equipo no es el Real Madrid, sino el Barça. Me disgusta que cuando esa orquesta dirigida por Xavi eleva de pronto la intensidad de la música y con un ligero toque de batuta le da la entrada al primer solista, yo empiezo a sentir palpitaciones en esa pequeña zona de mi pecho donde guardo el buen gusto y entonces se ponen a dar vueltas de campana a la vez mi admiración y mi envidia (mi insana envidia, que la envidia nunca puede ser sana, nunca lo es).

Este equipo ha conseguido que el club haya recuperado su orgullo y se muestre muy alejado de aquel insoportable victimismo, propio de la época de Núñez y de Gaspart, que lo convirtió en un grupo afectado de manía persecutoria, eternamente deprimido e incapaz de generar alegría a sus aficionados, los cuales, siempre resentidos por esto o por aquello, se desahogaban hablando de Guruceta, del corpus de sangre, de Felipe II, de Franco, de su señora esposa La Collares o de los Tercios de Flandes y, en permanente estado de mosqueo, se dedicaban a ocultar su condición de equipo de segunda fila proclamándose más que un club y lanzando cabezas de cerdo al terreno de juego: ¡aquest any, tampoc!, ¡aquest any, tampoc!

Pero hace unos años, bajo la presidencia de un personaje mediocre aspirante a libertador de Cataluña, el Barça ha emprendido un camino que en poco tiempo le ha llevado a convertirse en el equipo más alegre del mundo (además del mejor, naturalmente). Para colmo me aseguran mis amigos culés que esta alegría no va a ser pasajera y que está aquí para quedarse. Me dicen que en Barcelona ahora se discute poco de fichajes y de cantera. Que cada vez les importan menos los otros equipos (eso no es soberbia, es capacidad para reconocer la valía, aunque esta se encuentre en tu propia casa) y cada vez hablan más de fantasía y de belleza. Yo, qué quieren que les diga, aunque reconozco sin reparos que el Barça es hoy el mejor equipo del planeta, me consuelo pensando que el gran club de la historia del fútbol ha sido siempre el Real Madrid y que esto no va a cambiar por el simple hecho de que se prolongue durante unos años más esta racha afortunada de nuestros queridos rivales. Que la disfruten. Reconocemos que tiene todo el derecho de mundo a presumir. Mientras tanto, no subestimemos la indiscutible capacidad autodestructiva del club azulgrana. Y si tarda en hacer efecto, confiemos en que las investigaciones para crear el gen madridista iniciadas por el Doctor Bacterio a instancias de Florentino den pronto su fruto, de modo que el día menos pensado se puedan oír en las instalaciones de la Masía a Messi, Xavi e Iniesta cantando a tres voces el bello himno de las mocitas, ante el asombro de Guardiola y del resto de la plantilla. Si esto tampoco funciona, ya sólo nos va a quedar el recurso de la vela a Santa Rita. Eso o aficionarnos al fútbol americano.

Leo

El segundo Leo es un restaurante situado en el barrio del Raval, llamado Casa Leopoldo, el restaurante favorito de Vázquez Montalbán y de Pepe Carvalho. Creo que ambos contaron una vez que allí les llevaban sus papás de la mano cuando había algo que celebrar y dinero para gastarlo. Los entiendo perfectamente. A mí, mi padre me llevaba a comer patatas fritas a la inglesa en la Cruz Blanca. A veces un pollo asado en La Ostrería. Cuando tocaba, pocas veces, unos percebes en una cervecería de la calle Torrijos que se llamaba La Dorada y que a mí me parecían la cosa más rica del mundo, quien sabe si porque en realidad yo era capaz de apreciarlos tanto o era porque a mi padre le entusiasmaban y yo quería acercarme al mundo de los sabores imitando su gusto. Si se trataba de comer sentados acudíamos a tomar la fabada de marisco al Tulipán, entrañable restaurante de barrio que se mantiene abierto después de sesenta años para ofrecer comida y recuerdos de la infancia por el mismo precio. Decía Vázquez Montalbán que mientras que hay restaurantes y cocineros que se pasan la vida luchando por la estrella Michelín, otros consiguen pasar a la historia por el mero hecho de formar parte de la memoria de la gente, quizás porque sus paredes de azulejos y sus platos te devuelven sabores que son tuyos y que no puedes encontrar en otro sitio. Rosebud. Tara. Amarcord. Días de radio. Enterrad mi corazón en Wounded Knee. De esas cosas estábamos hablando cuando un camarero nos sirvió un pescado de triste aspecto que vino a culminar una cena igual de triste y eso nos hizo reflexionar sobre la evidencia de que el pasado está bien, pero si quieres formar parte de los recuerdos futuros de nuevos clientes o continuar renovando los de los parroquianos de toda la vida, tienes que seguir currándotelo. Es posible que a los dueños de Casa Leopoldo se les haya olvidado y ahora, por desgracia, no estén allí Vázquez Montalbán y Pepe Carvalho para recordárselo.

Barcelona

Y Barcelona es Barcelona, claro, pero aquí no voy a decir casi nada. Ya he llenado un folio por las dos caras y el boli se me ha quedado sin tinta. Además no sabría que escribir para no dar una visión todavía más superficial y frívola que la de Woody. Solo diré que he tenido la oportunidad de visitarla en unos días en los que los barceloneses la habían abandonado en masa, dejándola en manos de los turistas para que se la cuidáramos. Hemos podido pasear a gusto por barrios poco transitados y por algunos otros aderezados por montones de inmigrantes que no parecen representar ningún elemento de discordia, sino más bien de integración. Hemos recorrido de arriba abajo las Ramblas, añorando un poco los tiempos en los que parecía una calle en lugar de un transbordo en hora punta en la estación de la Avenida de América. Nos hemos encontrado con gente simpática y hospitalaria que, por una vez, me ha parecido más ocupada en sentirse orgullosa de su ciudad y de su equipo que en poner de manifiesto tantas absurdas rencillas con las que a veces nos enredamos todos. Hemos escalado montañas y hemos visto el mar. Nos hemos puesto morados de rebanadas de pan con aceite, tomate y sal. Hemos comido bien, aunque no en Casa Leopoldo. Nos gusta Barcelona.

328 comentarios:

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angel dijo...

Me gusta la barra de Rafa, ensaladilla rica, buenas ostras y mejor percebe, garbanzos con perdiz y judiones con centollo.

malinche dijo...

No me quedaría tranquilo si contara lo que se, o lo que me pareció entender. Junto al nuevo sistema de reservas que matiene el actual para menos de 30 días pero permitirá reservar con mayor antelación si se garantiza con tarjeta de crédito, otras novedades harán posible un salto de calidad en su restaurante.

Está muy ilusionado.

angel dijo...

Yo creo que, si por fin le arreglan el tema de las reservas con tarjeta, solo con eso ya tendrá un motivo menos de preocupación.
Lo demás...depende de él :)

Oseypunto dijo...

Espeto,
déjate de Mystique, de Atrio ni mariconadas - valga la redundancia ;) - y pásate por Las Cancelas y te metes tu cañita con un pincho de orejas tal que ajín. Eso si que es Cáceres, cañas con pichos -bueno, y cada vez menos-.

Licenciado Vladimiro dijo...

Hoy estaba por la zona y me he acercado a merendar al sitio de tacos que recomendaba (si no recuerdo mal) Compangu, Taquería Chipotle. No sé si mejor o peor que la competencia (aunque no me ha gustado nada el pastor, con un insidioso sabor a chorizo), pero he salido contento. Las salsas estaban cojonudas, sobretodo la del chile que da nombre al local: profunda, ahumada, muy picante.

Y para convertir la merienda en cena, me he dado un paseo hasta la barra de Sylkar. No le veo la gracia, y barato tampoco es.

En esta línea, ¿cómo andarán de setas a finales de diciembre en El Cisne Azul? Igual me paso a merendar mañana.

Carlos dijo...

Lo bueno de El Cisne Azul es que hacen un coupage de añadas micologicas en la plancha. Por lo demás es un sitio estupendo, volveré pronto.

buscemi dijo...

Fui yo Licenciado, sabía que te gustaría. Humildemente creo que Chipotle está por encima de Mi Ciudad. Y los/as margaritas cojonudas.

buscemi dijo...

Hay que ver lo malo que está el Moet, le han regalado a mi mujer un par de botellas, no tenía que meterme para el cuerpo y me estoy bebiendo una. Malo, malo, malo, pero malo, malo, malo. Lo peor es que se lo cuentas a cualquier conocido y te llama pijo, listo, snob, cantamañanas, tu que sabrás, lo habrás leido en la internete... con lo bueno que está un simple Andre Clouet y encima más barato.

Carlos dijo...

Otro de esos platos de Sacha que realmente merece la pena son las patatas con trufa: patatas en láminas con puerro y nata cubiertas por trufa negra.

Cualquiera de los champanes de a diez pavos que listó Espeto del Makro está mucho mejor que el Moet, Buscemi.

kalakahua dijo...

Buscemi, lo confirmo: eres un pijo, snob y cantamañanas, y no he tenido oportunidad de probar ese Moet.

Ahora que lo que de verdad digo es que lo de El Bressol es una cosa sumamente importante de la que no ser habla como se merece.

buscemi dijo...

¡Nata! la palabra prohibida en el parnaso gastronómico ¡¡anatema!!

Carlos dijo...

Sí, nata y mantequilla son pecado mortal. Tiene huevos la cosa.

buscemi dijo...

Cada vez me gusta más la comida clásica francesa, aunque sea por joder...

Licenciado Vladimiro dijo...

La crítica a champanes de discoteca no falla si te quieres inmolar en las cenas familiares. Yo anoche estuve a puntito. Mejor tomar la palabra para defender la ablación femenina o los controladores aéreos.

Espeto dijo...

Buscemi, la cocina clásica fancesa está anticuada, usa mantequillas y natas y le pone salsas a todo, pero... está rica. Algo que a veces no se puede decir de ciertos platos de alta cocina. A mí también me gusta. Como me gustan esos grandes restaurantes donde las cosas se siguen haciendo como hace treinta años y no entiendo porque para que unos existan deben desaparecer otros.

Las recomendaciones enológicas navidelas:

-Paul Dethune Brut NV. De Ambonnay. Un champagne de aperitivo perfecto para reuniones. Con un par de magnums resuelve uno las visitas. Las agradables, a las otras le echamos el de Makro.

- Claude Cazals Grand Cru 2001. De Le Mesnil sur Oger. Este ya es un viejo conocido pero sigue siendo una de las mejores rcp del mercado. Profundo y elegante.

- Jerome Prevost La Closerie Les Beguines Fac-simile Rosé. Cada vez me gustan más los rosados y este es un buen ejemplo para convencer a los excépticos.

- Didier Daguenau Pur Sang 2007. Otro viejo conocido y, a pesar de su juventud, un vino impresionante. Una nariz desconcertante, maravillosa. Quizás diga una barbaridad pero creo que me gusta más que su hermano mayor, el Silex.

- Finca Dofí 1998. La gran decepción de la semana pasada. ¿Cómo puede estar tan verde aún? Había probado algún 2001 y algún 2003 y me salieron mejor.

Oseypunto dijo...

Espeto, déjate de Mystique, Atrio ni mariconadas - valga la redundancia ;) -, y pásate por Las Cancelas y te metes un par de cañas con un pincho "deli-pringoso" de orejas tal que ajín. Eso si que es CC, cañas y pinchos ... que pareces nuevo.

Espeto dijo...

Oseypunto, cañas y tapas... de malas a horribles, añado yo. Eso sí que es Cáceres.

En cualquier caso, de algo hay que morir. Probaremos.

Carlos dijo...

Es que sería difícil que nos gustara la cocina clásica española. No la hay, más allá de la cocina popular. Y no la habrá, porque la opción que ha elegido la gastronomía española es "el concepto", no crear y redondear grandes platos.

Lo importante dejaron de ser los platos para ser las técnicas. Y luego dejaron de ser las técnicas para que lo fueran los conceptos.

Es como si ser creativo impidiera darle tiempo a los platos para acabarlos con detalle.

Carlos dijo...

Quizá lo más cercano a la cocina clásica española sea el 1080 de Simone Ortega.

Oseypunto dijo...

Claro, claro Espeto, de los de gratis y triperos. Asín como va a existir variedad y calidad en tapas, aunque siempre hay excepciones y gustos, claro, porque esa cocina clásica que habla Carlos, solo te la puedes encontrar en el bar de barrio familiar, donde la madre o esposa ejerce de cocinera.

Espeto dijo...

Entender la cocina española sin la francesa es difícil, sobre todo a partir de ciertos años. La "alta cocina", la de los hoteles, restaurantes y "casas bien" siempre tiró del mismo sitio.

En el 1080 de Simone Ortega debe haber un 50 % de recetas de claro origen francés. A ver si no me tiran piedras por esa...

Oseypunto, nos entendemos :) Otro año que me veo encerrado en la Dehesa Extremeña. O, bastante mejor, en casa de mi suegro.

Espeto dijo...

Quicir la Dehesa de Santa María...

pisto dijo...

Al hilo de lo que dice Espeto, ¿alguien podría recomendarme el equivalente francés al 1080 de la Ortega? Precisamente el otro día le decía a mi mujer que me encantaría tener un libro así.

No importa si está en la lengua de Alejandro Dumas.

Espeto dijo...

Lo de los libros franceses de cocina es un tema complicado. Supongo que es por el recetario tan enorme que tienen y por las cientos de variantes regeionales, pero no creo que exista un compendio como el 1080 español o la Cuchara de Plata italiano. Yo suelo tirar del Mi Cocina de Robuchon (La Cocina de Mercado de Bocusse es demasiado barroco), de un libro americano que se llama French Cooking, de alguno de Le Cordon Bleu (está bien La Cocina Completa), incluso del Bouchon de Thomas Keller o de la Larousse. Quizás lo más parecido sea el Martering the Art of French Cooking de Julia Childs. Si controlase bien el francés, me gustaría tener Les Cuisines de Nos Terroirs.

Carlos dijo...

Hay una opción alternativa, en la lengua de Shakespeare, "Mastering the art of french cooking", de Julia Child.

Carlos dijo...

Que veo ya había comentado Espeto.

Carlos dijo...

Acabo de vomitar lo que me rondaba por la cabeza mientras compraba. El problema de los conceptos es que necesitan de gente inteligente y talentosa para ser interpretados. Las recetas, no. Por eso no quedará más allá de la alta cocina, porque lo que se mezcla con la gente son los libros de recetas, no los conceptos.

Como el de Julia Child, por ejemplo.

emiliano dijo...

Este video que os traigo de buena mañana, guarda una canción envuelta dentro de un concepto encerrado dentro de un enigma. La canción se entitula Qué he de hacer para olvidarte y, lo mismo que pasa con las endivias con vermú, necesita de gente inteligente y talentosa para ser apreciada. Lamentablemente, la canción popular española no transita a menudo por los insólitos senderos abiertos por este monstruo.

Hablando de monstruos, cuando tenga un rato os buscaré algo de Juan Erasmo Mochi.

Carlos dijo...

Para entender a Otero hace falta un alma sensible, Emiliano. Capaz de entender ese concepto, quién sabe por qué, dice la gente que trasnochado.

emiliano dijo...

Eso es lo que somos nosotros, Carlos. Almas sensibles.

Yerga dijo...

En mi opinión en plan muy básico está bien el de Cocina Francesa de Johanne Harris, el mejor para iniciados es el de Le Cordon Bleu, el de Ducasse o el de Boccusse para cocinillas expertos , el de Julia Child (por cierto Emiliano me gustó la peli)y la Larousse solo para los que lo sepan interpretar y hay otro que está muy bien que da un repaso por todas las regiones francesas hablando de productos y con algunas recetas que es una maravilla , cuando llegue a casa os digo cual es.Para cocina española afrancesada recomiendo la Parabere y el de El Amparo.
Espeto¡valiente y acertado!, con dos....

Numeritos dijo...

En verdad os digo que la receta de patatas con nata, puerro y trufa de Sacha la clavo. Pero me da que es una receta tradicional. Sacha lo que ha hecho es repescarla, que bastante mérito tiene.

El otro día pasé por La Taberna de San Mamés a comerme unos insidiosos callos y vi que sigue poniendo en la carta eso de "en la cocina de este restaurante no entra la nata ni la mantequilla".

Numeritos dijo...

Joder, Emiliano, qué cosa más bonita.

Numeritos dijo...

La película de Julia Child está fenomenal. Kalakahua la vio en VO y doblada.

Es mejor en VO, porque se oyen mejor los grititos de Meryl Streep. Cómo me gusta a mi esa actriz.

Carlos dijo...

Es, Numeritos. De hecho supongo que de cocina clásica francesa. Me gusta ese regusto dulce de la nata con el puerro. Sin trufa también debe quedar bien.

Hoy haré un plato de cocina clásica italiana. Solomillos de pollo a la plancha con queso gratinado y salsa de tomate "de la mamma".

Carlos dijo...

En su versión cremosa y fría sería una vichyssoise.

emiliano dijo...

Cuando me acuerdo de Julie & Julia me entran ganas de echar la pota.

Carlos dijo...

Nunca pensé que la pasta corta de cocción y la Streep tuvieran algo en común.

Espeto dijo...

Yerga, a ver si me puede ampliar la info sobre ese libro de El Amparo (y ahonde lo puedo encontrar, mayormente).

Supongo que a Mr. Berciano no le importar'a que copie un extracto de la entrevista a Pascal Delbeck que ha publicado en su blog y que refleja muy bien lo que algunos pensamos sobre ciertos aspectos del mundo del vino:


Le pregunta Sylvie Augereau: La crítica, a menudo ha puntuado mal su Chateau Belair, juzgado de demasiado delgado y muy tradicional al lado de sus vecinos Ausone y sobre todo Pavie. ¿Qué opina usted?

No hay que confundir delgado y elegante, con clase. Cuando los periodistas no juzguen los vinos catando 100 o 200 muestras por día, los vignerons dejarán de formatear sus vinos para que sobresalgan rápidamente del lote. En este tipo de catas, siempre sobresalen los grandes forzudos. El ideal femenino es rubio y anoréxico. El ideal del vino, es hoy en día un gran montón negro. Yo comparo esto con una entrevista de trabajo. Si usted busca un guardaespaldas, sabrá rápidamente si el candidato le conviene fiándose de su masa muscular. Pero si busca una mano derecha, deberá pasar horas con cada candidato para estar seguro de que podrá depositar toda su confianza en él. El gran vino sería esa mano derecha, hay que pasar tiempo con él.

La periodista le pregunta cuál es su definición de un gran vino y Pascal Delbeck lo tiene claro

Discúlpeme, yo utilizo un vocabulario que ha desaparecido. La profundidad en boca. No se habla de ello en las catas. La complejidad. Lo hemos remplazado por el adjetivo concentrado. Pero no es en absoluto lo mismo. Podemos concentrar todo, incluso la mierda. La complejidad reside en los matices. Un gran vino es un vino que tiene la capacidad de madurar, de cambiar, de evolucionar con el tiempo. No es un bloque potente e inmutable. Todo lo contrario un gran vino rima con equilibrio. Se es equilibrado cuando se tiene cuerpo y espíritu. Cuando el cuerpo comienza a estar usado, el espíritu subsiste. El gran vino es lo mismo. La fórmula de los corredores de maratón es apropiada en este caso: “los primeros kilómetros se corren con las piernas, los últimos con la cabeza”.

Carlos dijo...

Complejidad y diferencia. El Jean Leon del 79 o el Jamet Cote Rotie que probé hace unos días eran buenos ejemplos. En el vino como en el arte se paga la diferencia y la complejidad.

Pero eso también vale para la cocina, bombas de sabor para comer en un minuto y que escalan mal. Cocina de tapas.

Espeto dijo...

Pisto, me dicen que lo m'as parecido a un compendio de recetas al estilo 1080 o la cuchara de plata es un libro que en ingles se llama "I know how to cook" de Ginette Mathiot y publicado en 1932(desconozco el nombre en frances). Contiene 1400 recetas.

Yerga dijo...

Espeto , te adjunto uno de mis maravillosos links:
http://www.gastronomiavasca.net/hl/libros/show-item?from_url=list&from_title=Lista&id=35

Yerga dijo...

Ayer homenaje en Unlugar, artaguitones, pimientos con huevo escalfado,cardo con almendras , rape(muy bueno) a la plancha y caracoles con costilla.
Hoy homenaje en la Taberna Ansorena, alcachofas fritas deliciosas, pimientos rellenos de txangurro, merluza con salsa de oricios (para quitarle la insipidez) y estupendas carrillera de jabalí con puré de castañas.
Así , a lo Emiliano.

Yerga dijo...

Mañana homenaje en casa de mi mama, langostinos de Tunez(pequeños pero muy buenos),paletilla ibérica de la de verdad, pastel de cabracho con mucho cabracho y redondo de ternera gallega con salsa española.
De postre Sacher de mi hija, que se desmorona pero tiene un tufillo insidioso a chocolate que tira de espaldas
¡¡¡FELIZ 2011!!!,

Numeritos dijo...

Me voy a aislarme del mundo. ¡Feliz año joyas!

Espeto dijo...

Localizado Yerga, gracias.

Me retiro por unos días. Que tengan ustedes un feliz año nuevo, que se cuiden y que para el año que viene, por lo menos, nos quedemos como estamos. Y que sigamos contándonos nuestras batallitas por aquí. A disfrutar.

Carlos dijo...

Descansen usías.

Despediremos el 30 con algo de cine clásico, del que le gusta a Emiliano -y a mí-, tras haber limpiado con mimo una presa que utilizaré para hacer unas albóndigas mañana por la mañana. Con su PX, su salsa española y sus patatas fritas. Poca cantidad para prepararme para el cabrito con el que despediremos el año.

Como sé que más de uno os acercaréis a La Tintorería, no os olvidéis de llevaros un Clos Rougeard para disfrutar de la noche. Quién lo pillara.

Carlos dijo...

Interesante el Picarana de Bodegas Marañones, por el momento un vino de corte borgoñón pero con demasiada madera... a mí me parece que hay un buen proyecto de vino ahí.

kalakahua dijo...

Le voy a recomendar a Emiliano, no muy partidario del postre untuogomoso, que se pase por el Mercado de La Paz y haga una cata de los espectaculares roscones de La Rosconada. Recién vengo de allí y reconozco que me ha impresionado. Aunque bien es cierto que soy de natural impresionable.

También me impresionó anoche El Bressol en Valencia. Lamentablemente no puedo contar lo que cené allí. El que lo quiera saber que me llame, que todas vosotras tenéis mi teléfono.

emiliano dijo...

Ya lo conozco Kala. Probé los bombones y el roscón de anís del mono. Van a triunfar.

emiliano dijo...

Y ya va siendo hora de salir del armario.

Me gusta Barbra

Carlos dijo...

Sí, es el momento. A mí, Angelina.

angel dijo...

Muy agradable cena en El Serbal. Aparte de una cocina bastante correcta y un muy buen producto, mantienen un fenomenal nivel en la sala con los detalles habituales del carro de pan, carro de cafés, etc...
Y con este comentario cierro el año y les deseo a todos un magnífico 2011.

Jesús Melitón dijo...

Si se hubiese llamado Paul Openfury hoy la cosa musical sería otra. Nuestras vidas serían distintas, seguro.

Or you or nothing

Jesús Melitón dijo...

Una de las mejores baladas jamás produsidas: Puerto Montt , de Los Iracundos (no me extraña que Vds no se comiesen una rosca si no la ponían en sus guateques).

Carlos dijo...

Un servidro también se retira, tras haber descubierto las virtudes del pale cream en la salsa de unas albóndigas de presa.

Feliz 2011 a todos.

emiliano dijo...

Melitón, es tanta la emosión que provocas, que nos has vuelto a poner a todos los güebos en tu cintura.

kalakahua dijo...

Si la belleza de Sara Carbonero les produce empacho, Kalakahua dará las campanadas en el blog Los Amigos de Ligasalsas. Trataremos de estar a la altura.

Juan Luis dijo...

Hola compis!!!!

Esperemos que este año se presente mejor que el pasado y que por aquí se siga contando.

Feliz año y un fuerte abrazo a todos, incluso a kalakahua.

Holden dijo...

Pues eso: Feliz Año a todos.

emiliano dijo...

Holden, me han dicho que en México no ponen la hora de José Mota ni el programa especial de aluego en el que canta Manu Tenorio. ¡Pobrecitos!

kalakahua dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
kalakahua dijo...

Sí que lo ponen. Pero los muy bribones aprovechan la diferencia horaria para observar los colapsos generados por ver esas esferificaciones llamadas Mocedades y lo desprograman a tiempo.

emiliano dijo...

Mocedades le gusta mucho a Albertobilbao. ¡Menudo coñazo de viaje me dio!

Ahora me voy a escuchar a Domenico Modugno. Dio come ti amo, non e possibile...

Carlos dijo...

Estoy por bajarme al bar a fumarme un puro. Más que nada por recordar qué se siente.

buscemi dijo...

¡¡Feliz Año Nuevo!!

Ainur dijo...

Feliz 2011!

Jesús Melitón dijo...

Feliz 2011 a todos

Carlos dijo...

Se prohíbe pescar angulas en el Guadalquivir. Se acabó el all i pebre, excepto si se hace con angulas de piscifactoría. Me pregunto si se notará la diferencia, sospecho que no.

Jesús Melitón dijo...

Erase una vez, una mariposa blanca.

Gordezuelo dijo...

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!!!

Carlos dijo...

"El barman, si sabe hacer cócteles, mejor".

Carlos dijo...

¿Conocíais La mejor tarta de chocolate del mundo? Han abierto en Madrid.

kalakahua dijo...

Sip. Pero llevan ya un tiempo, Carlos. Está bastante rica. Muy ligera para ser de chocolate. Con la de 7 texturas de Oriol Balaguer de lo mejor. Aunque con la ventaja de la primera del precio. El tartón para 14 son 35 leuros. Y como dice Numeritos, si te pones pesado te la llevan a casa.

Carlos dijo...

Veo que hace dos años. El caso es que, sospecho, esta tarta es lo que llaman "tarta portuguesa" en tantos sitios. También leo que es una receta relativamente reciente de un cocinero apellidado Bras. Da buena pinta.

Carlos dijo...

Una recomendación si queréis ir al cine con niños: la tercera parte de Narnia, me ha parecido una buena historia. en la mejor tradición anglosajona de la literatura-cine infantil, juvenil. Una Odisea de piratas de las que me gustaba devorar con doce años.

Gordezuelo dijo...

En casa probamos la tarta de chocolate hace algún tiempo, cuando se encargaba y recogía en un bar al principio de la calle Huertas.

Personalmente, se aleja bastante de mi ideal como "mejor tarta de chocolate del mundo" precisamente por ser más bien ligera; prefiero las tartas más "compactas", casi gomosas...

Carlos dijo...

Abraham tiene programa en Canal Cocina. Se llama cocina de caza los platos que ha hecho hoy son sencillos: unos niscalos con conejo y un pisto con conejo. En fin, sencillote.

Jesús Melitón dijo...

Para los cocinillas, Abraham ejecuta hoy a las 13.30 en Canal Cocina (Telehuevofrito) Becada a la manera tradicional y Pato azulón con bayas de invierno al cassis.

Una información gentileza de Boquillas Targard y Camisetas de Felpa "El Búfalo".

Carlos dijo...

Pues me he pasado por el Asador La Vega de Levante, la arrocería que acaba de abrir sucursal cerquita de Cuzco y que mantiene su casa madre en Alcobendas.

Es, por desgracia, un ejemplo claro de cómo la crisis ha influenciado los restaurantes. En lugar de centrarse en los arroces, su especialidad, han empezado a ofrecer parrilladas variadas de pescado y carne .

Pero en fin, de lo que iba la cosa antes de la crisis, o sea, el arroz seco en este caso, muy mal. Pasadísimo, casi una plasta. Precios altos para el producto que usan -sin postre y con un vino de unos 20 euros, a 45 por persona- y en general poco o nada que recordar, excepto un servicio muy amable y profesional.

Da pena ver todo ese sarmiento tan desaprovechado.

Carlos dijo...

Los "críticos gastronómicos callejeros" están gastrolocalizados.

Carlos dijo...

Abre Eccola, el proyecto de Manuel Quintanero -factotum del Millesime-.

Supongo que habrá información sobrada en breve sobre el local en lo más granado de la crítica española y madrileña. Un sitio, por otro lado, interesante para tomar un algo sin más pretensiones.

kalakahua dijo...

A mí me preocupa la lupanarolocalización.

buscemi dijo...

De Eccola en el blog "amigo" no paran de hablar maravillas. Sobre todo que la comida es muy divertida, concepto que asociado a la gastronomía no acabo de comprender. Debe ser que con cada bocado te descojonas...

kalakahua dijo...

Hay que ver quién pone la pasta del garito. Ya no me fio de ciertos comentarios.

Fartón dijo...

Qué desconfiado eres, Ka. Ni que hubiera antecedentes de comentarios interesados...

Feliz año a todos. Qué duro es esto de volver a currar, sobre todo cuando las vacaciones son cortitas. Con todo, creo que mi tupper de paella recalentada está mejor que el arroz de La Vega de Levante.

Carlos dijo...

Seguro, Fartón, eso seguro.

Quintanero es un empresario, cosa que en estos años nos hace falta como el comer en España y estas iniciativas son agua clara para Madrid. Pero claro, de ahí a hablar de una referencia gastronómica, va un trecho. Está empezando a ser agobiante la falta de espíritu crítico.

angel dijo...

Me ha gustado mucho el nuevo proyecto de La Tasquita (MUI). Un bar de los de toda la vida actualizado en la decoración y en el tratamiento del producto pero con todos los ingredientes necesarios para mantener el espíritu de las tabernas madrileñas. Aunque todavía están con las obras sin acabar, me he pasado hoy y ya funcionan a pleno rendimiento.
Por mi parte he probado:
- Croquetas; muy buenas
- Patatas bravas; las mejores en mucho tiempo y con salsa de bravas de las de verdad (sin ketchup ni tabasco)
- Torreznos con yema de huevo; muy buenos
- Calamares; bien
- Bocadillo de salchicha, muy bueno
- Hamburguesa (es un steak tartar en bocadillo); bien
- Alitas de pollo; bien
- Ostras; muy bien
Muy buena la cerveza (Brabante) y carta de vinos por copas bastante corta pero bien seleccionada.
Muy buenos los panes y el café.
Por 58 euros me ha parecido muy bien de precio.
Punto y aparte la zona de copas en el piso de arriba.

kalakahua dijo...

Hay que avisar a Quintanero de que si un día se presenta alguien en Eccola con un kilo de buey de kobe, que se lo prepare vuelta y vuelta y que no le cobre nada.

Jesús Melitón dijo...

Ángel ha bebido cerveza. Anatema.

Carlos dijo...

En realidad la salsa brava está patentada. El registro es del bar Las Bravas, a unos diez minutos andando de La Tasquita, por si alguien quiere comparar y hacerse una horizontal/vertical, que de todo puede hacerse aunque sea por el camino.

En este nuestro blog publiqué una acertada -ejem- receta en un San Isidro de hará dos o tres años. Si ya conseguís unas buenas patatas podréis epatar a vuestros invitados con apenas una sonda y vuestras manitas.

malinche dijo...

Un par de soleados y fríos días en Granada pueden dar mucho de si. Sobre todo si a la ida nos desviamos unos kilómetros para tomar unas extratosfericas habas con huevo y jamón. No era un revuelto aunque lo aparentaba. Buenas también las alcachofas, rebozadas y guisadas. Una buena amiga me recomendó el Bar la Tana con una amplia selección de vinos por copas donde pudimos tomar unas copas de André Clouet con unos poquitos gramos de caviar de Riofrio. Dejo para el final el almuerzo de hoy en el FM. Ortiguillas, boquerones, puntillitas, berenjenas, pulpo, tomate, salmonetitos, más berenjenas que eran unas especie de chips de berenjena. Todo de excelente calidad y lo frito, hecho de manera impecable. Solo por ello merece la pena el viaje. Claro que el GT, de una humilde Beafetter mal servido en un vaso de sidra, en la terraza del Huerto de Juan Rana, mientras caía el sol iluminando con distintas tonalidades la Alhambra y la Sierra Nevada, me ha parecido una experiencia insuperable. Me carga el patriotismo pero que pedazo de país tenemos!

angel dijo...

Melitón,
no se lo digas a nadie =:O

Malinche,
vaya terraza la del Huerto de Juan Rana !!!!!

Carlos dijo...

Qué importante el entorno en un restaurante, ¿verdad?

kalakahua dijo...

Voy a salir yo también del armario:

Si es lo que llevo yo diciendo, que donde haya un buen cava que se quite el champán francés.

Carlos dijo...

Ka, si tienes un aprieto de japofashionvictim y el Ginger Boy se encuentrara inaccesible, en el mercado de la Paz el Sushi Market que referí hace unos días tienen algunos sushis correctos para llevarse a casa. Los niguiris valen poco. Pero vamos, quién lo pillara cerca de casa.

Además de paso uno se puede pasar a tomarse un pincho de tortilla con cebolla+quinto de mahou helado por el Casa Dani.

Licenciado Vladimiro dijo...

¿Pero se puede patentar una salsa brava, Carlos? Raro me parece.

Licenciado Vladimiro dijo...

Ah! Es un cuento chino. Ya veía tambalearse mi vida como Lisensiao.

Carlos dijo...

Ellos dicen que la tienen patentada, Licenciado, sin ir más lejos en su página web. Más bien la tienen registrada, desde el año 1960.

Es una receta que no tiene gran historia, pero en cualquier caso su versión es buena, aunque me guste más la del Docamar.

Carlos dijo...

Adjunto la versión que utilizo en casa, cosa arriba, cosa abajo:

Tomate natural, ajo, pimienta, sal, un suspiro de azúcar para corregir la acidez, pimentón dulce, un chorretón de vinagre y cayena al gusto.

Hay quien la hace como una vizcaína, pero a mí me gusta menos, el tomate le da frescor.

kalakahua dijo...

He comprado ésto, y me lo he traído en la maleta. A ver si me paso a que Ricardo me lo haga vuelta y vuelta

kalakahua dijo...

35 euros por un niguiri... Habría que ver si puedes poner 10 gr de beluga imperial sobre arroz para cobrar en torno a 50 por niguiri.. Voy a la cocina a comprobarlo.

Carlos dijo...

Eso en el Kabuki de Carmona, en el del guellintoun hay que meterle un 30% fijo.

El decantador-botella sin impurezas de Martín Berasategui ha hecho fortuna. Y digo yo, ¿no sería más fácil utilizar un coladorcito como los de toda la vida que gastarse una pasta en cada botella?

juanjo dijo...

Visto como está el patio por el mundo de los blogs, si no has ido a eccola o muy no eres nadie.

alguien ha estado? merece la pena el paseo y la cuenta?

sed buenos que esta noche vienen los reyes...

abrazos

juanjo dijo...

vaya, he escrito mal el nombre. Creo que es MUI.

Jesús Melitón dijo...

Juanjo, Ángel relata unos comentarios más arriba que ha estado en Mui y se ha puesto hasta el guá.

Y ha bebido cañas de cerveza. Anatema.

juanjo dijo...

Melitón, tiene usted razón. No lo había visto.

58 €. Joer como se han puesto las tapas. Ángel para una persona?

kalakahua dijo...

Juanjo, Ángel no es un bloguero. Es un ente virtual creado por Apple para mostrarnos en un ipad las bonanzas del Foursquare.

De hecho Espeto tampoco es un bloguero. Es un mito creado por las antiguas civilizaciones que ha llegado a nosotros mediante tradición oral. Era una especie de dios que se cepillaba todas las cosechas, una suerte de plaga bíblica.

Carlos dijo...

Juanjo, Eccola es un sitio muy sencillo, al menos en el tema gastronómico. Si estás cerca está bien para picar algo y tomar una copa.

Carlos dijo...

Ya es curioso que todo el mundo se quiera alejar de la etiqueta gastrobar. Como de los paisajes o de las espumas. ¿Regresión, pues? ¿O es otra tendencia con las patas cortas?

Jesús Melitón dijo...

Gastrobar tiene connotaciones negativas en lo económico y en lo modernuqui. Suena a "Bar El Sablazo" comiendo "cagaditas". El empleo del inglés refuerza lo anterior al recordar a la libra esterlina y a lo mal que comen los ingleses (donde esté un buen cocido que se quiten los pasteles de carne).

Como restaurante gastronómico, más o menos. Al personal le suena a sablazo y a salir con hambre.
En este caso, mejor Asador o Mesón.

Carlos dijo...

O Taberna o Can. Suena acogedor, como un fueguecillo en chimenea.

Carlos dijo...

Hablando de nombres desafortunados, pásense por el antiguo Olivo, enfrente del Rubaiyat.

angel dijo...

juanjo,
desgraciadamente fue para una persona :(

Licenciado Vladimiro dijo...

58 euros por torreznos y bravas, comidos de pie o en una mesa incómoda, es una factura potente...

Carlos dijo...

Leo críticas al hecho de que no se haya becado al cocinero que va a participar en el Bocuse D'Or. Con perdón, me parecería un escándalo que en las circunstancias actuales se utilizara dinero público para este tema.

Seguramente haya otros cien mil sitios donde cortar, pero éste no es el momento de dedicar dinero a este tema.

buscemi dijo...

No sabía que Martín Berasategui era, ademas de cocinero, diseñador industrial ¡Qué sorpresa!

angel dijo...

Licenciado,
créeme que no salí con hambre. De todas formas, en los 58.-€ hay que contar dos copas grandes de cerveza, dos vinos, café y un tiramisú de Oriol Balaguer que tiene de postre (como lea esto mi endocrino me retira el saludo)

Jesús Melitón dijo...

Ángel El Cervezas se recrea en la suerte. Tras su examen de conciencia, ni muestra dolor por sus pecados ni propósito de enmienda. Dos copas grandes de cerveza, dice. ¿Minis, pecador? Acto seguido se sube al cajón, en un ejercicio de clara provocación, hablando de "dos vinos", sin hacer siquiera referencia al bodeguero, terroir, uvas y añada. ¡¡¡Dos vinos!!! Le agradezco el no haber traspasado la línea que separa lo grosero de lo zafio y escribir "dos tintos", si lo que buscaba en realidad era hacer estallar de manera definitiva la ira del manso. ¿Qué vendrá después si no frenamos tamaña ignominia?

¡¡¡Purgandus populi!!!

Carlos dijo...

A mí por lo que cuenta que comió Ángel, no me parece caro. Habría que ver el tamaño de las raciones, claro.

Hablando de todo un poco me voy a hacer unos torreznitos al mejor estilo de Yerga.

Licenciado Vladimiro dijo...

Ah! No había visto que eso te lo habías zampado tú solo. Coméis como limas...así la factura parece bastante razonable.

juanjo dijo...

el roscón de ECI es una basura. Culpa mía por esperar a última hora.

luego iré a tomar café a casa de un amiguete que se lo ha currado con la termomix. Seguro que le da 100 vueltas

Carlos dijo...

El problema raramente son los precios en este tipo de bares, sino las calidades. Se ha querido hacer al personal comulgar con ruedas de molino y eso al final pasa factura, por desgracia, para todos.

angel dijo...

melitón,
no haga usted más sangre que bastante dolido estoy :( aunque tengo que reconocer que la cerveza (Brabante dorada) estaba francamente rica.
Eso sí, me olvidaba también de una copa de moscatel de la marina para acompañar el tiramisú ;)

kalakahua dijo...

Angel no se estigmatice, que se tomó usted Brabante, pero dorada de verdad de a 24 kilates, oiga.

kalakahua dijo...

Me han regalado los reyes magos un curso de sushi de la señorita pepis. Es el mismo que hizo Ricardo Sanz, así que lo mo no tengo necesidad de ir a un japonés de ahora en adelante. Que conste que invito a Maribona a casa de gratis, y me puede traer buey de kobe bryant, que se lo cocino de gratis total. Descorche a 3 euros. IVA no incluido.

Numeritos dijo...

De roscosnes:

El sitio que me recomendó Kalakahua cojonudo. La pena es que no tengan roscones.

El roscón gallego que venden los de lamejortartadelmundo muy rico. Pero no es lo que a mi me dijeron de pequeño que es un roscón.

De los demás que he probado, algunos ricos, algunos menos, pero la inmensa mayoría con masa que ha estado congelada: en pocas horas tienes una adornada piedra. Me sigo quedando con los de mi amigo Gómez Folgado.

Carlos dijo...

Nuevo texto, hablemos de bullabesa.

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