lunes, 26 de septiembre de 2011
Jarrete lacado de ternera lechal
Recuerdo perfectamente la primera vez que vi este plato. Sentado en el restaurante madrileño Santceloni, el camarero sacó una bandeja con un jarrete que más bien parecía un flan de caramelo, bamboléandose tembloroso, dorado, alrededor de su hueso. Después de presentarlo, el maitre procedió hábilmente a separarlo del hueso y a servirlo, bañando la carne con un fondo que caía perezosamente de la jarra, tal era su textura, que había dejado de ser líquida, para asemejarse a la que tiene la miel.
Desde entonces había intentado infructuosamente componer un plato similar en casa, incluso, siguiendo la receta que el propio Santi Santamaría había deslizado en alguna de sus presentaciones o libros. El cocinero catalán hablaba de cocción en horno y, por más que usara temperaturas bajas, yo sólo conseguía secar la pieza, adquiriendo una textura que no tenía nada que ver con esa carne de apariencia melosa que tanto me había impresionado. Años después un cocinero me contó que necesitaría envasar al vacío y usar máquinas muy precisas y caras para obtener el mismo resultado que en Santceloni. Cosas que están muy lejos de mi cocina.
Hace unos meses paseaba delante de la tienda de Cesáreo Gómez, en el Mercado de Chamartín. En el expositor se exhibían un par de morcillos de ternera lechal con su hueso. Uno de la pata delantera y otro de la trasera. "Con el de delante comen tres personas, con el otro cinco o seis, pero es menos jugoso". Para la comida familiar del sábado y por apenas veinticinco euros me llevé el segundo, convenientemente serrado por arriba y abajo, además del hueso de la rótula cortado en varios trozos. Se me había ocurrido la idea de cocinarlo en su jugo, esto es, con tres dedos de agua en el fondo de una olla y el jarrete situado verticalmente.
La pieza era espléndida, tanto que no cabía en ninguna olla donde pudiera cocinarla tal y como había pensado. Con un poco de Albal, cubrí la olla a la manera de una tapa y completé un extraño papillote formado por las paredes de la olla y el papel de aluminio. El jarrete, que había salado y reposado a temperatura ambiente una hora antes, se iría haciendo al calor del vapor de agua en la que flotaba una rama de tomillo. Sorprendentemente rápido -es ternera muy joven-, en apenas tres horas, el colágeno se había convertido en gelatina y la carne se mantenía pegada al hueso con mucha dificultad.
Por otro lado necesitaba un fondo oscuro con mucha textura: la laca. Pero para conseguir el color no quería usar demasiado vino tinto, que lleva indefectiblemente a corregir la acidez con azúcar o brandy. Quería una prolongación del sabor de la propia carne, suave y láctea, sin caer en la tentación del exceso de dulzor. Nada más fácil que tostar una cebolla en una olla de hierro fundido, con cuatro dientes de ajo, una zanahoria cortada en rodajas, un poco de pimienta negra en grano y los huesos de la rótula del jarrete. Desglasando con sólo medio vaso de vino tinto y medio de brandy -unos 200 ml. en total-, el caldo adquiere un color marrón precioso. Es el momento de cubrir con agua -un par de litros- y esperar cinco horas. El tiempo necesario para que la cocción suave extraiga hasta la última gota de sabor y gelatina de las verduras y el hueso.
La clave es conseguir textura en el fondo, así que aparte de la gelatina -el hueso nos habrá dejado una buena dosis-, puede que necesitemos ayudarnos con un poco de mantequilla que abundará en el sabor lácteo. Con el horno a lo máximo que dé -el mío sólo llega a 250 grados-, acabaremos la pieza pintándola con nuestra laca. El proceso puede llegar a durar algo más de media hora, dependerá de la consistencia del caldo -se irá deshidratando progresivamente-.
Trucos, medidas y opiniones:
1) La textura de la carne debe ser melosa. Si nos pasamos de cocción la gelatina se secará, es tan malo quedarse corto como pasarse y destrozar la gelatina. Si usamos ternera lechal acortaremos sensiblemente los tiempos de cocción.
2) El fondo oscuro debe saber a ternera lechal. ¿Qué sentido tiene hacerse un fondo oscuro estándar con, por ejemplo, falda de añojo? Es un error uniformizar las salsas.
3) Hay que usar con mucho tiento el vino tinto. Cuando se concentra le aporta mucha acidez al fondo y nuevamente primarán los alcoholes y el azúcar sobre el sabor a carne -el Bovril ya existe-. Lo mismo con la sal, de un par de litros de agua pasamos a apenas un par de decilitros y los sabores se concentran.
4) La presentación es muy importante, hay que pedirle al carnicero que corte con finura el hueso a fin de que el jarrete se pueda presentar de pie.
Si bien no conseguiréis un resultado profesional, esta cocción en medio húmedo es, en mi opinión, lo más cerca que se puede llegar de las cocciones al vacío en Roner u hornos de vapor. En cualquier caso un plato factible en casa y muy resultón en el que, se me ocurre, podríamos hacer alguna prueba como marinar la carne con sal ahumada y yerbas aromáticas durante 24-48 horas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
145 comentarios:
Hoy se inaugura el Basque Culinary Center. Bildu no va por ir los Príncipes de Asturias, España ha financiado con 7 millones de euros el centro. Enough said.
Enhorabuena Carlos. Vaya curro¡¡ pero tiene una pinta fabulosa.
Yo con esas cosas ni me atrevo :-)
Pues no es un plato complicado, Juanjo. Lo más difícil es lograr que la salsa tenga consistencia para que se "pegue" a la carne y quede bonita. Una pena que en el comedor donde servimos la pieza no hubiera luz para mostrar el resultado final.
Tal y como están los precios de Santceloni (48 € un plato de bacalao, 40 € unas carrilleras, y cosas así) sí que conviene aprenderse la receta para hacerla en casa.
Es una gran motivación, sí. De hecho sospecho que yo Santceloni, salvo gran sorpresa, no lo pisaré en unos cuantos años.
Afortunados sois que habéis estado en alguna ocasión.
Tendré que esperar a que pase la crisis... largo lo fío :-)
... éso de que no había luz en el comedor me ha llegao ;-), lo que pasa es que dimos buena cuenta del jarrete y fue visto y no visto y, claro, cómo para hacer fotos está bamos...Estaba fenomenal y lo mejor la textura de la carne, ¡sabía a carne!
Es lo que tienen las ifones, Suquet, necesitan mucha luz para sacar una buena foto. A mí esta carne lechal me parece estupenda, y una gran desconocida. Esa ternera "blanca" que abunda en los supermercados, suele ser un asco.
Comienzo mis crónicas barcelonesas, que no alargaré demasiado para no cansarles.
Viernes comida en Dos Palillos previo paso por Monvinic, donde cenaríamos por la noche. Sólo una crítica ahora: clavar 5 pavos por copa (riesling alemán) y no poner un mísero pincho para acompañarla merece una pequeña reprimenda.
En Dos Palillos muchas luces y alguna sombra. Excelentes las navajas thai, el sumonomo con caballa y el hígado de rape que me comí yo sólo (¿porque a las mujeres jóvenes no les gustan las vísceras?). No me convenció el won ton frito, algo grasiento, ni la japo burger. Y recuperamos el nivel con los dumpling al vapor. Buena carta de vinos por copas y precios caros carísimos.
Tiene una pinta estupenda Carlos, pero me parece mas dificil de como lo cuentas.
El de Santceloni no lo he probado, una mas modesto (imagino) que me gusto fue el de Pandelujo.
Cronicas veraniegas.
El Celler de Can Roca julio 2011.
Me cuesta mucho imaginar que exista algo mejor que el Celler, las 3 veces que he tenido la suerte de estar son las 3 mejores cenas que he tenido nunca. Quizás ya no sea objetivo, porque si en la primera fue la elegancia, el descubrimiento, en la segunda el festival de vinos y en esta última, la experiencia completa en un restaurante y la sensación que Joan Roca es un genio de la cocina, que va sobrepasando limites, perfeccionando su sensible y elegante cocina cuando parecía que ya no había más. Y para dejar de ser objetivo, los tres hermanos son, además, extraordinaria gente.
Aperitivos: Olivas caramelizadas, bombón de campari, teja de pollo a l´ast, espina de anchoas con tempura de arroz de Pals, tempura de algas, tortilla de calabacín, calamares a la romana, bombón de trufa de verano, brioche de trufa de verano.
- Ensalada verde, aguacate, lima, melón, pepino, chartreuse, acedera, shiso verde, estragón, rúcula, oxalis, eucalipto.
- Ostra al Palo Cortado con ajo blanco y negro.
- Sopa de cerezas con anguila ahumada al moscorvado, almendras amargas y helado de jengibre.
- Toda la gamba: gamba a la brasa, arena de gamba, rocas de tinta, patas fritas, jugo de la cabeza y esencia de gamba.
- Lenguado a la brasa a la manera meuniere, velo de leche, mantequilla tostada, limón y tápenas. Piel de flores y cítricos.
- Bacalao en brandada, estopado de tripa, espuma de bacalao, sopa al aceite de Olivia, escalonias con miel, tomillo ají.
- Cochinillo ibérico en blanqueta al riesling, terrina de mango y trufa de verano, remolacha, ajo, concentrado de naranja y pistilo al azafrán.
- Salmonete cocinado a baja temperatura, relleno de pate de su hígado y ñoquis de hierbas anisadas perifollo, hinojo y eneldo.
- Adaptación de steak tartar con helado de mostaza 2009.
- Ventresca de cordero con pimiento y tomate a la brasa.
- Higado de pichón con cebolla.
- Nube de limón.
- Vainilla, regaliz, caramelo y aceituna negra.
- Viaje a la Habana.
De beber, el maridaje propuesto sorprende mucho, no es un maridaje espectacular en el sentido de buscar grandes vinos, sino que busca sorprender con vinos quizá menos conocidos y con sabores que acompañen al menú. Pitu es un grande.
- Pierre Peters (A.O.C. Champagne).
- Niepoort Navazos 2009.
- Colet Navazos extra brut 2007. (D.O. Cava).
- Tarlant Rosé 1997 (A.O.C. Champagne).
- QX Mas Candí 2009 (DO Penedes).
- Henri Boillot 2008 (AOC Champagne).
- Nelin 2009 (DO Priorat).
- Kirchenstuck 2005 Dr Burklin Wolf (V.D.P. Pfalz).
- Tanajara Vijariego 2008 (D.O. El Hierro).
- Pierre Gonon 2008 (A.O.C. Saint Joseph).
- Oloroso del Puerto Lustau Almacenista (D.O. Jerez).
- Valdeolmos 2008 (D.O. Ribera del Duero).
- F. Ramirez de Ganuza Gran Reserva 2001 (D.O. Rioja).
- Emrich-Schhönleber Halenberg 2008 Spätlese (V.D.P. Nahe).
- Caligo Vi de Boura Vi de Taula.
- Olivares Monastrell 2008 (D.O. Jumilla).
Yo no conozco nada igual.
Il Trovatore, lo del pincho en Barcelona no es cosa trivial.
Por cierto que el hígado de rape es muy interesante para hacer una buena caldeirada.
Le Parc Franck Putelat, Carcassonne.
Muy buena recomendacion de Espeto, comimos muy bien a precio medio. El carro de quesos espectacular.
De beber, casi nada, fue al dia siguiente del Celler.
Ainur, en LBV y en R. de la Calle lo hacen bastante bien. No tan buenos como el mío, pero se defienden :).
Y el hígado de salmonete ha sido una estrella el último lustro. Ver cómo lo usan -maravillosamente- en Can Roca.
Il Trovatore, un amigo mio estuvo en Monvinic este viernes y le gusto mucho. Lo que me sorprende fue el precio, 30€/pax. Me lo imaginaba bastante mas caro.
Ferrero by Paco Morales.
El Hotel Ferrero es de esas experiencias que se quedan guardadas en la memoria durante mucho tiempo. Es probablemente una de las experiencias más lujosas que hemos tenido en un hotel/restaurante, considerando el Lujo no solo por el valor de las cosas, sino por la personalización de las experiencias, el cuidado en los detalles y el agradable paso del tiempo durante el tiempo que estuvimos.
El hotel se sitúa en Bocairent, en la sierra de Mariola, Valencia. Hotel moderno en una antigua masía, decoración contemporánea, elegante, habitaciones muy amplias y muy bien decoradas, servicio discreto y cercano. Una biblioteca, una sala de lectura, piscina, pádel, gimnasio, pequeñísimo spa. Una vez allí es fácil olvidarse que existe algo más. Paz, naturaleza, tiempo libre, lujo.
Y en este entorno espectacular, trabaja un joven cocinero cordobés, Paco Morales, que antes paso por Mugaritz y Senzone Madrid entre otros. La cocina de Paco es, ¿cómo describirla?, natural, sensible, elegante, aparentemente sencilla pero con mucha profundidad y técnica detrás, respeto por el producto, por exprimir lo cercano y natural, tratamiento de vegetales y flores, dominio de fondos y puntos.
Hay 2 cartas propiamente dichas, una más informal, para comer en la piscina, librería o en la habitación; y la del restaurante. Nosotros optamos por la informal al mediodía (pastas, bocadillos o un arroz de espardeñas espectacular) y por probar los menús degustación por la noche.
Menú Innovación (sept. 2011).
- Néctar frio de brandada, anchoas, semillas de mostaza y santolina.
- Pan negro, pino y trufa de verano.
- Ajo silvestre, aguacate y cebolla cítrica.
- Menestra de verduras de primavera, fondo untuoso y láminas de tocino ibérico.
- Ostra al natural, con leche cruda de oveja, esencia de cordero y pesto de hierbas.
- Espardeña de sepia, melón, pepino y melisa cítrica.
- Quisquilla cruda, caracoles crujientes al aroma de hinojo silvestre con bechamel.
- Champiñones al sol aliñados con yema de huevo de campo, puré de berenjena a la brasa y ajos tiernos.
- El mercado en el plato.
- Salmonete glaseado con hojas de higuera, nueces frescas y cebolla.
- Pichón asado y reposado con tomate raf crudo y seco aderezado con yogur y especies árabes.
- Flores del entorno, remolacha, frutos rojos y regaliz.
- Leche ahumada, semillas de café y cacao especiado.
Para beber: Champagne Bonville Cuvee Les Belles Voyes.
- Menú Raíces (sept. 2011).
- Royal de apio, ajo joven, aceite de guindillas y chopitos.
- Merluza plancha con caldo de pimiento rojo, nabo y rábanos cítricos.
- Presa ibérica asada, con endivia blanca cocida en anises dulces y amargos.
- Cochinillo tostado con cúrcuma.
- Selección de quesos.
- Arenas, ganache y mousse de cacao acompañado de rocas de frutos secos y chocolate sedoso.
Dos menús muy diferentes, el Innovación es más técnico, más complejo, el Raíces son sabores más nítidos, más sabrosos. Ambos realmente buenos, dos ideas de cocina muy bien elaboradas. Algunos platos realmente extraordinarios, como los 2 postres del menú innovación, el salmonete, los champiñones, el mercado en el plato, el arroz con espardeñas…
Como dijo Carlos en su estupenda cronica, estoy echando cuentas de cuando podre volver.
Por la noche, Monvinic. Qué decir del local que no sepan ustedes. Impresionante la selección de vinos. Servicio muy atento, con conocimiento, nada pedantes. Buñuelos de bacalo correctos, soberbio el stake tartare y la tabla de quesos para acabar. Riesling australiano para los primeros y Tokaji para los quesos (siento no recordar los nombres). Dolió la dolorosa pero la pagué a gusto.
Mas sitios de forma rapida en Paris:
- Como no soy critico, me gusta mucho el dulce y los postres. Me gustaron mucho los bombones de Pierre Marcolini, los macarons de Pierre Herme y las milhojas de Laduree. Los 3 muy caros.
- Desayunar en Laduree es toda una experiencia, cafeteria tradicional, con servicio atentisimo, decoracion rancia y barroca, cuberterias de plata, tranquilidad. y las mejores milhojas que he probado nunca, de frambuesas, de crema de vainilla con ron.El sitio no es barato y desayunar un par de cafes con un par de milhojas son unos 25€, pero en Laduree se para el tiempo, se difruta de los pequeños placeres de la mejor reposteria francesa y por un instante, nada mas importa.
- Kong es un sitio muy de moda (gracias a esa abominacion llamada Sex in the City), pero se come razonablemente bien y si teneis suerte y os dan la mesa al fondo junto al ventanal y con vistas al Puente Nuevo, la experiencia merece mucho la pena. Precio razonable.
- Fauchon, Junto a la Madeleine, una de las sorpresas de Paris. Ademas de la tienda, ocupada por hordas de turistas, tiene un local al lado donde tienen comida preparada para llevar o para comer alli mismo, en la terraza o en un comedor en la planta superior con vistas a la Madeleine.
Todo lo que probamos estaba muy bueno y muy bien presentado: los panes, los sandwiches, las ensaladas, las tablas de quesos, champagnes en diferentes tamaños para un almuerzo ligero. Una pena que en España apenas existan sitios de este estilo. Para una parada rapida visitando la ciudad, una gran opcion.
- Chez L´Ami Jean, Restaurante tipo bistrot de un cocinero vasco frances. La peor experiencia en las veces que hemos comido en Francia.
Ibamos con reserva, aun asi, mas de media hora de espera. Espacio entre mesas inexistente, cenamos en una mesa comunal, con la persona de al lado literalmente pegada.
La comida bien, raciones abundantes y platos conseguidos.
Pedimos el menu "fijo", un entrante, un principal y un postre. De beber un Pouilly-Fuisse. La sorpresa vino con la cuenta, despues de habernos indicado el camarero cuales eran los platos del menu y señalar la pizarra, de haber solicitado 2 menus fijos; nos dijeron que habiamos pedido especialidades. Puede ser que fuera el desconcierto, que no entendimos como alguien viviendo en Paris fuera tan mezquino, el caso es que pagamos casi 200€ por 2 menus y la sensacion de haber sido estafados.
- Le Chateaubriand, el 9º mejor del mundo segun la Restaurant Magazine, no pasaria de un Bib Gourmand en la Michelin. Detalles como las mesas pegadas (lo cual no esta del todo mal, a nosotros nos permitio actualizarnos en las referencias de NYC con nuestros vecinos), que solo tengan 2 tipos de copas y no te la cambien porque no hay para todos. Aparte de eso, colas enormes, la comida bien, con algun plato sorprendente y muy bien de precio. Quitando el sentido de humor de la Restaurant Magazine, un sitio recomendable.
Ainur
Creo recordar que pagamos unos 100 pavos con 6 o 7 copas de vino en las mesas del principio.
Saludos.
Il Trovatore, 100€/pax?
Esta claro que mi amigo es abstemio, el pobre.
Y sobre Paco Morales, me parece que puede ser uno de los grandes cocineros españoles y mundiales (si no lo es ya).
Ha evolucionado y crecido mucho como cocinero desde que estuvo en Senzone Madrid. Un cocinero con una idea muy clara de lo que quiere.
Creo que Paco cambió radiclamente su concepto de cocina cuando se fue de Madrid. De hecho así suena eso de "vanguardia comprensible". No estoy seguro de que sea lo que él quisiera hacer, pero sí sé que a mí me gusta muchísimo más.
Tambien muy bien el sumiller de Paco Morales, Juan Luis Martin, quien nos hizo disfrutar y pasar un muy buen rato con los vinos.
30€ en Monvinic debe ser con agua del grifo.
Yo estuve el jueves pasado, en barra y con el freno de mano puesto y salí por 55€. Cenar con cierta alegría y liberalidad no puede bajar de 90 como apuntan por aquí.
Los 90 pavos marca la línea roja. Este finde paos por Kirei y sospecho que no me iré muy lejos, viendo que el maki medio está en 8 pavos.
Carlos, mejor vete SB99.
No puedo elegir, Ainur, sólo espero que al menos el producto esté a la altura del Kabuki. Aunque en el Wellington, la última vez que estuve tuvimos una experiencia regulera.
En el Carmona, no en el Wellington.
Ainur
50 por persona. Y como dice Licenciado, con una mano en el freno y la otra en el muslo de mi chavala.
Es decir, que podía comer un bocata de postre.
Me lo estoy pasando de coña en cabo de Gata; ni un restaurante conocido, ni una cuenta por encima de los 50.-€,ni un pescado con más de 12 horas desde que salió del mar.
Seguimos el sábado en la barra del Koy Shunka. Gran producto, técnica increíble y lo mejor de todo: muy divertido. No sabría elegir un plato preferido: sashimi de calamar, ventresca de atún, ternera Wagyu, nigiris...todo a impresionante nivel. Con mucho la mejor experiencia gastronómica del fin de semana.
Quizá la ausencia de buenos restaurantes japoneses en Galicia (salvando el vigués Oh Sushi!, cuya visita tengo pendiente) haga que mi percepción de Shunka sea demasiado alta. Pero la verdad es que repetiría mañana.
Y para finalizar partidazo en el Nou Camp, donde vi jugar a 11 fantasmas contra 10 jugadores fantásticos y ET, el extraterrestre.
¡Bendita sea la civilización por regalarnos esta gastronomía!
Saludos,
Jose
Trovatore, me encanta el SHUNKA pero estoy reservándome la pólvora del KOY SHUNKA para una visita el mes que viene. ¿Tiro del menú largo o me recomiendas cosas concretas de la carta? Iría con mi novia, que es de origen japonés y le gusta la comida japonesa más purista y conservadora.
Ya me han hecho ustedes meterme emn el tuister ése, que Dios confunda.
Twitter está bien para que la gente superficial se pase la tarde diciendo paridas, Txangu. Los tíos trascendentes necesitamos la profundidad del blog.
600 tolfins se pulieron Sostres&Drago en DiverXO. Si no ha cambiado demasiado -yo debí ir la última vez antes de que entráramos en el euro-, han debido de beber estupendamente.
Y encima alguien se había quedado con mi nick.
Igual la próxima vez que vayas ya hemos salido del euro, Carlos.
Si salimos del euro unos cuantos vamos a estar cocinando en casa durante lustros. Incluyendo los cocineros de muchos restaurantes.
Por fin se explica el porqué de sus articulillos. Si es que hay que escribir por la mañana, coño, por la mañana.
Licenciado, en nuestro caso comimos a la carta ya que mi novia estaba algo saturada del día anterior y el menú se le hacía largo.
Personalmente lo que más me gustó fueron los niguiris de anguila y la ventresca de atún. Lo que si te aconsejo sin género de dudas es que reserves en la barra y no en el comedor. Mucho más interresante y muy divertido.
Carlos, el Kirei es sensiblemente más barato que Kabuki. Es otra cosa, pero a mi me mola.
En un paso fugaz por México DF, he tenido oportunidad de compartir dos excelentes comidas con los Holden.
La primera en el Pujol de Enrique Olvera, donde tratan a Holden con más naturalidad que a mi en mi casa. Cenamos de cine. Estuve hace dos años y me gusto mucho, pero ahora lo veo más de poca madre.
Y la otra en el Izote de Patricia Quintana. Por algún motivo, no llevaba demasiadas expectativas. Y ha habido sorpresa. Nos hemos comido media carta y solo ha habido un plato que nos ha gustado menos por lo insípido del pescado. Pero en el resto, nivelazo. Mención especial al trío de cebiches.
Pobre Angel, tanto tocarle los huevos con el régimen y se ha tenido que ir exiliado a la tierra de los pescaditos a la plancha.
Gracias, Numeritos. Si me gusta reporto el lunes con calma y fotos.
Como el género que manejen en KIREI sea el mismo que el de la barra que tienen montada en el Corte Inglés de Goya (¿por qué se me habrá olvidado el nombre?), ponte en lo peor, Carlos.
Bibendum, espero que se restrinja al ámbito del CI, que todo lo que toca lo hace vulgar. En el gurmet expiriens de Castellana ya me han visto.
Veo la web de eltenedor.es y alucino con las ofertas... algunas son simplemente imposibles. ¿Cómo se puede meter gamba roja en un menú de 20 euros?
Ayer me zampé unos tomates que trajo mi madre de la finca de un fulano con un sabor que hacía años que no recordaba. A veces los productos sencillos son los más lujosos.
Otra cosa: conocéis alguna web de calidad que venda carne de cerdo ibérico a domicilio? Solomillo, presa, secreto...
Creo recordar que Espeto había hecho alguna prueba con una casa "top". Yo le he comprado a COVAP. Funciona bien, sin alharacas.
Ese jarrete tiene un pintón, Carlos.
Jamás me atrevería con semejante receta.
Pruébalo aunque sea sin hueso, Lagerun, te va a salir fijo.
Vilà -Alkimia-, sustituye a Abellán en el bar Velódromo de Barcelona. Un sitio regulero que lanzaron a bombo y platillo.
Si fijo le iba a salir a Lagerun. Fijo a la rejilla.
Lo malo de ir con Numeritos a un restaurante es que acapara toda la atención. Al salir de PUJOL, toda la gente que trabaja allí se preguntaba con quién había ido hoy a cenar Numeritos.
En cuanto a la comida, muy bien, como siempre, pero me he comido ya el Menú de Pujol por orden cronológico, alfabético, de mayor a menor, de menor a mayor, primero los pares y luego los impares, y vuelta a empezar.
Según me comentaba Enrique Olvera, sus clientes van al restaurante una media de una vez por año. ¿Y los freakies? ¿Quién se ocupa de nosotros? ¿No hay manera de que cambien los platos con más frecuencia?
Y lo del Izote Patricia Quintana no deja de ser curioso. En su restaurante, apenas tres, cuatro mesas ocupadas. Sin embargo, ayer fue la vez que mejor he comido allí y eso que últimamente lo había hecho muy bien. El factor Numeritos, seguramente. Si Patricia se lo propusiera y dejara de apuntarse a todos los tinglados habidos y por haber, su restaurante podría ser una referencia mundial, al igual que lo es PUJOL.
Y a todo esto, DULCE PATRIA de la melosa Martha Ortiz, lleno todos los días. Me no comprender. O sí.
A mí a veces me gustaría que algún restaurante (Aponiente, por ejemplo) no cambiara los platos tan rápidamente. Este año me he quedado sin chocos a la cochambrosa.
Éxito comercial y gastronómico no siempre van relacionados. Madrid está lleno de ejemplos.
Con lo del Basque Culinary Center nos vamos a echar unas risas. Ya veréis, ya.
Tengo miedo. En el tuister ése hay hombres que me siguen.
Ya te acostumbrarás.
En efecto, lo del Basque Culinary va a ser como La Casa de la Guasa. De entrada, es un centro de gastronomía español que se llama vasco, y encima en inglés. Estamos cojonudos.
Ah, y los cocineros, aunque les hayan contado que aquello es suyo, se van a comer las ñañas. Al tiempo.
El que sea Basque, que siga la alpargata. El que sea Culinary que se apoye contra el gotelé.
Es una apuesta interesante. Esperemos que no muera entre política y vanidades.
Hace unas semanas hablé mal de un bar en Barcelona, el BOBBY GIN de Alberto Pizarro, donde viví una mala experiencia coctelera. Anoche le di otra oportunidad y salí muy gratamente sorprendido. Una vez superada la fachada del local, que es la explotación hasta extremos rayanos en el ridículo de la locura del gin tonic, me encontré con un barman muy atento y lleno de ideas. Tres copas como tres soles, de las que destacaría una variación del Last Word con Genepi y un "50 Miles" (Auchentoshan, zumos de limón y pera, vermouth blanco Dolin y bitter Bokers) sutil, aromático y en fin, cojonudo. Algo se mueve en la coctelería española más allá del catetismo, gurulismo rancio y el cutrerío sin límite al que estamos acostumbrados.
El problema de la coctelería en Barcelona es que los grandes nombres: Boada's y Dry Martini, por razones diferentes, monopolizaban la atención. Eran "los sitios" y ninguno de los dos era últimamente gran cosa.
Hace unas semanas hablé mal de un bar en Barcelona, el BOBBY GIN de Alberto Pizarro, donde viví una mala experiencia coctelera. Anoche le di otra oportunidad y salí muy gratamente sorprendido. Una vez superada la fachada del local, que es la explotación hasta extremos rayanos en el ridículo de la locura del gin tonic, me encontré con un barman muy atento y lleno de ideas. Tres copas como tres soles, de las que destacaría una variación del Last Word con Genepi y un "50 Miles" (Auchentoshan, zumos de limón y pera, vermouth blanco Dolin y bitter Bokers) sutil, aromático y en fin, cojonudo. Algo se mueve en la coctelería española más allá del catetismo, gurulismo rancio y el cutrerío sin límite al que estamos acostumbrados.
Creo que blogger está fastidiado. Intento restituir comentarios cuando pueda.
Licenciado Vladimiro dijo...
Hace unas semanas hablé mal de un bar en Barcelona, el BOBBY GIN de Alberto Pizarro, donde viví una mala experiencia coctelera. Anoche le di otra oportunidad y salí muy gratamente sorprendido. Una vez superada la fachada del local, que es la explotación hasta extremos rayanos en el ridículo de la locura del gin tonic, me encontré con un barman muy atento y lleno de ideas. Tres copas como tres soles, de las que destacaría una variación del Last Word con Genepi y un "50 Miles" (Auchentoshan, zumos de limón y pera, vermouth blanco Dolin y bitter Bokers) sutil, aromático y en fin, cojonudo. Algo se mueve en la coctelería española más allá del catetismo, gurulismo rancio y el cutrerío sin límite al que estamos acostumbrados.
El problema de la coctelería en Barcelona es que los grandes nombres: Boada's y Dry Martini, por razones diferentes, monopolizaban la atención. Eran "los sitios" y ninguno de los dos era últimamente gran cosa.
Gracias, Carlos. Probaré en Covap.
Hoy he comido en el bar ViCool que ha abierto Sergi Arola en Huertas 12.
Barra y mesas en la sala de entrada, en un pasillo estrecho. Me recordó a los bistrós franceses.
De aperitivo por parte de la casa un pan de tiras de pan, con salsa barbacoa. Creo que un tomate confitado que llevaba un buen pimentón.
Bravas de Arola. Tira de patata que contenía una salsa de tomate, otra vez con el pimentón que tanto nos había ustado en el aperitivo, y una mayonesa por encima. 8,50 euros.
Canelones con carne de olla. En realidad unos penne rigati -si mi cultura pástica no me engaña-, rellenos de la carne y la bechamel, gratinados. Muy ricos. 7 euros.
Coca de sardinas, con un pan fino que llevaba -otra vez- una buena dosis del pimentón y las sardinas con unos tomates cherry abiertos a la mitad. 11 euros.
Precios muy, muy severos, especialmente en la carta de vinos, pero también en la comida, un servicio amable pero muy despistado -todavía rodaje-, y comida resultona, con alguno reiteración evidente, como ese pimentón que hemos vuelto a ver espolvoreado encima de las patatas que acompañan a la hamburguesa.
Yo le estoy cogiendo un poco de manía a las bravas de Arola.
Voy a ir pronto a Paralelo Cero. ¿Qué me puedo esperar? Creo que a Ángel le gustó.
Puedes esperar.
Pide las croquetas de gallo de corral. Permanece alejado de las mollejas y de las salsas a base de maní. Y reza para que tengan la mitad de los platos de la carta.
Ah, y observa atentamente tu botella de vino.
Pero ejjjjque ya están hechas las reservasiones
Explícame lo del vino, plis.
Las bravas de Arola no están mal. Pero no son bravas, sólo unas tiras de patata enrolladas sobre sí mismo que contienen la salsa brava y mantienen, obscenamente, un poco de mayonesa en la punta de arriba.
No sé si me explico.
Emiliano: Ve con la mente abierta y con moderadas expectativas. Creo que tuvimos un mal día. Ellos o nosotros, depende de cómo se mire.
Lo de la botella de vino fue un extraño episodio en el que parte del contenido de nuestra botella terminó en los vasos de una mesa cercana.
Afortunadamente, solo estábamos degustando un riesling de aquel pivot de los Utah Jazz. Eso sí, el error fue corregido como deben corregirse estas cosas. No, nos pasaron las copas de los vecinos para que bebieramos de ellas. Malpensados.
Yo lo que no me acabo de explicar, es cómo abren sitios con el servicio de sala sin formar. Es que te espantan para una buena temporada.
Si a estas alturas nos fuéramos a cabrear por cenar en un restaurante en el que el servicio de sala sea una mierda…
De todas formas estaré atento a ver si interesa cambiar la botella con el vecino.
emiliano,
a mí me gustaron el seco de pintada y la fritada de cochinillo y me pareció original la ensaladilla. Como no eres goloso no pidas postre porque son muy dulces y algo pesados.
Pues yo hoy me he cabreado. Pero es que me pasa como a Ka, tengo muy mal carácter.
Y yo esas cosas las tengo en cuenta para una buena temporada.
Visita a Alejandro en Roquetas con una magnífica comida que demuestra su gran nivel como cocinero. El menú está perfectamente equilibrado y combina platos "reinventados" a partir de la tradición andaluza (como el ajoblanco con caballa marinada, uva ecológica y huevas de pez volador o la espardeña en ajopollo) con otros basados en un producto excepcional (impresionante la gamba roja simplemente calentada o la ensalada de ostra) y todos con una ejecución impecable (perfecto el punto del pichón de Araiz con arroz de sus menudillos.
Bien la carta de vinos dónde, buscando, se encuentran cosas muy interesantes a precios razonable; nosotros empezamos con un Fleuron Brut Premier Cru 2004 y acabamos con un Alter Ego de Palmer 2006; en medio algunas copas de la Bota 24 del Equipo Navazos y de cierre otras copas de Chateau Laribotte.
Muy recomendable.
Seguimos por la zona de Cabo de Gata. No es que haya nada excepcional, pero se puede tomar un buen pescado fresco aunque, eso sí, hay que huir de la carta y pedir que te ofrezcan lo que les ha entrado. En nuestro caso, conseguimos una buena lubina en San José (Casa Miguel, mejor el local del pueblo que el del puerto)y una excepcional gallineta y un muy buen gallopedro en el restaurante del hostal Isleta del Moro. Como curiosidad, un cabrito de una raza autóctona que solo se puede tomar en el hotel Sotillo.
Para comida más elaborada (tampoco hay que esperar grandes cosas), dos buenas direcciones son La Gallineta en Pozo de los Frailes y, sobre todo, La Tasquilla en Rodalquilar.
De beber no se puede esperar gran cosa, aunque nos llevamos una agradable sorpresa con un vino autóctono: un syrah 2006 de Cristina Calvache.
Para copas, no está mal la oferta en "Maimono El Pirata" en San José con buenos rones y alguna ginebra destacable.
A mí me tocan las narices lo sitios en los que no me tratan bien. El Señorío, querido Emiliano, no es poner la otra mejilla. Mou me ha abierto los ojos.
Mourinho es un quejica. En realidad este tío ha nacido para entrenar al Barça.
Mou nos enseña el camino. Nosotros seguimos su senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido.
Me gusto Lah!
Buena decoracion, cartas en Ipads, servicio bien con pocas mesas y sobrepasado al final con el restaurante lleno.
De la comida, muy bien los Wrap Lah!, normalitas las Samosas Hawker y bien (y picante) el curry Gaeng Hew Wang (curry verde). De postre un yogur con frutas y jazmin. De precio unos 30€/pax.
Y hablando de curries. Querido Kalakahua, el curry de tu foto en twitter era el de esta receta http://modernistcuisine.com/cook/recipe-library/mughal-curry-sauce/ ?
Es un curry seco, ¿lo mezclaste con algo, tipo leche de coco?, o lo serviste seco.
Y mas pregunast, ¿recetas de curry verde?
Gracias.
Sí llevaba leche de coco, pero reducida hasta adquirir la consistencia deseada.
Esas recetas son mortales. Sólo para hacer la pasta de curry estás tres días comprando ingredientes. Como bien recomendó Nopisto una opción es comprar unos de marca malaya en Ibero China. Pero ojo con las cantidades, que contienen un 20% de sal.
De todas formas, y viendo trabajar a mi mentora, una cocinera de Sri Lanka, esto del curry es como el coño de la Bernarda. Meten lo que pillan, así que yo no me obsesionaría por un ingrediente más o menos.
En el caso de un curry verde, aparte de la pasta de curry, me gusta meterle cilantro fresco y un poco de hierbabuena.
Creo que fue Espeto el que comentó que la frescura marca la diferencia en los curries. Yo me apunto a eso.
Por cierto que hay mucha gente que me habla bien de casi todo lo que está haciendo el Grupo Vips. Tanto del Lah! como del Kirei que hoy sale en Metrópoli.
Dicho ello, yo me iría a Sudestada.
Aviso: creo que blogger está borrando todos los comentarios que no están firmados por cuentas en blogger.
Creo que fue Espeto el que comentó que la frescura marca la diferencia en los curries. Yo me apunto a eso.
Por cierto que hay mucha gente que me habla bien de casi todo lo que está haciendo el Grupo Vips. Tanto del Lah! como del Kirei que hoy sale en Metrópoli.
Gracias Kalakahua y Carlos. El problema creo que va a ser el avituallamiento de ingredientes, pasare por el Food Corner y Spicy July.
A mí LAH! me gustó bastante y me resultó barato. Y han tenido el detalle de tener abierto el restaurante en pruebas durante tres semanas antes de empezar a cobrar, con lo que los tan manidos fallos de ajustes iniciales, en los que los sufridos clientes lo pagamos todo, no afectan a la clientela.
Podían aprender los demás, como bien nos cuenta Carlos.
Es cierto que hay que llegar pronto. Cuando el restaurante se llena (cosa que sucede a diario) el servicio se desborda, aunque sin pereder la sonrisa...
Pregunta, es probable que el sabado acabe en la periferia para comer, alguna sugerencia en plan informal por la zona de Alcobendas?
Habia pensado alguno de los gastroburguers taaan de moda, Corner o el Taller?
Alternativas?
Me han hablado tambien bien de un sitio llamado 80grados en Las Tablas, ¿alguno lo conoce?
Ainur, a mí me pareció mucho mejor la carne de las hamburguesas de CORNER's. En cambio,las patatas y las "guarniciones" de EL TALLER, eran mucho mejores.
Puedes comer bien en THE KNIFE. Cortes argentinos en plan buffet hasta reventar. En el propio buffet, notable la pechuga de pollo en escabeche.
Alcobendas es plaza complicada, Ainur. Yo te aconsejo el The Knife que comenta Bibendum, o si quieres una carne excelente -de lo mejorcito que se maneja en Madrid-, el Illunbe. Es uno de mis sitios de cabecera y no se tapea mal -más nivel que en el Imanol-.
En Las Tablas está Lafayette y han abierto un Peggy Sue. El 80 grados no está mal, recuerda a la Gabinoteca, aunque con mucha menos variedad. No tiene pretensiones, es barato y se está comodo. Además buenos gts.
Y si te quieres gastar los cuartos, la barra de La Máquina.
Me están llegando rumores de falta de aprovisionamiento en algunos locales de las Asturias. Están seriamente comprometidos los servicios de este fin de semana.
¿...?
Gracias Carlos,
A la Gabinoteca me apetece mucho ir alguno dia de estos, pero no me gusta nada los sitios que no admiten reservas. Soy muy organizado y mi tiempo libre lo valoro mucho como para estar esperando.
Asturias no está preparada para Espeto
Espeto, el Atila de la Gastronomía.
Lomo bajo en Raza Nostra, que he cocinado con mimo.
Que tal son los chocolates ghirardelli?
Os suenan?
Lucía, los chocolates no son gran cosa. Según me dicen, la tienda de San Francisco es muy bonita.
Carlos, para la chuleta, ¿la haces como antes, primero al horno y luego a la plancha?. O has cambiado?. En el blog de noselepuedellamarcocina hay una receta de Christophe que parece cojonuda: http://www.noselepuedellamarcocina.com/2011/07/02/chuleta-muy-dificil-de-mejorar-ya/
Una mítica receta de Pistoynopisto simplificada, mañana la cuento.
Por cierto, el curry de hamburguesa de Kirei está de mojar hasta los codos.
Agradable cena en Paralelo Cero. Ricas croquetas de gallo rebozadas con coco. Magnífico el seco de pintada con puré de patata. Bueno también un plato que tiene un nombre muy raro y que consiste en un par de huevos fritos con trufa, brotes de ajo, patatas y una salsa de cacahuetes que no se si le aportaba mucho al plato pero que sí le daba un toque diferente y rico. No me gustaron tanto los langostinos rebozados, un poco bastos. Probamos dos postres: el tiramisú y la tarta de queso, y no me pareció que ninguno mereciera demasiado la pena. Para beber un champán Paul Bara Brut Reserve. Nos invitaron a un Gin&Tonic de Seagrams y a un coctel de vodka, limoncello, lima y maracuyá que no se lo saltaba un lisensiado. El servicio muy agradable, aunque a veces tuvimos la sensación de que iban a toda leche.
Otras cuestiones de interés general: los espacios, bien diferenciados; la pintura de las paredes, muy relajante; la mantelería, tan blanca y suave que no se sabía si era nueva o lavada con Perlan. Lo peor el sonido ambiente: un disco de un cantautor argentino llamado Diego Torres, afamado baladista y plasta donde los haya. Gracias a Dios que en mitad de la cena nos pusieron un disco de Sinatra y la cosa mejoró considerablemente. En resumen, impresión siempre positifa, nunca negatifa.
Pues anoche estuve en Kirei. Ese mecano que el grupo VIPS ha montado mezclando coctelería+Kabuki+Sudestada en el Teatriz.
En el escenario del teatro, unas diez mesas y una barra donde, a un lado, hay un par de sushiman y al otro, varios camareros montando los cócteles. Ambiente industrial de paredes altas y desnudas, chillout de fondo.
Empecemos por el principio: uno llega y se siente cómodo, el servicio en su relación con el cliente -señoritas en su mayoría, ¿argentinas?- es de alta escuela. Mesas desnudas -¿de pizarra?- y una carta que sería algo así como un destilado de clásicos de Kabuki.
Coctelería aparte -ayer no la toqué, merece la pena detenerse en explicar cómo es carta de vinos, porque da para no aburrirse. Lo barre todo, desde un Luis Cañas crianza hasta un Morgon, pasando por una buena selección champanes de pequeño productor, unos cuantos blancos alemanes y borgoñas. No falta lo que busca el cliente conservador, ni lo que busca el friki. ¿Precio? Pues bastante razonables, el Keller básico 26 euros, el Clos des Vignes Guyot 2008, 30 euros.
La comida no da para demasiadas sorpresas, es una buena versión de Kabuki. Me encantó el usuzukuri de lisa con mojo verde y papa arrugá, y bien acabados los niguiris de hamburguesa de wagyu, huevo frito con paté de trufa blanca, pez mantequilla con paté de trufa negra o el temaki de bonito con huevo de codorniz.
Y por último el curry blanco japonés -¿una mezcla especial?- de hamburguesa ibérica. Absolutamente delicioso, un gran final para la comida.
Los postres cumplen, resultón el chocolate con churros y excelente el daifuku de té verde. Con el Guyot mencionado y una Kirin, el total se fue a los 120 euros.
Necesitan sincronizar la salida de los platos calientes a la mesa -los niguiris nos llegaron templados, siendo generoso-, por lo demás un mecano muy bien pensado al que iré de tanto en tanto.
A ver, para los expertos, ¿qué es un curry japo?
120/pax ?
Dos personas, Juan. 60 por cabeza y sin salir a reventar, me fui a gusto.
El curry japonés es un 私達 con (わたしたち que lleva un poco と米とy bastante 豚肉. Conviene servirlo パスタ para que quede おいしい, esto es muy importante.
Pero lo más importante de todo es que la カレーソース esté suficientemente 唐辛子とスパイス, porque si no la jodimos.
He de decir, que este curry está un poco bastante mejor que los de mis tres últimas visitas a Sudestada. Eso sí, adaptado al gusto occidental, o sea a mi gusto. Una pena, sí.
Gracias Carlod;debe de haber varias categorias...tambien hacen chocolatinas en plan industrial...pero me han traido unas tabletas de las "pijas";hay una en concreto de chocolate al 62% con almendras tostadas con sal de mar que esta cojonudo.
Pues un menda piensa que los curries de Sudestada no tienen nada que envidiar a ninguno de los que haya probado en cualquier lugar del mundo; desde Bangkok a Londres, de Luang Prabang a Sydney o de Jaipur a Phnom Penh.
Holden, lo decía con ironía. A mí me encanta que se adapten a mi paladar. No tengo ni puñetera idea de what the real thing is, ni la voy a tener en próximas fechas. Y por la noche, prefiero que las cosas piquen lo justo. Este curry lo disfruté como un gocho.
Pero qué es un curry de hamburguesa. Tampoco entiendo lo de blanco. Expláyate.
Por cierto, sois unos "woosies" con lo del picante.
De lo de blanco poco te puedo decir, simplemente tenía es pinta y así lo presentó la camarera. "Curry blanco japonés". Yo soy un ignorante en este aspecto.
En cuanto a lo de la hamburguesa... el plato consistía en un par de setas shiitake sobre las que había bastante arroz, el curry lechoso y la hamburguesa. La pinta era bastante asquerosa, pero estaba bien bueno. Si me dan pan juro que mojo.
Un detalle: el arroz de Kirei es mejor que el de la mayoría de japos de la ciudad. Se "suelta" con facilidad.
¿El blanco era por la leche de coco? ¿Qué especias tenía? ¿Por qué japones? ¿El plato era de Kabuki o de Sudestada?
No, no es un examen.
Y lo único que sé, Holden, es que mis hemorroides se alegraron de la suavidad de la mezcla.
Siento entrar solo para pedir, pero...
Recien aterrizado de Seul me veo con que mañana me voy a Estrasburgo con los niños, asi que agradeceria a Licenciado u otra alma caritativa recomendaciones para domingo y lunes al mediodia que sean adecuadas para familias numerosas de fieras, BBB.
Dicho lo cual, me ha encantado la carne que me dieron en un sitio cojonudo, nada que ver con la imagen que tenia de la calidad de la carne de los restaurantes coreanos. Cojonudo, aunque el nombre estaba en... Coreano.
Tambien un gran japo, de este si puedo dar el nombre. En ambos cenamos en reservados, lo que por otro lado parece muy habitual alli.
Para terminar, me ha encantado este verano un rioja, el Esculle De Solabal.
Con todos mis respetos Carlos, pero si otra persona que no seas tú me elogia un curry de hamburguesa le tomaría por un perfecto imbécil! Parece comida de las fiestas de estudiantes Erasmus o algo así.
El picante es una de mis pasiones. A mí me gustan dolorosos.
Coincido con dicho por aquí en que al curry se le puede meter de todo. Yo tengo una caja llena de mierdas que compré en Lavapiés e Iberoasia (la tienda de General Margallos, en Tetuán) y echo un poco al tuntún. Me la sopla la ortodoxia.
La base debe ser chalota, galanga y ajo y a partir de ahí se ponen los chiles (verdes, rojos, rojos secos) y el resto de elementos que ya nos llevan más en dirección de un país u otro (yo no he estado en ninguno): raíz de cilantro, lemongrass, semilla de fenugreco, cúrcuma, lima kaffir etc.
Por lo menos yo lo hago así.
Para esta noche estoy preparando un buen guiso de rape y patatas, a acompañar con un Tras As Neves. De postre, Sant Felicien. Luego, copas en el Bobby Gin.
No descartes nada, Licenciado.
En cualquier caso, mi mirada en el caso de los curries es la de un completo ignorante que mira los platos sin referencias culturales. Y a mí este plato me pareció que podría asemejarse a unas albóndigas de la mejor calidad con una salsa muy graciosa y un arroz suelto estupendo. Sin más.
No tengo muy claro lo que está bien o mal en un curry. Bueno, sí, que me importa poco.
El día que tenga la suerte de darme un viaje por el sudeste de Asia, seguramente seré más exigente.
Cuando tenga un rato os cuento mis experiencias gastronomicas en Honduras.
Ahora tengo un rato.
Los cruasanes del hotel estaban hechos con una grasa apestosa y eran macizos como la madre que los parió.
Sin duda lo mejor que se puede comer en Tegucigalpa.
¿Y cómo se posicionan los cocineros de Tegucigalpa respecto al km. 0?
El Paul Roger básico no le llega al tobillo al peor champán de pequeño productor que se haya mencionado en este blog en los últimos 3 años.
¿Y qué tal la comida en TACA?
En la linda siudad de Tegusigalpa, querido Carlos, de km.0 no se hablaba mucho. Sin embargo sus gentes están debatiendo profundamente sobre Mistura y lo que será la gastronomía, que digo la gastronomía, la alimentación de los pueblos que conforman el Nuevo Continente, después de un comunicado tan contundente. ¿Estarán, por ejemplo, los frijoles en peligro de extinción?
Taca no mola. LAN sí.
Primera incursion en los curries con cierto exito. Veo un mundo de posibilidades en el horizonte.
Un par de apuntes:
- La tienda de SpicyJuly en la calle Valverde de Madrid esta bastante bien para surtirse de la mitad de las especies.
- El curry que hice es de base hindu, por lo que al final no llevaba leche de coco ni lemongrass, quedo un sabor donde predominaba el cardamomo mezclado con mil historias mas. Poco picante, pero no teniendo lemongrass ni nada que le aportara frescor (solo un poco de lima), merjo asi.
- Tengo muchas ganas de hacer un curry tailandes, de los que he probado en restauantes son los que mas me gustan.
Numeritos, lo que tiene que molar es aterrizar en Tegus. Incluso después de la reforma del aeropuerto.
Creo que daun buen perfil del personaje el reportaje sobre Redzepi que Jesús Rodríguez ha publicado en El País: El señor de los fogones.
Entre las explicaciones más frikis y divertidas que he leído sobre la falta de sabor de un plato, ésta de Amestoy que recuerda Martín Ferrand.
Resumiendo: como no hay mierda, la vaca no mueve el rabo.
Tan solo recordar a Numeritos la existencia de la Mara ultraviolenta Cruasán Hondureño. Gracias.
Publicar un comentario