Siempre pensé en el gran gastrónomo como un Hercules Poirot -o más bien Peter Ustinov- capaz de zamparse las asadurillas de un chino mientras da el matutino paseo por el mercado de Shangai, comentando lo bien que le iría un buen jerez de 1845. Quizá la culpa la tuvieran las cuchipandas de los héroes de Enyd Blyton, su cerveza de jengibre y sus sandwiches o aquellas películas de James Bond donde lo normal era que, al abrir la puerta de una habitación, apareciera una cubitera con una botella de champán. Quién sabe, el caso es que me decidí a ser un gourmet, costara lo que costara.
Desde mi más temprana juventud me dediqué a fondo a conseguirlo -en la medida de mis posibilidades, claro-, descubriendo pronto con dolor que no iba a ser sencillo, ni barato. Visité centenas de restaurantes, grabé cada programa de Jamie Oliver y me compré todos los números del Telva y los especiales de Navidad del Hola, sin faltar ni uno. No fue sino recientemente cuando decidí que, a pesar de mi disciplina y esfuerzo, no tenía talento para ello. Es tontería soplar contra el viento, había señales más que suficientes para admitir el fracaso de quien a una edad ya madura, con dificultad, distingue el bonito del pollo, el blanco del tinto. De quien, no sabría decir si tempranillo de la Rioja o de la Ribera del Duero, de no ser por la carpintería.
Así pues dejé de darme mala vida en los restaurantes, forzándome a comer todo aquello que me disgustaba. Por supuesto me hice una lista para poder acordarme, los menús largos son traidores y tiendo a propasarme con el vino a las primeras de cambio. He aquí el pequeño inventario que estoy completando:
Desde mi más temprana juventud me dediqué a fondo a conseguirlo -en la medida de mis posibilidades, claro-, descubriendo pronto con dolor que no iba a ser sencillo, ni barato. Visité centenas de restaurantes, grabé cada programa de Jamie Oliver y me compré todos los números del Telva y los especiales de Navidad del Hola, sin faltar ni uno. No fue sino recientemente cuando decidí que, a pesar de mi disciplina y esfuerzo, no tenía talento para ello. Es tontería soplar contra el viento, había señales más que suficientes para admitir el fracaso de quien a una edad ya madura, con dificultad, distingue el bonito del pollo, el blanco del tinto. De quien, no sabría decir si tempranillo de la Rioja o de la Ribera del Duero, de no ser por la carpintería.
Así pues dejé de darme mala vida en los restaurantes, forzándome a comer todo aquello que me disgustaba. Por supuesto me hice una lista para poder acordarme, los menús largos son traidores y tiendo a propasarme con el vino a las primeras de cambio. He aquí el pequeño inventario que estoy completando:
- Salmón: durante una temprana época laboral me tocó pasar una buena temporada en Lyon. Los menús se parecían como gotas de agua, y todos incluían un salmón marinado. Fue como caerse en una marmita con olor a eneldo. También me costó volver a sentir cierto aprecio por el foie mi-cuit y desprenderme de la adicción a tomar el vino en copas menudas, faltas de cuidado en la limpieza, arañadas por tanto lavavajillas.
- Trucha: recuerdo con horror aquellos veranos en los que después de bañarme en el Júcar, mi madre nos ponía truchas del mismo río con algo de jamón. Una lucha a muerte con un enjambre de espinas y sabor al mismo fango que llevaba oliendo desde primera hora de la mañana. Tiemblo pensando que con la crisis, cualquiera de estos días, sustituya a los salmonetes en los menús de degustación.
- Remolacha: No, su sabor no se parece al de la trufa. Ni siquiera al de la patata. Sabe a tierra y no hay alimento al que no anule en cuanto lo roza. Además el color morado es muy feo.
- Bacalao: los viernes Santos eran un infierno. A las inacabables procesiones le proseguían las garbanzás de bacalao amarillento, con un punto de salazón agresivo, y espinacas acompañadas de pelotas de pan y ajo. Demasiado sabor incluso para mí y un trauma de aúpa que todavía intento superar.
- Pescado crudo: Sí, sé que los alimentos han de saber a lo que tienen que saber, pero es que yo quiero que las sardinas sepan a sardinas asadas y que el rodaballo se pueda despegar de su espina. No sé qué gracia tiene comerse un rape crudo (excepción a la regla con el sushi que me encanta, no sé por qué, quizá porque el pescado bien lavado sepa más a lo que debe saber).
- Tupinambo: no sé lo que es, pero con ese nombre no me lo voy a comer (nota: recordar que me especifiquen los ingredientes de las guarniciones).
- Gallinejas: No sé si es el nombre o el olor a fritanga de Tetuán. Puede que se deba a que haya pasado demasiado tiempo por los bares de Bravo Murillo. Incluso he adquirido el tic de mirar la carta de raciones en cuanto entro a un bar, ni siquiero soporto que las coman a mi lado.
- Atún rojo: Mi severa conciencia ecológica me lo prohíbe.
- Coliflor: he estado en baños de los bajos de Moncloa a las 2 de la mañana, que huelen mejor que mi escalera el día que a mis vecinos les da por cocinarla.
Mientras Brillat-Savarin definía al gourmet como "el conocedor de la comida y la bebida", se refería a la gourmandise -glotonería- como "la preferencia apasionada, racional y habitual, por todo lo que complace al paladar". Considero prácticamente imposible pertenecer al primer grupo -cada día más-, así que renuncio a cualquier aspiración. No, no es modestia, sino pereza. Nada extraño, al fin y al cabo, ¿cuántos gourmets conocéis?
123 comentarios:
Pero una vez leí a Julio Camba en su obra la casa de Lúculo, y creo que es una opinión bastante acertada, que gourmet es aquel que por no tener un elevado poder adquisitivo sólo puede acceder a determinados productos, viandas, etc... en contadas ocasiones, ya que el de alto nivel adquisitivo accede a ellas casi diariamente y por tanto las ensalza y valora en tal medida que parecen especiales y únicas. ¿Qué opináis?....
Yo tengo por gourmet a quien es capaz de distinguir lo bueno independientemente de modas y precios. Un consomé o un caviar, tanto da.
Desde la lejanía me da la impresión de que el gran enemigo del gourmet, hoy en día, es la tendencia, la moda. Va todo tan rápido...
Una de las grandes aportaciones de Adrià, cuando todavía cocinaba, fue el sacar partido de productos muy modestos. Eso lo compartía con Santamaría.
Si me permitís, voy a reproducir la definición que de "Gourmand" y "Gourmet" da el Larousse Gastronómico, que casualmente tengo a mano:
"Gourmand y Gourmet:
Calificativos que designan, en el primer caso, a quien le gusta la buena mesa, y en el segundo, a quien sabe elegir y apreciar la cocina. En el siglo XVII, en los Caractères, La Bruyère evocaba de esta manera al Gourmand, al que le gusta comer bien pero también "sabe" comer: "Sobre todo, tiene un paladar certero, al que no afectan los cambios, y que nunca se ha visto expuesto al horrible inconveniente de comer un mal guiso o beber un vino mediocre..."
Cada época ha tenido sus gourmands y sus gourmets célebres. Un mejor conocimiento de la dietética, el modo de vida diferente y la uniformización de la alimentación han hecho desaparecer la raza de las personas que comían mucho, sin que por ello hayan desaparecido ni la "gourmandise" ni la gastronomía".
Pero para rizar el rizo deberíamos también considerar al "Gastrónomo: Aquel que estima las producciones refinadas del arte culinario, pero sólo apela a ellas con moderación. Busca a diario las preparaciones más simples, que son las más difíciles de realizar a la perfección".
Me quedo con lo de "paladar certero" y creo que Gourmets hay pocos, por la dificultad que conlleva tener ese "buen criterio" y que los Gourmands, en cambio, abundan.
La clave está en saber comer y valorarlo todo, disfrutando como si de la primera vez se tratara, recordando, aplicando moderación y no por gourmet entender que hay que ponerse hasta las trancas de lo más caro, raro o de moda.... todo lo contrario. En definitiva se trata de disfrutar y apreciar lo que está bueno... o lo que a uno le parece que está bueno
Si nos vamos al Diccionario de la RAE, la entrada "Gourmet" te redirige a "Gastrónomo", al que define como:
"gastrónomo, ma.
1. m. y f. Persona entendida en gastronomía.
2. m. y f. Persona aficionada a las comidas exquisitas".
Dos cosas bien diferentes, a mi juicio.
Suquet, de acuerdo contigo.
Para mí lo que hoy en día coloquialmente se conoce como "Gourmet" se acerca más a lo que técnicamente es un "Gourmand", y para lo que técnicamente es un "Gourmet" no hay palabra coloquial.
De hecho hay casos estridentes de gourmets autoproclamados -Sostres es un ejemplo- que a mí me parece que no han entendido nada. No es el único caso.
Luego está el caso del gourmet especialista. Aquél que sabe un montón de croquetas pero patina en todo lo demás. También se me ocurre algún caso.
Bien es sabido que los del Atleti sólo podemos ser del Atleti. Lo demás es muy complicado. Cuando estoy en la cueva bebiendo pitarra y viendo las sombras que se proyectan en la pared, en ocasiones me acojono. Pero me tomo otro vasito (de barro, nada de cristal, que corta), y se me pasa.
Casualmente ayer mismo escribía un texto con la palabra "gourmand" y me hacía esa misma pregunta.
Estoy con Lagerun.
La frontera enter ambos es nebulosa, pero para mí un "gourmand" es un goloso, un aficionado a la buena mesa y con conocimientos de la cosa culinaria superiores a la media, pero sin los alardes de sibaritismo, el ánimo de estudio y conocimiento y el énfasis por los productos exclusivos del gourmet.
Por lo menos así lo percibo yo a la vista del uso de la palabra en Francia.
Por ejemplo un *** estrellas parisino es decididamente gourmet.
Los sitios cojonudos que recomienda Pisto en la povincia francesa serían gourmand.
Como no cabe en el tuister, ahí va, del encuentro con MG Cucinotta: ¿Lees las críticas que escriben sobre tí?¿Te afectan?
Escucho más al público. No leo las críticas de periodistas. Una persona no puede ser la voz del público. Los críticos son menos sinceros que el público. Yo trabajo para el público, lo que me interesa es lo que piensa el público para saber cómo me está yendo y poder corregir mis errores.
De hecho la crítica gastronómica española se despegó del público al tiempo que lo hacia la alta cocina. Aquí se habló de ello con motivo del cierre del Senzone.
Los más listos -RGS, por ejemplo-, han visto que para sobrevivir debían volver a aterrizar.
Hola!necesito ayuda...un buen vino Extremeño??
No se si Espeto estará por ahi;que creo que controla la zona;aunque todas las sugerencias son bienvenidas.
Gracias!
Sandra, nada de lo que he catado de Extremadura me ha parecido sensacional. En cualquier caso, un vino caro, pero asequible, es el Mirabel.
Dicho lo cual me parece que por esos casi veinte euros podrías conseguir vinos mucho más interesantes.
Sandra, complicado. Te digo algunos que me gustan y que suelo pedir cuando ando por la zona: Mirabel (de Anders Vindig-Diers), Torre Julia o Finca El Musinal. En otro nivel son aceptables Lar de Barros o Senorio de Payva. De los famosos Habla me gusta el n2, el tempranillo y creo que el 6. En cambio el Habla del Silencio tan de moda a mi no me convence.
Muchas gracias chicos;es para un regalo;luego los buscare.
Mil gracias de nuevo.
Hannnibal Lecter, gourmet. Cunqueiro, gourmand. Sostres, tonto de los c.
Adrià ha dicho: "hoy en día hay dos tipos de restaurantes: en los que la gente tuitea y en los que no".
Además aboga por "filtradores" en los restaurantes -filtradores de opinión, supongo-.
El filtrador no sera un portero cahcas en la puerta?
Suena a control. Creo que a Adrià le está empezando a preocupar controlar la red. Si es así lo va a pasar fatal.
A mí me gusta la coliflor, así que soy un gourmet.
El que los cocineros intenten que la gente que les da de comer no opinen de lo que les dan de comer manda... no admiten críticas de gente que no saben quien son, pero sí su dinero.
Es condición necesaria, pero no suficiente, Emiliano.
Adrià parece estar llegando muy tarde a internet.
Adriá no tiene razón. En realidad hay dos tipos de restaurante: en los que sirven coliflor y en los que no. Se puede tuitear en ambos.
Sin embargo en todos ponen salmonete.
Eso es cierto, Carlos. En todos.
Eso sí, aunque os parezca increíble, el otro día cené en un restaurante que no tenía coulant de chocolate. Se me olvidó hacer fotos.
Emiliano, el suyo es un caso claro de lo que se conoce como Gourmet de Mesa Camilla que, junto con el Gourmet de Tanatorio, Larousse está estudiando introducir en la próxima edición (hasta ahora solo contemplaba al Gastronómada).
Lagerun, tengo el libro de recetas de la sección femenina, Sergi Arola me sigue en twitter, me gustan los bocatas de calamares fritos, y soy capaz de pegar la hebra con Espeto durante varias horas, así que soy un gourmet.
Sandra,
muy decentes el Marqués de Valdueza, el Mansaborá o el Bassangus. Resultones, el Quinta Alaude Alius, el DehesaVieja y un Coloma garnacha.
Y por supuesto el pitarra de Montánchez, pero este solo lo comprendemos los destripaterrones de la zona.
Por otra parte, me imagino que serán los cronistas tuiteros que no están difundiendo bien la palabra, porque sino, no me explico la cantidad de soplapolleces que se están diciendo en Barcelona.
Sí, pero no te gusta lo de Alija. Y eso es un punto negativo muy importante. Has de acreditar gusto por al menos un restaurante de vanguardia. Y DiverXO no vale.
¿Vale el Mesón Txistu?
Espeto, te perdonaré la infamia de no haber recomendado la pitarra -esa que te dijeron que era de Cilleros pero que no lo era- que probaste en el Mesón San Juan. Perder una estantería cargada de material es casi una tragedia, pero eso no quita que pierdas rigor y sensatez.
Me voy a trasegar una botellita en la cena a la salud de todos Vds.
Solo para gourmets.....dedicado a Pisto
http://www.youtube.com/embed/h_QygKaDaZs
Mañana revisión anual mis gastrolorzas están temblando. Ése es el problema.
Si la gourmetsabiduría implica el consumo ocasional del producto coliflor, me paso a la jardinería.
Aunque le deba un favor: cuantos bocadillos de calamares habré tomado en el Gago huyendo de ella....
La coliflor es un claro ejemplo de alimento que ha de ser sano. Porque algo ha de tener.
Por cierto que me han llegado la dos primeras perdices del año y... sorpresa, huelen a perdiz de la buena. O eso o mi gourmetismo se está relajando mucho.
A mí que soy un gourmet de pro, de tanatorio y de mesa camilla, me gusta la coliflor, el pescado crudo, el salmón, el atún rojo (condición indispensable para ser liquidador) y la coliflor. La trucha y la remolacha, menos. Incluso me gusta "pegar la hebra" un rato con Emiliano (ese que hace cosas raras con el capullo).
Por cierto que son ustedes todos muy simpáticos con sus aportaciones para paliar la tragedia. Que sepan que le pienso dar a Medina sus nombres y direcciones para que les martirice con el concepto, el futuro y la sostenibilidad.
Y me quedaba por contarles una breve escala en Jaén para conocer uno de los restaurantes más interesantes de la ciudad: CASA ANTONIO. Después de una primera impresión más bien pobre, con un comedor algo desaliñado y completamente desolado a las nueve y media de la noche de un sábado, se fueron enderezando las cosas en la mesa con unas estupendas aceitunas cornezuelo de aperitivo. Lástima del pan – muy vulgar – que sin embargo se acompañaba de un gran aceite picual. Optamos por seguir alguna de las sugerencias del día que se apoyan en el mejor producto que se puede encontrar en la ciudad: almejas de Carril de cuchillo, simplemente abiertas, de calidad, unas ortiguillas fritas de nota, estupendas piparras fritas, un gazpacho con una compota de berenjenas dulzona y huevas de erizo, algo dulzón y poco equilibrado, y un rico Gallopedro frito con verduritas al dente mejor resuelto. Para beber, escasas opciones en blancos y espumosos, mejor en tintos aunque con precios a vigilar. Acompañamos con un As Sortes 2008 y, para la sobremesa, un palo cortado Apóstoles y un Oporto Daw 20 años. Además, gin tonics bien servidos, sin parafernalias. Por lo demás, un servicio mayormente correcto que tiende a desaparecer en algunos momentos y precios más bien altos para Jaén aunque acordes con la comanda. Seguramente la mejor opción de la ciudad.
Esta noche para después del fútbol me voy a hacer un arroz con bacalao y coliflor. Y si encuentro alcachofas en el mercado, también las añadiré.
A mi la coliflor me gusta. Rebozada, con aceite y vinagre, gratinada con bechamel... incluso en mi boda hubo coliflor (un copón de crema de coliflor e hígado de pato que más de una creyó que era un sorbete de limón y se quemó el esófago...)
Me faltaba por contar el fin de fiesta romano, en Roscioli.
Excelentes los quesos, embutidos varios y las albóndigas. Pedí coliflor y me preguntaron si yo era Emiliano el de twiter.
Gran carta de vinos. Nos decidimos por un Barolo Vigna Broglio 04, de Palladino, soberbio.
Antes una comida ligera a base de pizza rellena en Lo Zozzone. Bien la de tomates secos, jamón y champiñoes y algo inferior la de rúcula con ricotta. Muy barato.
Saludos.
Pues hoy he comido en el Knight Burger. Para los que no lo conozcáis, toda una institución en Madrid, donde miles de adolescentes compartieron su primer Chispas y comieron su primera hamburguesa.
El hecho de que me haya vuelto un gourmet la mar de esnob me ha hecho imposible disfrutar de la experiencia. Las fotos y la decoración, impagables, eso sí.
Aún recuerdo una novia que me llevó allí como si aquello fuera El Bulli. Lo que mas me gustaba, la pecera dentro de la máquina de tabaco o algo así.
Y miren por donde, acabo de ganar un par de entradas para Megavino: www.megavino.be/fr/Exposants
Yo llevaba mil años sin ir. Volví hace un par de años y me pareció un desastre. Además, no tenían coliflor.
Y vamos a empezar a denunciar a los restaurantes que no incluyan ni un solo plato de coliflor en la carta. Penitenciagite. El grumetismo hay que ejercerlo con responsabilidad y con firmeza.
Pero tienen chucrut a espuertas, que no deja de ser una col fermentada.
Pues ríete tú, hubo una época en la que había cola de entrada para entrar en el Nait.
Corolario: el hecho de que hoy tengas excedentes de clientela no implica que los vayas a tener siempre.
Como le decía hoy a Carlos en Twitter, rememorar lo de Knight es ser un valiente.
Reconozco que no me atrae nada volver, ni siquiera por una cuestión de sentimentalismo. Creo que me dejaría mal cuerpo. Cada cosa y cada sitio tuvieron su momento y, sin ninguna duda, disfrutados fueron.
Soy poco de mirar atrás (o al menos, de mirar tan atrás).
De ahí el mérito que le atribuyo a Carlos por regresar, después de 25 años de su primera visita, a ese clásico.
Dónde está el Knight ese? Yo es que nunca ligué...
Quién iba a querer ligar pudiéndose comer una hamburguesa mejicana con sus frijoles...
Está en Félix Boix. Cerca de De María. Se liga mucho allí, Fartón.
Para ligar hay que ponerse el Privata.
... y los Nautimoc
... y la gomina.
Lo de la gomina debe ser preceptivo en la zona, porque Lorenzo Sanz está a menudo por allí -debe vivir cerca- y la usa toda. Pero toda.
Me has nombrado a Lorenzo Sanz y se me ha empezado a repetir la coliflor.
¡pordios! cuánto guarrete con infulas de all i oli de pacoumbralydelibes
He adelgazado 5 kilos desde el año pasado. Esto empieza a ser preocupante. ¿Perderé mi status de gastrogordo?
Vuelve Frank Bruni al NYT y vuelve sacudiéndole con dureza a Sánchez Romera -sí, el neurogastrónomo-.
Gran crónica.
"Diners at the latest hot bistro or trattoria snap loving pictures of everything they eat, seeming to forget that it’s dinner, not “America’s Next Top Chicken Breast.” In New York, even the meatballs have paparazzi. "
"Romera demands notice mostly because it’s such a florid demonstration of just how much culinary vanity we’ve encouraged and pretension we’ve unleashed."
Bien, bien.
Frank is back. Un crack. De hecho ha seguido escribiendo colaboraciones en el NY Times desde hace meses, y no necesariamente sobre Gastronomía.
"While blazers are optional at Romera, straitjackets would be a fine idea."
Aunque parece que no va ser posible, yo me uno a la campaña:
Que vuelva Frank
Una pena, esta crónica es sensacional.
Ese plato con 12 clases de granos rodeando a una mermelada de aceitunas negras tiene una pinta de puta madre. Lo de las tarjetas con ilustraciones de mariposas y textos filosóficos también me ha gustado. Cuando vuelva a Sanlúcar se lo voy a contar al dueño del Bar Navarro, a ver qué le parece.
Bruni ha estado escribiendo en CN Traveller y no lo ha hecho especialmente bien para lo que acostumbraba. Mucho mejor donde esta de vuelto.
A ver si alguien se sabe esta:
Una petición de esas de "más difícil todavía": Luxemburgo. Antes de nada me gustaría saber si merece la pena la visita, dado que voy a estar de ruta por el Mosela y en un salto de 50 kilómetros me puedo plantar allí. Teniendo en cuenta que sólo tengo una bala, ¿cuál es el mejor restaurante? He visto en la Michelín que Mosconi tiene 2 estrellas pero es alta cocina italiana y no es lo que busco. Por otro lado está Lea Linster, una chef mediática muy popular entre sus vecinos alemanes, que también tiene una estrella. ¿Alguien los conoce? ¿Alguna opción mejor? ¿Me quedo en Alemania quietecito?
Ya empiezo a preguntar a mis contactos Espeto. Y no te olvides de sus vinos!
Espeto en Luxemburgo, yo estuve en Le Bouquet Garni que está en el centro de Luxemburgo, muy cerquita del Palacio del Gran Duque y es un sitio bastante pintón... en aquellas, hace un par de años, tenía una estrella michelin y los precios no fueron disparatados. Me gustó.
Turísticamente te despachas la ciudad y el ducado en una mañana. Es una ciudad coqueta y muy cuidada. Interesantes la catedral y el palacio y un paseo por el centro histórico.
Txangu, espero el resultado de tus pesquisas. ¿Cuándo dices "sus vinos" te refieres a luxemburgueses? Si es así te agradecería unos pequeños apuntes y algunos productores fiables porque yo por allí ando muy perdido.
Suquet, gracias, tomo nota. Una mañana es justo el tiempo que tenía para dedicarle a la ciudad.
No sé donde me deja en el ranking que empieza por GOUR preferir la pizza, las hamburguesas y hasta los perritos calientes antes que la coliflor.
Tengo nuevo numero 1 en pizzas para llevar en Madrid: Pizzería PICCOLO; bye bye DG.
Lo de Piccolo no lo digáis muy alto que ese está empezando a correr la voz y la vamos a cagar. El dueño era lanzador de cuchillos.
En efecto, LaIna, salió en el Metrópoli hace unas semanas y las pizzas están bastante bien -ya le he pegado un par de viajes-.
En el DG donde estaba César, las pizzas que hacía éste, en especial la de mojo canario, estaban de rechupete.
Por cierto, qué ha sido de César Martín?
En breve tendrás noticias de César Martín.
Suena misterioso... espero que llegue a tiempo para la temporada de caza, que ya que estamos...
otro desaparecido que nunca llegué a conocer fue Jose Calleja
Espeto, mi contacto no pisa Luxemburgo así lo maten. Intento otras vías.
En cuanto a vinos, no recuerdo (como de costumbre) los nombres, pero tienen cosas interesantes, recuerdo alguno hecho con Auxerrois por ejemplo.
Como te escuche César decir lo de la caza te corre a gorrazos. Se siente igual que Jorge Sanz con Valentina.
poll -fabaire es el vino,txangu.
aloque
Ahí estamos, Aloque, nos lo tomamos juntos.
Un amigo me da una referencia para él, La Table des Guilloux, porque fue su primer estrellado.
Hablando de caza, a partir de mañana empezará la temporada en el Treze. Teniendo en cuenta la mano de Saúl y con quién estuvo trabajando la cosa promete ser bastante interesante.
Ángel, eres un anacoluto y un ectoplasma.
Callos para mañana, perdices pasado... #gastrotechdays
emiliano,
lo de ectoplasma te lo paso, pero lo de anacoluto me suena a insulto de kalakahua y eso ya me parece excesivo.
A la espera de que César Martín abra, Treze -perdiz, jabalí, gamo, ciervo, paloma torcaz- va a ser uno de los sitios de referencia para la caza en Madrid. Arce, Piñera... cada vez son menos.
Es cosa mía o en España apenas se trabaja el pato salvaje?
Espeto, si mañana consigo no olvidarme de traerlos, te escaneraré un par de artículos: uno sobre los cremant de Lux y otro con una ruta por el Mosela luxemburgués (en éste hablan de restaurantes y alojamientos). Ambos de la revista Vino!
Nada de nada, Txangu. Aquí se lleva el magret con guarnición dulce.
Nada de nada, Txangu. Aquí se lleva el magret con guarnición dulce.
El magret de granja, entiendo.
En otro orden cosas, ayer me gustó La Prohibición 2006, aunque probablemente necesitaba más tiempo en copa del que le dimos.
Sí. Y el confit. Qué de confits me habré comido desde el año 90.
Buenas, ¿algun sitio en Vitoria?. Estamos buscando algo apto para gourmands y gourmets.
Si no, algo no muy lejor.
En coche Etxebarri se puede hacer duro a la vuelta.
saludos,
Todavía tengo pendiente cocinar en casa alubias con pato. Para eso debo hacerme con un canette, creo yo.
Pásate por el Sagartoki, Ainur. Y así nos cuentas qué es de la gastrotortilla.
Ainur, la barra de Sagartoki está muy, muy bien. Y yo comí estupendamente en Arkupe por - creo - recomendación de Yerga. Buen producto, en plan clásico y con alguna cocita interesante en la carta de vinos.
Zaldiarán también es muy bueno pero ya te metes en otra categoría de calidad y de precios. Si vas y tienen, guisantes lágrimas, cocochas y un steak tartar de esos de ocupar primeros puestos de ranking. Me gustaron menos los platos más rebuscados. La carta de vinos, en su columna de la derecha, es para saltar por la ventana.
Txangu, muy amable. Es una zona de la que no sé absolutamente nada.
El pato salvaje se cocina muy poco en España. Aparte de que haya poco producto, es duro, tiene mucho sabor y requiere de manos expertas. Y de esas quedan muy pocas.
Gracias Carlos², mis compañeros estan optando mas por cenar y dormir en Echaurren, mas facil para volver a Madrid al dia siguiente y poder hincharse a GT por la noche sin tener que depender de coche.
Si nos da tiempo, tapeo al mediodia en Sagartoki y cena en el Portal.
Aunque supongo que ya lo sabrás, la temporada de caza en las Ardenas es espectacular.
Espeto, te he enviado un escaneo a una dirección de yahoo, si es otra dímelo y tal y tal
Joan Roca defiende el ser global para luego ser local. Vamos, lo que es una postura inteligente.
Hoy habla Point en Metropoli del ¿italiano? que ha montado Deias ha montado en El Cenador del Prado.
Caffé dei Poeti, se llama. Pero bueno, siempre El Cenador del Prado.
¿Eres Poeti? Abróchate la bragueti.
El futuro del vino según Parker. No tiene desperdicio.
Se masca la gastrotragedia, hay rumores de que el FM de Granada ha cerrado.
Gracias, Txangu, me ha llegado perfectamente.
En eso estamos, Carlos. A ver si os puedo averiguar algo en breve pero tiene toda la pinta de que al final se han cansado.
Señores, respiren. El FM está abierto y bien abierto en sus horarios habituales. Ha debido ser una confusión.
El gastrorumor se desinfla.
Siempre nos quedará el Gitano Rubio.
El gastrorumor es la antesala de la gastronoticia.
Nada, he hablado con Paco y con su humor dicharachero habitual me ha explicado que se abre de 1,30 a 4,30 y de 20,30 a 23,30 de martes a domingo. Y que cierran en Navidad. Julio y Agosto. Y me ha colgado.
El gran Cohen en Asturias. Celebrémoslo.
Esta si que es para nota;algun buen sitio para desayunar en Caceres capital?
Sandra... bueno, bueno, creo que es complicado. Esas cosas seguro que las sabe Mr. Del Condumio. Si te conformas con una tostada con jamon: La Dehesa de Santa Maria en la calle Amberes o Don Ulpiano al lado de Canovas. Me soplan por aqui algo de unos churros al lado de la plaza de toros.
¿Desayunar en Cáceres capital? Atrio, claro.
De hecho también es el mejor sitio para tomar una copa...
Me gustó el 2007 del Chambolle Musigny que hacen los Lecheneaut. Con una buena dosis de aire a eso de la hora me pareció un ino finísimo y elegante.
Lo tomamos con un pato azulón en Piñera, que supongo que es el tipo de pato al que se refería Txangu el otro día. Madurado al extremo, tiene un sabor animal profundo, mineral. Recomendable para gente que busca sabores fuertes y complejos.
Ayer tocó día de trabajo duro en Megavino. Sorprendentes los vinos de New York.
¿Hacen vinos en NY?
www.newyorkwines.org
Y ¡hala! a venirse a Bruselas para montar un stand y buscar importadores.
¿Alguien ha estado en el italiano I XIMEI de Barcelona recientemente? ¿Qué esperar?
Licenciado, supongo que es Xemei. Leí una crítica elogiosísima hace ya un tiempo y fui unos días después. Me pareció un buen italiano, pero con unos precios durísimos.
¿Conoces el Piratas? Sitio modesto donde se ha comido siempre bien. Uno de esos sitios que espantarían a Sostres. Tampoco es barato, claro.
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